Cuando empecé hace 4 años con mi negocio digital, no tenía ni una mísera web. Solo tenía mi ordenador, mi experiencia de más de 20 años como experta en comunicación y mis ganas de ayudar a otros emprendedores a brillar en prensa. Para mí, eso era suficiente para empezar. ¿Qué importaba una web si ya me estaban comprando?
Hasta que un día llegó ella. Una potencial clienta que, después de escucharme y mostrar cierto interés, soltó la frase que nunca olvidaré:
«No sé, Andrea… Es que no me da confianza que no tengas web».
Boom. En ese momento, sentí un bofetón en la cara diciéndome: no me fío de ti. Mis años de experiencia, mis conocimientos y mi capacidad para conectar con periodistas no eran suficientes, cuando no te conocen. Y en el mundo digital mucho más.
La desconfianza es absoluta, hay mucho vende humo ahí fuera.
Por eso ahí entendí algo fundamental: un producto sin un buen envoltorio no se vende.
Y no, no hablo sólo de páginas web bonitas. Hablo de saber quién eres, cómo te presentas, cómo cuentas tu historia y cómo das confianza. Porque si no comunicas lo que vales de forma clara y profesional, por más talento que tengas, nadie te dará la atención que necesitas para poder comunicar lo que has venido a hacer.
Desde ese día, empecé a trabajar en algo más que vender y ayudar a salir en prensa: mi marca personal para mi nueva marca.
Crear una marca personal sólida no sólo me ayudó a atraer clientes (sí, tras 4 años he tenido más de 500 clientas), sino que también me dio algo más valioso: confianza en mí misma. Porque cuando tu imagen está alineada con lo que vales, te quieres comer el mundo.
Por tant, ¿cómo trabajar tu marca?
No necesitas ser un gurú de Instagram o gastar millones en diseño gráfico para empezar. Lo que necesitas es una base sólida, para que tu marca personal refleje lo que realmente vales y eres. En mi programa DDB (Descúbrete, Defínete y Brilla) lo trabajamos en este orden:
- Descúbrete: Debes encontrar tu esencia, eso que te hace único y especial.
- Defínete: Toca saber explicarte al mundo. Aquí deberás comunicar tu mensaje clave que incluya tu diferenciación, y hacerlo siempre forma corta y breve.
- Brilla: Cómo bajar todo eso a una imagen visual y coherente: fotos profesionales, branding y estrategias de visibilidad que te pongan en el mapa, como la prensa.
Y ahora, si ya sabes qué debes hacer, ¿qué errores deberías evitar para no liarla?
- No copies a otros: La autenticidad siempre gana. Cuando empiezas es habitual mirar lo que hacen tus referentes y construir una especie de Frankestein de marca que no le gusta a nadie. Ni a ti.
- No te obsesiones con gustarle a todo el mundo: Céntrate en atraer a las personas que realmente se alinean con tu diferenciación y con cómo lo haces.
- No descuides tu persona: Tu imagen personal también cuenta, desde cómo te presentas en una reunión, hasta tu forma de hablar.
- No vayas de cutre e invierte en profesionales que te ayuden con tu web, tus fotos…
Espero que con esto, puedas avanzar si estás en esta fase de crear tu marca personal, pero si tuvieras que elegir 1 idea, el otro día, escuché el mejor consejo que te pueden dar, y no es el de ningún experto en branding, es de la mismísima Belén Esteban.
Y pensarás, ¿qué pinta Belén en este artículo?
Hace poco, Belén Esteban, sí, la princesa del pueblo, estuvo en el podcast de Nude Project (si nos les tienes en el rádar fichalos, me encantan) y soltó una frase que, aunque no te lo esperes, tiene toda la razón del mundo:
«Lo mejor para que te vaya bien es ser tú mismo. Guste a quien gustes.»
Si alguien sabe de marca personal (aunque no lo llame así), es Belén. Lleva años siendo ella misma, sin filtros, y eso la ha mantenido en el foco mediático más tiempo del que cualquier gurú de branding podría soñar (nos guste o no).
Y la verdad es que su consejo es oro puro: ser tú mismo es la base de una buena marca personal. ¿Por qué? Porque la gente conecta con lo auténtico, no con copias ni versiones forzadas de lo que «deberías» ser.
Eso vale para Belén Esteban, para ti y para mí.
