El ecosistema startup no para de crecer. Según el informe ‘Impacto socioeconómico de South Summit en España 2024’, elaborado por PwC, en España había 12.041 startups en 2022, lo que convierte a nuestro país en el cuarto de Europa con mayor número de empresas emergentes, por detrás de Reino Unido, Francia y Alemania.
Las compañías de algunos subsectores sobresalen especialmente a la hora de captar inversiones del venture capital. Éste es el caso de las biotech, que el pasado año recibieron 228 millones de euros de financiación en 2023, con un incremento del 37% respecto al año anterior, de acuerdo con los datos ‘Informe AseBio 2023’, tal y como contábamos en EMPRENDEDORES.
Asimismo, España es el tercer país de Europa en cuanto al número de empresas fintech, con 977 compañías activas en este sector, según el estudio ‘Fintech global visión 2023’, elaborado por Finnovating, del que nos hacíamos eco en este artículo.
“El ecosistema fintech de nuestro país acapara una relevancia creciente que ha permitido a muchas compañías captar la atención en otros mercados, propiciando el desarrollo de alianzas con empresas internacionales para replicar modelos disruptivos que tienen su origen en nuestro país, teniendo en cuenta una regulación exigente y las dificultades para acceder a la financiación”, detallaba la asociación.
¿Qué atrae al venture capital?
Contar con un número tan elevado de startups siempre es positivo, pero también significa que hay una enorme competencia a la hora de llamar la atención del capital riesgo.
Boris Lancheros, CEO de Lanchmon, firma especializada de venture capital, especifica cuáles son las principales características en las que se fijan estos inversores cuando deciden apoyar a una startup.
Viabilidad del mercado y oportunidades de crecimiento
Que la startup tenga un elevado potencial de crecimiento para operar en mercados grandes y capacidad de expansión es una de las cosas que más valoran los fondos de venture capital.
“Variables de potencial y el tamaño del mercado, como el Mercado Total Direccionable (TAM), Mercado Disponible Servible (SAM) y Mercado Obtenible Servible (SOM) son términos que sí o sí deben desarrollar y tener en positivo”, remarca Lancheros.
“Un fondo de inversión evalúa estos parámetros para determinar si una startup tiene la trayectoria y la estrategia adecuadas para generar retornos significativos a largo plazo. Esto ayudará también a entender la capacidad del equipo de liderazgo para ejecutar la estrategia propuesta y adaptarse a los cambios y desafíos del mercado global”, añade.
Equipo integral, adaptable y resiliente
El equipo de la startup no sólo debe entender el problema, el mercado y el producto o servicio que ofrece la compañía y con el que satisface la necesidad de sus clientes, sino que también es fundamental que tenga un profundo entendimiento del entorno que lo rodea.
Esto incluye conocer el ecosistema de venture capital y otras fuentes de financiación, pero también los reguladores y agentes que intervienen en su mercado.
Tracción y potencial de escalabilidad
“Es esencial que las startups demuestren un crecimiento robusto y una buena salud financiera sostenible. Los venture capital valoran especialmente a las empresas con un camino claro hacia la rentabilidad. Es por eso que las tasas de crecimiento de ingresos y el ARR (Ingresos Anuales Recurrentes) son indicadores vitales de la aceptación del mercado y la estabilidad financiera”, detalla Lancheros.
Asimismo, indica que la Tasa Compuesta Anual de Crecimiento (CAGR) es un indicador clave del crecimiento sostenido a lo largo del tiempo, proporcionando una visión clara del potencial de las startups.
Visión global
“Los fundadores de una startup deben tener en cuenta la importancia de no limitar su visión únicamente al mercado local o regional, sino expandirse globalmente desde las etapas iniciales del desarrollo de la empresa. Esta visión global les permite comprender el potencial de mercado y estar al tanto de las tendencias y oportunidades emergentes a nivel internacional”, afirma.
Además, la diversificación geográfica fortalece la resiliencia de la empresa ante los riesgos y volatilidades inherentes a los mercados locales, por lo que aumenta la confianza de los inversores en la capacidad de la startup para generar retornos sostenibles a largo plazo.
Potencial de exit y liquidez en el mercado
No hay que olvidar que el venture capital busca un retorno de la inversión, por lo que es importante que haya perspectivas de salida y de que ésta vaya a reportar beneficios. “Los fundadores necesitan comprender las necesidades de los inversores de capital de riesgo y planificar eventos de liquidez estratégicos, como fusiones y adquisiciones u ofertas públicas iniciales (IPO) para alinear los intereses de la startup con los de los inversores, maximizar el valor a largo plazo y validar la estrategia de la empresa”, comenta Lanchero.
“La planificación no sólo brinda retornos significativos a los inversores, sino que también fortalece la reputación de la empresa y su capacidad para atraer futuras rondas de inversión”, añade.