Si las has escuchado alguna vez, querrás saber qué son las metodologías ágiles. Estas permiten gestionar proyectos con más flexibilidad y adaptabilidad.
Los mercados y los entornos empresariales siempre están en constante cambio. Por ello, entender qué son las metodologías ágiles, será clave para adaptarte al entorno y mantenerte competitivo. Con esto, los equipos de trabajo logran la flexibilidad necesaria para mitigar riesgos e implementar las mejores estrategias comerciales.
Al pensar en la gestión de negocios, incluso crear tu empresa con nuevas ideas de negocio, debes entender que existe competencia en cualquier sector. Aquellos con ideas frescas, adaptabilidad y buenos productos, serán los que sobrevivan. Esta metodología puede ser tu aliada en los procesos.
En ese sentido, te invitamos a seguirnos a lo largo del artículo y comprender qué son las metodologías ágiles, para qué se necesitan, cuáles son sus ventajas, en qué proyectos se adapta mejor y mucho más. Cada dato puede ser un paso para la transformación de tu negocio.
¿Qué son las metodologías ágiles?
Las metodologías ágiles son estrategias y herramientas enfocadas en la flexibilidad y crecimiento de los negocios. Sirven para adaptarse a las exigencias del mercado y el cliente, así como satisfacer sus necesidades de consumo.
Para muchos, se trata de una manera innovadora de trabajar y crear proyectos con más sinergia y colaboraciones. Esto ayuda a que las empresas respondan más rápido ante las exigencias y el equipo esté igualmente comprometido.
Además, a pesar de que se puede trabajar de manera organizada, no implica diseñar con antelación todo el proceso, sino que se desarrollan a la par del proyecto.
¿Por qué son necesarias las metodologías ágiles?
Ya sabemos qué son las metodologías ágiles, pero ¿son realmente necesarias para un negocio? Aquí te explicamos algunas razones sobre su implementación:
- Adaptación constante: Los entornos son muy cambiantes y por ello estas metodologías no requieren de un mismo plan. Todo se irá ajustando según evolucionen las necesidades y exigencias.
- Entrega continua: Puedes ver el avance con regularidad y entregar versiones del mismo sin tener que esperar el final.
- Mejora la colaboración: Contempla equipos con roles importantes y colaborativos, lo cual minimiza los errores y aumenta el compromiso.
Ventajas de las metodologías ágiles
- Mejora la calidad del producto: Hace que los procesos sean más efectivos y proactivos, lo cual se traduce a un mejor producto.
- Mayor satisfacción del cliente: El cliente podrá ver cómo va el proceso y se sentirá más satisfecho.
- Mayor motivación en los empleados: Los equipos de trabajo estarán más comprometidos y motivados.
- Trabajo colaborativo: El trabajo se divide de manera efectiva y se asignan roles bien definidos, pero con completa colaboración.
- Se utilizan las métricas más relevantes: Se pueden utilizar las mismas que en proyectos tradicionales, pero resultan más efectivas dentro de los ágiles.
- Mayor control y predicción: Permite seguir correctamente los procesos y predecir los cambios para adaptarse a los mismos.
- Reducción de costes: Al identificar errores en el camino, también ayuda a resolver problemas y reducir costes de forma significativa.
¿Qué proyectos necesitan usar metodologías ágiles?
Algunos tipos de proyectos se desarrollan mejor con las metodologías ágiles, estos son los siguientes:
- Proyectos en donde se desconoce la solución técnica: Por ejemplo, los proyectos más innovadores o que no han sido desarrollados por un equipo en concreto.
- Proyectos muy complejos: Los que necesitan de equipos más colaborativos y mejores estrategias de adaptabilidad.
- Proyectos urgentes: Donde existen cambios constantes y un flujo de trabajo dinámico.
¿Qué diferencia la metodología tradicional de las ágiles?
Te indicaremos tres diferencias muy importantes:
- Las metodologías tradicionales requieren de una planificación inicial y pasos que deben seguirse hasta el final, mientras que las ágiles son más flexibles.
- La metodología ágil controla el presupuesto de manera más eficiente y entrega resultados mientras va avanzando el proyecto, esto no siempre sucede así con las tradicionales.
- El cliente se involucra más con la metodología ágil, pues va viendo resultados a medida que avanza el proyecto y participa.
Tipos de metodologías ágiles
Para entender mejor las metodologías ágiles, debemos conocer los tipos que existen. A continuación, te los explicamos.
Extreme Programming
Extreme Programming o XP es un tipo de métodos para desarrollo de software. Para que funcione correctamente, involucra roles como un líder, cliente, programador y tester. Trabaja con cambios constantes y ciclos cortos para entregar avances.
Kanban
Seguimos con Kanban, un método ágil que hace seguimiento visual del proyecto mediante un panel de tareas. Es como tener Post-It en línea para verificar las actividades, entender lo que se debe hacer al momento y actuar de forma más rápida. Es positivo para mejorar el flujo de trabajo e identificar las actividades.
Scaled Agile Framework
Se conoce también con la abreviatura de SAFe y se trata de un acompañamiento visual que divide los procesos y tareas. Ayuda a tener una estructura organizacional para el desarrollo de software ágil, desarrollo de productos lean y pensamiento sistemático. Se creó para que las empresas tengan una estructura más definida y escalar de manera ágil.
Lean
Consiste en utilizar solo aquellas herramientas que sean necesarias para desarrollar un proyecto y que este crezca. Esto ayuda a maximizar el valor para el cliente y evitar desperdicios de recursos.
Nexus
En el caso de Nexus, es un método complementario de Scrum, se utiliza para desarrollar software y soporte de productos escalables que requieren de más personal. Aquí se enlazan equipos y se crea mayor colaboración.
¿Cómo aplicar las metodologías ágiles en las empresas?
- Haz que todos se involucren: Debes asegurarte de que se involucren las personas necesarias, incluyendo clientes y colaboradores. Para esto, debes informar lo que se hará y que cada uno se sume. Además, puedes explicar de qué trata y cuáles son sus beneficios
- Inicia con un proyecto piloto: Es ideal para evaluar los resultados, así que hazlo con algo pequeño y aprende de ello. Una vez que tengas éxito, podrás aplicarlo a más proyectos.
- Mantén al equipo motivado: Al haber tantos involucrados, debes pensar en la motivación constante del equipo. Comunica los beneficios, objetivos y demuestra que confías en ellos.
- Apégate a una sola estructura: Es lo ideal para comenzar, aunque después puedes involucrar varias.
- Haz análisis y ajustes: Mira cómo evoluciona la metodología, analiza qué tan han sido los resultados y si se necesita cambiar o ajustar algo.
