La vicepresidenta demócrata Kamala Harris y el expresidente republicano Donald Trump se miden en apenas un par de semanas, en las elecciones a la Presidencia de los Estados Unidos, que se celebran el próximo 5 de noviembre.
El ganador ocupara la Casa Blanca durante los próximos cuatro años, guiando el devenir del país más poderoso del planeta, con las repercusiones que tiene en el resto del mundo en múltiples aspectos, como el comercio global.
¿Qué pasa si gana Harris? ¿Y si se impone Trump? Pues Crédito y Caución considera que la evolución futura del comercio internacional dependerá en gran medida del resultado de estas elecciones.
Sin embargo, augura que la nueva administración estadounidense, con independencia del resultado, mantendrá la senda de políticas comerciales proteccionistas que inició Estados Unidos en 2018, caracterizada por su guerra comercial con China.
“Desde entonces, el peso del gigante asiático en las importaciones estadounidenses se ha reducido del 22% al 14%, siendo compensada su aportación por México, la Unión Europea y el Asia emergente”, detalla la aseguradora.
No obstante, Crédito y Caución adelanta que el resultado de las elecciones introducirá diferentes matices en la evolución del comercio global, dependiendo de si la victoria corresponde a uno u otro candidato.
El comercio global con Trump…
La aseguradora especifica que el expresidente Donald Trump propone volver al proteccionismo agresivo de su primer mandato.
“En el centro de su política comercial está la propuesta de un arancel del 60% sobre las importaciones chinas y un arancel universal mínimo del 10% sobre todas las importaciones a Estados Unidos”, detalla.
“Aunque China seguiría siendo el principal objetivo de sus políticas proteccionistas, el arancel universal afectaría a todas las importaciones, perturbando las cadenas de suministro mundiales. Unos aranceles generales tendrían un impacto en el crecimiento mundial y provocarían medidas de represalia por parte de socios comerciales como la Unión Europea y países del Sudeste Asiático, como Vietnam, India o Tailandia”, advierte la entidad.
Cabe destacar que esta guerra comercial entre Estados Unidos y China ha dado lugar al fenómeno friend-shoring, reorientando los flujos del comercio global en función de alianzas geopolíticas y dando lugar al auge de ‘países conectores’. Se trata de países como México o Vietnam, que actúan como correa de transmisión entre estas dos grandes potencias, captando cuota de mercado en las cadenas de suministro chino-americanas”, como explicábamos en EMPRENDEDORES.
Asimismo. hay que recordar que Trump, en su anterior mandato, estableció diversos gravámenes arancelarios que afectaron a España, sobre productos como aceite de oliva, vinos, queso fresco o aceitunas. También Francia, Reino Unido y Alemania salieron bastante perjudicadas con la subida de aranceles al acero y el aluminio, tal y como contábamos en este artículo.
Por otro lado, Trump promete rebajar el tipo del impuesto de sociedades del 21% actual al 15% para aquellas empresas que fabriquen sus productos en Estados Unidos, algo que también impactaría en el comercio global.
… y con Harris
Crédito y Caución apunta que las políticas proteccionistas de la vicepresidenta Kamala Harris probablemente darían continuidad al enfoque comercial de la actual administración.
“Su trayectoria refleja escepticismo hacia los acuerdos de libre comercio a gran escala si no abordan las preocupaciones medioambientales y laborales. El Acuerdo Global sobre Acero y Aluminio Sostenibles, que ha sido clave para reconducir las relaciones con la Unión Europea, ofrece una indicación de cómo dirigiría la política comercial estadounidense, promocionando asociaciones regionales en América Latina y Asia para crear cadenas alternativas a China en las que se refuercen los derechos laborales y la normativa medioambiental”, detalla la aseguradora.
Reajuste de la cadena de suministro
Independientemente del resultado de los comicios, Crédito y Caución prevé que las empresas de todo el mundo seguirán avanzando en la diversificación de sus cadenas de suministro, con el fin de prevenir frente al creciente proteccionismo. Aunque considera que las consecuencias para el comercio global variarán en función del resultado.
Según sus estimaciones, al final de una eventual segunda presidencia de Trump, en el año 2029, el comercio global de bienes sería un 4% inferior al de una posible presidencia de Harris.
Subraya que los exportadores estadounidenses sufrirían más que cualquier otro mercado ese escenario, debido a los aranceles de represalia y a la caída de la demanda externa. Así pues, calcula que sus ventas al exterior serían un 12% más bajas.
Por otra parte, señala que México sufriría a corto plazo las consecuencias más graves de este escenario de proteccionismo agresivo y tensión en el comercio global. “La incertidumbre sobre el futuro del acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá, que debe renovarse en 2026, minaría la confianza de los inversores en México como centro de nearshoring”.
Y mirando a largo plazo, la entidad asegura que “China sería el mayor perdedor, con retrocesos en el entorno del 5,8% de sus exportaciones en relación con los niveles actuales”.
Además, vaticina que “países emergentes de Asia, como India o Vietnam, podrían verse beneficiados a largo plazo por la sustitución comercial de China, pero las posibles restricciones de segunda ronda podrían impedir tales beneficios”.