Los business angels son una figura esencial para el desarrollo y consolidación del ecosistema startup.
Además de invertir su propio dinero, aportan un valor añadido a las empresas que apoyan, actuando como consejeros, como miembros no ejecutivos en los consejos asesores de las compañías o como incluso miembros en sus consejos de administración.
Así pues, ayudan a las startups a captar financiación adicional, ofrecen orientación estratégica y seguimiento del negocio, aportan conexiones con clientes, socios estratégicos o inversores potenciales, prestan apoyo en los procesos de salida, captación y contratación de talento, facilitan alianzas estratégicas o adquisiciones, etc., como ya hemos comentado en alguna ocasión.
Sin embargo, estos inversores no son ajenos al escenario de incertidumbre que nos envuelve. Así pues, aunque siguen dando su apoyo a las empresas emergentes, y están dispuestos a seguir haciéndolo, están invirtiendo con cierta precaución.
“La persistencia de un contexto macroeconómico poco favorable para la inversión desde mediados de 2022 (con una inflación elevada, expectativas de recesión económica y aumento del desempleo, tipos de interés elevados e inestabilidad geopolítica, entre otros factores) y la escasa liquidez a causa de un entorno de desinversión notablemente débil en todos los mercados (adquisiciones y salidas a Bolsa) han tenido un impacto global en las estrategias y enfoques de los inversores de venture capital profesional en Europa y Estados Unidos”, indica el informe ‘Business Angels 2024. La inversión en startups: actividad y tendencias’, publicado por la Asociación Española de Business Angels (AEBAN).
“Esto ha provocado una marcada disminución de la actividad inversora, con algunas pocas excepciones, en todos los segmentos de inversión durante 2023. Los mayores retrocesos se han producido en las fases de inversión más maduras, a partir de early stage (series B), later stage (series C, D) y venture growth (series E y subsiguientes), añade.
El estudio reseña que “en España, el fuerte repliegue de los inversores internacionales en comparación con 2021 y 2022, ha propiciado un derrumbe en la actividad, especialmente en las grandes operaciones (megarrondas de más de 100 millones de euros) en las fases más avanzadas de inversión”. Así pues, considera que “la abrupta corrección en el volumen global de venture capital se explica más por este factor que por la reducción de las operaciones”.
En cuanto a la actividad inversora en fases iniciales (preseed/seed) o tempranas (series A y B), en las que también participan los business angels y otros operadores de venture capital ‘informal’, —aceleradoras, crowdfunding, venture builders, family offices, etc.—, el informe indica que se han registrado descensos más moderados. De este modo, si se excluye el impacto de las megarrondas, el informe habla de “un crecimiento sostenido del venture capital en España durante los últimos diez años”.

Además, AEBAN destaca que “en un contexto de financiación más restringida y de mercados de bienes y servicios volátiles, los inversores han mostrado una gran cautela durante 2023”. “En general, han optado por invertir de manera más moderada y selectiva, o han evitado incluso realizar nuevas inversiones, lo que ha generado una menor competencia por las operaciones en el mercado y, como resultado, una disminución en las valoraciones. Al mismo tiempo, en estas circunstancias se han centrado en brindar apoyo a las empresas en las que ya habían invertido, con el fin de garantizar su continuidad”, detalla.
¿Qué harán los business angels este año?
El ecosistema startup está de enhorabuena, puesto que la mayoría de los business angels piensan seguir invirtiendo este año, aunque seguirán siendo precavidos.
“En el ecosistema emprendedor se percibe que las condiciones del entorno que provocaron la disminución de la actividad inversora desde 2022 podrían haberse superado, lo que sugiere la posibilidad de una recuperación de la actividad hacia finales de 2024”, apunta AEBAN.
“Sin embargo, los inversores son conscientes de que el entorno macroeconómico seguirá siendo inestable y que los actuales conflictos geopolíticos, la incertidumbre política a nivel local, así como los grandes retos de transformación ligados con el cambio climático y la transición energética, seguirán marcando en gran medida las agendas económicas y financieras durante el año”, añade.
Pero los business angels continuarán apoyando a los emprendedores. “A pesar de estas reservas y de la mayor cautela en las inversiones en general, la gran mayoría de los inversores encuestados expresan confianza en el corto plazo, ya que indican su disposición a invertir en 2024”, explica.
En concreto, el 89% de los business angels consultados por AEBAN indican estar dispuestos invertir en 2024 y sólo un 7% dicen que no realizarán inversiones este año.
Entre los que invertirán, 4 de cada 10 (42%) señalan su intención de ampliar su cartera con nuevas inversiones, mientras que un 28% se muestran dispuestos a combinar nuevas inversiones, inversiones de seguimiento y desinversiones.
“Más allá de las reservas apuntadas y una mayor cautela generalizada en el ecosistema de financiación emprendedora, muchos inversores esperan encontrar en 2024 oportunidades de inversión atractivas aunque más pragmáticas, es decir, startups con hojas de ruta estratégicas sólidas, con modelos de negocio sostenibles, accesibles y con valoraciones más ajustadas”, agrega el informe.

“En otras palabras, la cautela a la hora de invertir determinará un mayor cribado de las oportunidades, con el foco puesto en startups con modelos de negocio sólidos y palancas de rentabilidad demostrables. Como siempre, el reto de los inversores radicará en diferenciar los proyectos ‘buenos’, de alta calidad emprendedora y verdaderamente ‘invertibles’ de aquellos que sepan ‘venderse’ muy bien”, puntualiza.