
España ocupa el puesto 16 de 27 en el ranking de innovación de la Unión Europea, de acuerdo al European Innovation Scoreboard 2023. Pese a ello, nuestro país ha experimentado un crecimiento más acelerado que el de la media europea desde el 2016 –el país se situaba entonces en la posición 20–, con un aumento de 9,7 puntos porcentuales, en comparación a los 8,5 de la UE, reduciendo así la brecha de innovación con respecto a la UE.
El gran desarrollo que está protagonizando España dentro del ámbito energético y eléctrico para avanzar en materia de transformación ecológica y cumplir con los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, es una de las claves que explica la mejoría en este ranking. España tiene el reto de alcanzar hitos como un 39.5% de mejora de la eficiencia energética y un 74% de empleo de energía renovable en la generación eléctrica, y eso supone un estímulo para seguir mejorando.
El sector eléctrico, de hecho, ofrece grandes oportunidades para innovar e investigar en campos como el desarrollo de metodologías para la optimización y automatización de los procesos; la integración de forma segura de las energías renovables, que en 2023 ya registraban un 50.3% de la energía total generada (Informe del Sistema Eléctrico de 2023 de Red Eléctrica); o el aumento de la flexibilidad del sistema eléctrico, entre otros.
La suma de conocimiento experto, espíritu emprendedor y empleo de tecnologías –desde Edge Computing, hasta la distribución de claves cuánticas o la propia ciberseguridad– se antoja como esencial para avanzar en esta materia y descubrir soluciones a los retos que España tiene encima de la mesa.
En este contexto, compañías como Elewit, plataforma tecnológica de Redeia, están desempeñando un rol clave como impulsores de la innovación en el sector eléctrico.
Constituida con el propósito de impulsar, a través de la innovación tecnológica, la transición ecológica y la conectividad, Elewit es el catalizador de la innovación en Redeia y sus filiales (Red Eléctrica, Redinter, Reintel e Hispasat), y durante los últimos cinco años ha desplegado su estrategia de innovación en la que la innovación abierta y la colaboración con un ecosistema diverso –que incluye universidades y centros tecnológicos, empresas e instituciones, grandes tecnólogos y pymes, startups y scalesups, entre otros– han constituido una palanca de crecimiento, orientada a aunar esfuerzos y conocimiento con terceros, y a contribuir a los mencionados objetivos.
Dentro de esta estrategia se encuentran las capacidades de inversión tecnológica de su propio vehículo de corporate venture capital (CVC) a través del que invierte en startups y fondos de base tecnológica con fuertes sinergias con los negocios actuales y futuros de Redeia.
Desde su puesta en marcha hace cinco años, la compañía ha analizado más de 3.000 compañías, entrado en el accionariado de nueve empresas emergentes como Nearby Computing, HESStec, OktoGrid, Aerolaser o Splight e invertido en tres fondos de capital riesgo para incrementar su capilaridad.
Con perspectiva, ¿cuáles son las claves para que una startup pueda atraer inversiones en venture capital dentro del sector eléctrico? Hay al menos cuatro puntos que son relevantes a juicio de Elewit:
- Propuesta de valor clara: En la que una fuerte base deep-tech forme parte relevante de su valor añadido, le permita diferenciarse de la competencia y sea base de su escalabilidad, permitiendo a partir de ella la exploración y explotación de nuevos negocios basados en tecnología. En el caso de Elewit, además, pone el foco en que su propuesta contribuya a ofrecer soluciones a los retos que ha establecido como prioritarios para avanzar en materia de transición ecológica y conectividad. Para la startup, la entrada de un inversor estratégico supone una relevante validación tecnológica; especialmente determinante en función de la etapa de madurez en la que se encuentre la startup.
- Etapas tempranas: Inversores con el perfil de Elewit suelen buscar startups en etapas iniciales, ubicadas principalmente entre las Series Seed y Series A. Este enfoque les permite tener una presencia activa en la empresa, aportando valor a través de la participación en los consejos y ayudando a la startup a crecer y profesionalizarse, y convertirse en atractiva para nuevos inversores. La colaboración activa con las áreas de negocio de Redeia es clave en el enfoque del CVC de Elewit, y las fases iniciales garantizan un estado de madurez óptimo para el planteamiento de colaboraciones tecnológicas que sean sinérgicas para ambas partes.
- Desafíos estratégicos: La evaluación de las startups en clave inversora desde una corporación se basa en su alineación con los desafíos estratégicos específicos del sector eléctrico. La colaboración con la startup se convierte en palanca para agilizar la consecución de los desafíos del sector, a través de la colaboración, el crecimiento y la vigilancia tecnológica. En el caso de Elewit, sus retos prioritarios están vinculados con optimizar las infraestructuras de la red eléctrica y gestión de activos; la operación del sistema eléctrico e integración de renovables; impulsar la conectividad e introducir eficiencias; nuevos servicios y modelos de negocio; seguridad y salud de las personas; y desarrollo sostenible.
- Equipo sólido: El equipo detrás de una startup es la clave de su solidez. En este sentido, para los inversores, especialmente aquellos especializados en venture capital como Elewit, es importarte poner énfasis en la calidad, experiencia y cómo se complementan los miembros del equipo fundador de la startup. Esto cobra aún más relevancia en el sector eléctrico, en el que afrontar los complejos desafíos tecnológicos y operativos exige una combinación única de conocimientos técnicos, habilidades de gestión y una visión estratégica bien definida.
En última instancia, la capacidad de una startup para atraer inversiones dentro del sector eléctrico depende de su capacidad para aportar un valor añadido diferencial dentro del mercado. Y es que las empresas emergentes de este tipo que más atractivo generan son aquellas que son capaces de ofrecer soluciones específicas a problemas concretos, demostrando que su proyecto empresarial es viable y sostenible, y puede contribuir a la optimización de funciones y/o actividades, atendiendo a un gran mercado.