La pionera Ley de Startups fue un hito en nuestro país y en Europa. La opinión general de los distintos actores es que ha sido beneficiosa para el fortalecimiento del ecosistema y el impulso de las empresas emergentes. El problema ahora viene de que muchas de esas pequeñas startups han crecido quedando fuera del ámbito de influencia de esta Norma.
Sacarlas de esa orfandad y proteger e impulsar a las scaleaups y otras empresas de alto crecimiento (EAC) para que se hagan todavía más fuertes, es ahora la reivindicación que plantean muchas de las voces autorizadas en el emprendimiento.
Se habló de “segmento” en la IE University durante el acto de la presentación del estudio Análisis sobre las Empresas de Alto Crecimiento en España: retos y oportunidades, elaborado por South Summit y PwC. Con esta palabra quería englobarse a ese colectivo de 15.000 empresas de alto crecimiento identificadas en España que, aunque representen apenas el 0,7% del tejido empresarial, generan ya más del 35% de la facturación total de nuestra economía.
No solo proteger este activo, sino promoverlo para hacerlo más grande es uno de los problemas que tenemos ahora como país. No olvidemos que la columna vertebral del tejido productivo en España la constituyen, en más de un 99% las pymes, a las que corresponde poco más del 60% de los asalariados en nuestro país. De las 3.255.276 empresas económicamente activas registradas por el INE a 1 de enero de 2024, un total de 1,69 millones de empresas (52%) no empleaban a ningún asalariado. Eso es lo que urge cambiar.

La opción de ampliar la Ley de Startups
“Creo que todos somos conscientes de que una de las necesidades de nuestro país es precisamente impulsar el crecimiento de las empresas, no solamente la creación, que es lo que impulsa muy convenientemente la Ley de Startup, sino que tenemos que dar un paso más allá y hacer que las empresas crezcan”, declara Paloma Castellano, Managing Director Wayra Spain.
En cuanto a si haría falta redactar otra ley específica para no dejar desguarnecidas a las empresas de alto crecimiento o si es preferible aprovechar la ya existente Ley de Startups, considera María Benjumea, presidenta y fundadora de South Summit, que sería más fácil aprovechar el texto legal en vigor y extender su marco de actuación.
“Hay que tener en cuenta que las empresas de alto crecimiento comparten con las startups el espíritu, la cultura, la innovación y la ambición de hacerse grandes. Creo que sería más fácil aprovechar el paraguas de la Ley de Startups, que es buenísimo, para integrar a estas compañías, independientemente de cuántos años lleven en el mercado, de la fase de desarrollo o de la facturación y estudiar, desde la misma Ley, cómo se puede apoyar en otras fases del crecimiento».
«Lo importante es entender que estas empresas son clave para la economía del país por todo lo que aportan en cuanto a innovación, globalidad, atracción de talento, de inversión, en cuanto a todo, y ser conscientes de que hay que seguir apoyando en sus momentos de mayor desarrollo», sostiene Benjumea.
Visión de país
Por su parte, Alberto Tornero, socio responsable del área de Empresas de Alto Crecimiento en PwC, coautores del análisis antes referido, considera que “lo interesante es que cada cosa tenga su medida y su herramienta concreta. La ley de startup funciona, pero igual hay que ver otro tipo de herramientas legislativas que atiendan a los procesos de crecimiento y vayan un poco más allá de la actual Norma. Pero habría que analizarlo una vez que tengamos claro qué queremos hacer y dónde queremos vernos dentro de cinco años. Ese es el tema. No solo regular, sino verlo con visión país».
También desde Adigital, a través de su plataforma EsTech, dedicada a promover las empresas españolas de alto crecimiento y base tecnológica -scaleups- contempla, dentro de su Plan de Escalabilidad presentado el pasado mes de noviembre, un diálogo abierto entre agentes públicos y privados para ampliar el impacto de la Ley de Startups.
Miguel Ferrer, vicepresidente ejecutivo de Estrategia y Política Pública en Adigital, sugiere distintas posibilidades. “O bien crear una certificación para scaleups que tengan valor estratégico o bien establecer una prórroga de los beneficios de la certificación de startup extensible en un plazo más largo”.