Inaz Fernández lleva toda una vida entre ostras. En un viaje a Francia, descubrió que allí las ostras eran algo popular y cotidiano. Fue en ese momento, hace casi 20 años, cuando pensó que abrir un bar de ostras, para comerlas de forma informal.
Un sueño que se hizo realidad primero con su local en Bilbao y hace un año, con el de la capital: El Puertito de Madrid (Paseo del General Martínez Campos, 42), en el barrio de Chamberi.

Su concepto de bar de ostras, para comerlas de forma informal –o en local o en casa–, se ha convertido en un referente por la calidad a buen precio de ostras traídas de Galicia, Irlanda, Holanda, Portugal… sin faltar la más conocida del mundo: la Gillardeau, de Francia.
Además, cuenta con una completa carta de vinos por copas y también champagne. Y por supuesto, cerveza, que es algo que combina muy bien con las ostras. Aparte de poder comer ostras en el local, también dispone de servicio de delivery y take away.
