Cuando Marc Olmedillo, Sergi Bastardas y Andrés Cester fundaron Colvin, en el año 2016, supuso toda una revolución. Estos emprendedores demostraron que innovar es posible incluso en sectores tan tradicionales como la venta de flores y plantas.
Su modelo de negocio disruptivo suponía la creación de la primera red sin intermediarios del sector, conectando agricultores, mayoristas, floristas y clientes de forma eficiente a través de la tecnología, como contábamos en este reportaje.
Poco a poco, la empresa fue creciendo, consolidándose y dando entrada a inversores, levantando más de 100 millones de euros entre deuda y capital. Sin embargo, el ecommerce no fue capaz de enderezar el rumbo tras la crisis de la COVID-19.
Los fundadores acabaron saliendo de la compañía en 2023, con la intención de poner al mando a un CEO que llevase a Colvin hacia una senda de crecimiento rentable y a largo plazo. Y el pasado otoño, la empresa comenzó a negociar un plan de reestructuración con socios y acreedores, tratando de encontrar salidas soluciones para refinanciar su deuda, como contaba LaInformación-20minutos.
Antes de eso, en 2023, la startup catalana había concretado un préstamo convertible de 6 millones en una ronda interna y ejecutó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que supuso el despido de 80 empleados y el cierre de la división de servicios a empresas, según indica el citado medio.
Pero el problema venía de antes, ya que Colvin se había endeudado considerablemente en 2021 y 2022, para afrontar la situación provocada por la pandemia. Así fue como llegó a la empresa el fondo británico Claret Capital Partners, que se convirtió en el principal acreedor de la compañía.
Colvin sale del concurso de acreedores
Colvin ha estado cerca de cerrar, pero la primavera ha traído el renacer de la empresa. Aunque ha tenido que hacer una importante poda para salir adelante y abandonar la situación de concurso de acreedores.
El Periódico explica que Claret ha comprado la unidad productiva de Colvin, desembolsando alrededor de un millón de euros.
La primera decisión que ha tomado ha sido prescindir de la mitad de sus empleados. Su plantilla se ve reducida así a apenas 17 trabajadores. Lejos quedan aquellos días en los que superaba el centenar de empleados.
La reestructuración acometida por el fondo británico no se limita a realizar despidos, sino que tiene un plan para refundar la empresa y crear una ‘New Colvin’.
De acuerdo con la información que publica El Periódico, Claret se ha comprometido a mantener Colvin en marcha durante al menos tres años. Cabe señalar que el fondo sólo se ha hecho con el negocio en España, ya que las filiales que tenía en Italia y Alemania se cerraron, mientras que la de Francia se ha vendido a otra compañía.
El plan del fondo para sacar adelante el ecommerce pasa por la reducción de la complejidad en los sistemas y procesos de negocio, el recorte de sus costes, la inversión en la marca y la ampliación de su surtido, con el objetivo de que el cliente repita compra. Para ello, destinará en torno a 2 millones de euros en forma de capital riesgo.
El citado medio reseña que el nuevo propietario atribuye la insolvencia de Colvin a una estrategia enfocada en un crecimiento acelerado de las ventas, en lugar de priorizar la rentabilidad, según se indicaba en la carta de despido remitida a los trabajadores.
De este modo, considera que tal situación dio lugar a una inversión intensiva, sobreestimación de los futuros ingresos y elevados costes operativos, de marketing y de personal, combinados con una escasa generación de caja y la frustración de su anterior plan de reestructuración.