Emprendedores e Ibercaja se han reunido para debatir sobre las claves y los ingredientes que deben tener las empresas en el año 2030. El escenario elegido, uno de los tres Centros de Negocios de Empresas que la entidad financiera zaragozana tiene en Madrid. La fecha, el pasado 27 de noviembre. El título del debate, “Los cuatro ingredientes imprescindibles de la empresa 2030”.
Para la ocasión reunimos a diez emprendedores de muy diferentes sectores. Ellos fueron, Noelia Amoedo, fundadora de Mediasmart; Vincent Rosso, cofundador de Consentio y de BlaBla Car España; David Hernández Pumarega, fundador de Pangea; Carlos Rivera, cofundador de Clicars y de la Fundación Alex Rivera; Mireia Badia, CEO en StockCrowd In; Charlie Saiz, cofundador de Larrumba Holding y de Fabela Boxing Club; Gabriela Ortiz, fundadora de Bo Star; Marcos Baroja, fundador de Infinit Group; Nico de Luis, cofundador de Shakers, y Marta Moya, cofundadora de Mia Cosmetics Paris.
El debate estuvo moderado por Toño Ruiz, jefe de Estrategia Comercial de Banca de Empresas en Ibercaja, y Alejandro Vesga, CEO y director de la revista Emprendedores. En el debate también estuvieron presentes Ana Porroche, gerente de Empresas de Ibercaja; Maite Martín, directora de Negocio de Ibercaja, Paco Valverde, director de Banca de Empresas, y Luis Junca, director del Centro de Negocios de Empresas que Ibercaja tiene en la calle Almagro.

Con un pasado de 16 años como emprendedor, Toño Ruiz recordó a los presentes que Ibercaja, donde lleva trabajando 5 años, tiene especial interés en conocer la realidad de las preocupaciones y necesidades financieras de las empresas. De ahí, el objetivo de encuentros como el que vivimos el pasado miércoles. Señaló también que con sus casi 150 años de antigüedad (celebra su aniversario en 2026), Ibercaja es fundamentalmente “una caja de ahorros, un banco de valores, que devuelve el 100% de sus dividendos a la sociedad y que en los últimos años ha crecido muy por encima de la media del sector”.
El impacto de la IA
La primera cuestión en debatirse fue el impacto de la IA en la empresa actual y en la empresa de 2030. David Hernández Pumarega, fundador de Pangea, la agencia de viajes con 14 tiendas en España y próximas aperturas en México, Miami y Portugal, fue el encargado de abrir debate. En su opinión, “la IA no viene a sustituir al talento humano sino que lo va a hacer más eficiente. La tecnologías nos va a hacer más poderosos y nos permitirá dedicarnos a hacer cosas de más valor añadido”. Con experiencia profesional en la banca, Hernández está convencido de que el sector bancario “tiene que desarrollar una mejor estrategia de escuchar al cliente y hacer soluciones más pegadas a él”.
Escuchar y agilizar
Con un amplio bagaje profesional ligado a la tecnología, Noelia Amoedo fundó Mediasmart en 2012, especializada en compra programática para medios a través de la IA, compañía que vendió en 2020. Para ella, “no sólo es necesario que la banca escuche más sino que también haga los procedimientos más sencillos y con la IA es mucho más fácil, pero no sólo la IA generativa sino también la predictiva y esta está ya mucho más instalada en la sociedad. Pero la IA debe ser contemplada como una herramienta más y las empresas deben contribuir a que eso sea así y que contribuya a hacer los negocios más efectivos y a dar más valor a los proyectos, pero manteniendo a las personas en el centro. Nuestra dicotomía como empresa es resolver la cuestión entre dar a las personas lo que piden o lo que necesitan”.

El factor humano
Vincent Rosso cofundó BlaBla Car España y hace cinco años Consentio, plataforma para el comercio de productos desde el campo hasta los hoteles y restaurantes que hoy está presente en España, Francia, Países Bajos y Estados Unidos, señaló que en su caso trabajan mucho con herramientas como el whatsapp. “Todo está basado en investigación móvil. Al aplicar la IA se pueden agilizar los procesos, pero la gente del sector, tanto los del campo como muchos de los restaurantes, son reacios a introducir la IA”.
Algo en lo que coincidió Marta Moya, cofundadora de Mia Cosmetics Paris, grupo cosmético presente en más de 3.000 farmacias de España y Europa. “Yo uso IA generativa para analizar el consumo, pero luego trabajo con las farmacias, muchas de ellas rurales, que no saben de qué va la IA. En mi caso creo que lo que diferencia al final a una empresa de otra es el factor humano”.

Mireia Badia recordó lo difícil que es mover una entidad financiera “porque es un sector muy sometido a una regulación que no afecta a otros sectores. Nosotros estamos regulados por la CNMV, pero es una regulación más laxa”. Badía cofundó la plataforma de financiación para pymes Growly en 2015 y en 2022 se fusionaron con StockCrowd In de la que es su CEO. “Creo que lo que hay pedir a la banca es que esté cuando las cosas van mal. Yo he visto empresas caer porque no podían hablar con la banca para una refinanciación y en los momentos difíciles es necesario que haya una persona”.
La gestión del cambio
Marcos Baroja introdujo un elemento nuevo en el debate: la gestión del cambio. Fundador de Infinit Group, grupo de gestión e inversión en espacios deportivos que aglutina tres marcas: Infinit Fitness, con 14 centros; WeYou, con 5 instalaciones, e Infinit Ski, con un centro abierto. Está convencido de que “es necesario incorporar soft skills nuevas. Ahora se le pide la líder que sea casi un coach.”
Carlos Rivera cofundó Clicars en 2016 y, tras venderlo en 2022 , fundó la Fundación Alex Rivera para ayudar a adultos con síndrome de Down. Para él, “el primer ingrediente de una empresa es el cliente y eso los bancos no lo hacen. En las startups el mayor financiador son los clientes. No se trata muchas veces de innovar como tal sino de escuchar al cliente. El segundo ingrediente básico es el equipo humano y el tercero es la tecnología, que puede llegar a ser el segundo ingrediente básico de una empresa, pero nunca será el primero”.

El papel de la sostenibilidad
Llegados a este punto tocaba hablar del papel de la sostenibilidad en la empresa actual y en la empresa del futuro. En este sentido, Charlie Saiz, cofundador de Larrumba Holding, paraguas que aglutina a Grupo Larumba y Grupo Carbón, y fundador de Fabela Boxing Club, recordó que “casi todo lo que vendemos es de proveedores locales, vendemos en carón reciclado, la logística la hacemos en movilidad sostenible… Pero creo que la clave real para que la sostenibilidad se instale en las empresas como una realidad es que la generación que ahora mismo tiene en torno a 18/20 años dan mucha importancia a ese factor de sostenibilidad y será esa demanda del consumo la que determine su implantación”. Y en cuanto a la banca, valoró que a menudo los analistas de riesgos sólo se fijan en la evolución sectorial y apenas miran las cuentas particulares, por eso recomendó que “cuando el banco te dé dinero, cojas todo lo que puedas abarcar aunque sea para poner en un depósito. Es necesario agilizar y humanizar los procesos”.
Contra la hipocresía social
Gabriela Ortiz, fundadora de la marca de bañadores Bo Star, criticó la hipocresía social de “reivindicar muchos valores sostenibles y reclamar sellos y etiquetas digitales, pero luego comprar camisetas por 2,90 euros. Todas las grandes marcas ponen las etiquetas y cubren el expediente, pero las pequeñas lo tenemos muy complicado para asumir la sostenibilidad, es un escollo que resulta muy poco rentable. Yo tuve que dejar de fabricar en España y trasladarme a Túnez, para poder colaborar con proyectos de apoyo a la mujer y así poder entrar en la cadena de sostenibilidad”.

Una nueva forma de trabajar
Nico de Luis es cofundador de Shakers, plataforma que pone en contacto a profesionales tech con empresas que necesitan departamentos técnicos. “Nuestra razón de ser es el talento humano. Montamos equipos híbridos: trabajadores autónomos que colaboran con gente de dentro. Ahora a la gente no le resulta sexy trabajar muchos años en la misma compañía, sino que quieren trabajar por proyectos. Y esa es una realidad cada vez más habitual en las empresas y que lo será todavía más en el futuro: las relaciones profesionales van a ser cada vez más líquidas”.
Tras el debate todos los asistentes pudieron continuar con la conversación durante el networking del cóctel posterior que se sirvió en las mismas instalaciones.