Dice Borja Mera que no es persona de grandes sueños, que él está más por divertirse en el trabajo. Pero así, entre risa y risa, ha montado un emporio de ropa deportiva y accesorios con el que factura ya 42 millones y da empleo a más de 200 personas. Lo hace desde Gijón y a pulmón, sin rondas ni nada, otros de sus méritos.
Siroko es una empresa nacida en 2016 con sede en Gijón (Asturias) que se especializa en ropa deportiva y accesorios, con presencia en más de 40 países y en plena expansión internacional. Entre otras cosas, ha ganado notoriedad gracias a sus colaboraciones y patrocinios, entre ellos el patrocinio de Los Ángeles Lakers de California en 2024, pero hay mucho más.
De gafas de sol a marca de ropa deportiva
Siroko arranca como una marca de gafas de sol dentro de una empresa muy tecnológica, no en vano Borja Mera es ingeniero informático de formación y se había pasado toda la adolescencia construyendo páginas web en la habitación como solución de autoempleo.
Necesidad de mercado no había, que eran los tiempos en los que Hawkers arrasaba en todo el mundo con sus gafas modernas y asequibles. Pero lo que Mera quería era aprender, salir del ordenador, el ámbito en el que se había manejado hasta entonces. Montar un ecommerce le pareció la mejor forma de hacerlo.
“Montar un ecommerce requiere conocer todos los desarrollos y todos los problemas que pueda atravesar una empresa de internet llevándola fuera en términos de logística, marketing, creación de producto, negociar con proveedores, envíos… Nosotros somos una compañía en la que nos encanta evolucionar y aprender. No queremos perdernos nada, así que las gafas de sol fueron la excusa para lanzar un producto que nos pareció fácil de hacer para poder crear una tienda en internet”, cuenta el CEO.
Las gafas venían de China, como la mayoría de los productos de entonces. Pero pronto surgió un punto diferencial que les hizo ganar visibilidad a raíz de que Saúl Craviotto, medallista olímpico en piragüismo, policía y ganador de Masterchef, accediese a lucir unas gafas diseñadas por Siroko durante su participación en los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro (Brasil).
“Nos dio dos meses de plazo para diseñar y tener el producto en la mano, pero como nos encantan los retos, lo conseguimos, con la suerte de que ganó la medalla de oro con nuestra gafas”. Cuando las diseñaron, la idea no era comercializar ese modelo de gafas, pero en vista del éxito se animaron a hacerlo. Las empezaron a comprar muchos ciclistas, llevándoles el destino a posicionarse como marca de ciclismo.
El paso siguiente fue diseñar ropa para ciclistas y de aquí a otras disciplinas deportivas como esquí, snowboard, montaña, pádel y tenis que lanzarán este año hasta convertirse en una marca multideporte para hombre, mujer y niños.
Hoy, mantienen la venta de gafas deportivas como algo residual. El grueso del negocio lo tienen en la ropa que venden en 40 países, Alemania es el primer mercado a la par con España, donde les queda todavía mucho margen de crecimiento, pero venden también en Francia, Italia, Polonia, Austria, Estados Unidos, Inglaterra…y así hasta 40.

Lo que les diferencia
Y como en el caso de las gafas de sol, tampoco la ropa deportiva parece una necesidad que estuviese insatisfecha con fuerte competencia tanto dentro como fuera de España. Para alejarse de ellos se han posicionado como ropa deportiva de calidad a precio asequible.
“Quisimos democratizar estas prendas y ponerles al alcance de cualquiera, al fin y al cabo, entre nuestros valores principales figura potenciar la práctica deportiva para la salud mental algo que difícilmente vas a conseguir con unos precios prohibitivos. Si lo llevamos al esquí, te puedas gastar 400 o 500 euros en una chaqueta. Nosotros queremos que la gente pueda practicar deporte, estar cómoda con la calidad apropiada a un precio competitivo”, dice Mera.
Omnicanalidad
Además del ecommerce, Siroko cuenta ya con tiendas propias en Gijón, que abrieron hace 3 años; Madrid, abierta hace 6 meses, y planean ya la apertura en Barcelona y Mallorca. El próximo año, darán el salto fuera empezando la internacionalización, probablemente, en Alemania, “aunque a los alemanes les da mucho por devolver”, bromea. A las tiendas físicas suman puntos de venta en cadenas como Decathlon, Privalia o El Corte Inglés, entre otros.
Con esta estructura, lograron cerrar el año pasado con una facturación de 42 millones de euros que en 2025 quieren convertir “en 60 millones, seguro, y a partir de ahí, todo lo que venga será bienvenido”. Para alcanzarlos, tienen pensar abrir la oferta a otros deportes que no sean tan estacionales, como el running y otras prácticas al aire libre así actividades en contacto con la naturaleza.
En plural mayestático
Aun siendo fundador en solitario de la compañía y conservar el 100% de la propiedad de la misma, Borja Mera no habla nunca en primera persona. Recurre siempre al plural mayestático en deferencia al equipo que le rodea. “Sin un equipazo como el que tengo, es imposible que esto funcione”, dice.
Asimismo, aunque expresa cierto orgullo por haber levantado todo esto a pulmón, reconoce que ahora necesita algo de acompañamiento. “Creo que es el momento de contar con algún socio que nos acompañe y nos aporte valor, ya incluso me empieza a parecer insano que una compañía dependa solo de una persona. Eso no significa que me vaya a quitar las pilas, que siempre las llevo puestas, yo y el de al lado”.
Lo que no entra en sus planes, por ahora, es trasladar la sede de Siroko a Madrid o Barcelona. Se lo ha planteado muchas veces, pero le parece un lujo que de momento no quiere abandonar, el hecho de trabajar desde Gijón con amigos que conoce de toda la vida, poder patrocinar al equipo de fútbol de la ciudad y disfrutar del día a día.
Lo que le hubiese gustado saber
Después de más de 25 años emprendiendo, pedimos a Borja Mera que eche la vista atrás para que cuente qué consejo le hubiese gustado recibir antes, aunque no le hubiese hecho caso.
“Yo te diría que dos principales. Primero: que las finanzas son la pata clave de cualquier compañía. Yo soy más un CEO estratégico, creativo y digamos que no le he prestado atención a la parte aburrida aún sabiendo que es fundamental. La segunda es la importancia de conseguir que todas las personas de la empresa remen en la misma dirección”.
¿Y cómo se consigue eso con un equipo que supera a las 200 personas? Y aquí la respuesta es muy de psicólogo y muy de sentido común: “Pues tratándolas como a personas. Todos esperamos que nos traten bien, tener las necesidades cubiertas y luego viene lo de la aurorrealización y demás”.
La respuesta corresponde a Emilio González Nosti, el psicólogo de la Selección Española de Fútbol Femenino que permanece al lado de Borja Mera durante esta entrevista. Ahora ya no cabe duda de que Siroko tiene un equipo con nota de 10.