La industria aeroespacial ha dejado atrás la exclusividad de los programas gubernamentales y de gigantes como GMV o Hispasat y ha dado paso a un nuevo paradigma, el New Space, en el que las startups aeroespaciales más innovadoras están reinventado el mercado.
Startups que ya han tomado el relevo para cambiarlo todo con proyectos que requieren menos inversión y menos tiempo para comercializar nuevos servicios hasta ahora impensables.
Esta nueva era, que de alguna forma inauguró SpaceX, representa “una nueva manera de ver el espacio, de hacer programas espaciales, en donde el fallo está más aceptado. Es decir, en lugar de lanzar un satélite de 200 millones, lanzamos 200 satélites de un millón y si alguno de esos 200 falla, tienes otros 199″, explica Guillermo Valenzuela, cofundador de Aistech, que en 2018 fue la primera empresa privada en lanzar un nanosatélite en España.
«Esto cambia el paradigma de las misiones espaciales porque pasamos de misiones de 10 años (desde que defines, diseñas, haces el satélite y lo lanzas) a misiones de un año. Un recorte brutal en los tiempos de desarrollo y en el coste. Esto permitió que empresas aeroespaciales como nosotros, que no somos una gran corporación, tengan realmente acceso al espacio desarrollando tecnología y aplicaciones específicas para clientes sin necesidad de levantar 500 millones de euros para lanzar un megasatélite”, añade.
Negocios del ‘New Space’
La industria de los pequeños satélites y sus aplicaciones se ha convertido, de hecho, en uno de los pilares de esta nueva era en la que España puede ofrecer toda la cadena de valor del sector.
“Desde lanzadoras de satélites como PLD Space (la única lanzadora de Europa que tiene probados sus cohetes para empezar a comercializarlos), pasando por los fabricantes de satélites como Deimos Space (adquirida por Indra) o Alien Space (Galicia), los fabricantes de la tecnología que se integra en los satélites que define la función del satélite (la carga útil del satélite o payloads, una cámara, un telescopio, unos sensores…), hay muchas empresas aeroespaciales que están diferenciadas en esto. Y están también los operadores de satélites como HISPASAT o HISDESAT y las compañías que generan información con todos esos datos”, explica Carles Franquesa, cofundador de Aistech.

Un nuevo ecosistema startup
El nuevo ecosistema emprendedor impulsado por el New Space se encuentra en su mejor momento, con más talento y recursos que nunca. “El espacio tradicional dependía muchísimo del Gobierno, necesitaba grandes capitales y estaba más concentrado en Madrid y Sevilla. Ahora está más protagonizado por compañías privadas y puede nacer en cualquier sitio donde haya talento e interés. Hoy es una industria muchísimo más distribuida, con compañías aeroespaciales muy interesantes también en Galicia, Andalucía, Valencia, Cataluña y País Vasco», explica Jaume Sanpera, CEO de Sateliot (la única compañía del mundo que opera con satélites 5G para el Internet de las cosas).
«Esta es una carrera muy diferente del espacio tradicional. Es una carrera que todavía exige grandes capitales, pero también muchísima flexibilidad y capacidad de asunción de riesgos en cualquier desarrollo. A las compañías tradicionales les cuesta moverse a la velocidad que necesita este nuevo segmento y son las startups las que tienen esa agilidad para cambiar el mercado”, añade.
Tops en innovación y escasa financiación
Estados Unidos es el país de referencia en el mundo, pero España también ocupa una posición relevante si nos atenemos a la innovación. “Hemos conseguido por fin completar la cadena de valor del sector espacial y tenemos toda la capacidad end-to-end. No somos Estados Unidos, ni lo pretendemos, pero sí que está ahora la ambición de conseguir e imponer a España como líder en ese top cuatro de países europeos dentro del sector espacial, junto con Francia, Alemania e Italia”, explica Raúl Verdú, CEO de PLD Space.
A favor del tirón español ha jugado la fortaleza de nuestra industria aeronáutica y la capacidad de generar y atraer talento. “El talento español en aeroespacial es enorme, contamos tanto con empresas consolidadas a nivel mundial como GMV como con compañías tecnológicas como PLD Space, Sateliot, Pangea Aerospace o Arkadia Space», asegura Chema Molina, CEO de Frenetic, la startup española que ha participado en el último lanzamiento de SpaceX.
«Sin embargo, son negocios muy intensivos en capital y talento. Lo segundo es algo con lo que no sólo contamos de forma nativa en España, sino que cada vez más extranjeros de primera línea deciden mudarse a España (como ejemplo, PLD Space ha montado un equipo top desde Elche). Sin embargo, a nivel de inversión la capacidad de financiación española versus sus contrapartes de USA no tiene nada que ver”, continúa Molina.
Aunque todas estas startups aeroespaciales son muy eficientes en capital respecto a lo que son las empresas tradicionales del sector, siguen siendo proyectos intensivos en capital y la falta de ese dinero clave es una de las principales asignaturas pendientes de nuestro país.
“España y Europa en general tienen un déficit en el mercado de capitales, ya no solo por la capacidad, sino también por el perfil de riesgo que necesitan estas industrias. O sea, para empezar necesitas unos cuantos millones, si no, no puedes ni empezar a jugar. Eso hace que sea difícil, porque son compañías de tecnología compleja y necesitas años para poder desarrollar algo que sea comercializable”, comenta Jaume Sanpera.
Oportunidades en una industria clave para todo
A cambio, hablamos de un sector en el que una vez probado el modelo de negocio se consiguen unas rentabilidades muy elevadas y en el que todo está por hacer. “Las oportunidades son inmensas. Jeff Bezos dijo que esto es el nuevo Internet. O sea, estamos en los inicios de un sector que va a facturar trillions en muy poco tiempo y en el que, de momento, los players no están establecidos. Es un sector que está empezando a nacer como sector privado y que va a crecer a dos dígitos durante muchos años”, asegura Jaume Sanpera.
A la hora de identificar oportunidades, hay que pensar sobre todo que la industria aeroespacial tiene también aplicaciones prácticas para otros muchos sectores.
“La industria aeroespacial es un pilar en el mundo moderno. Las comunicaciones globales están basadas en los satélites. La observación de la Tierra es crucial para la navegación, para el medio ambiente y para avances científicos significativos. Y, paralelamente, y es lo que tiene de bueno este programa (ESA BIC), se impulsa la innovación tecnológica, porque hay mucho desarrollo tecnológico para llevar esto adelante, que luego puede utilizarse para otras aplicaciones. Entonces, es una industria rica en potencial y aplicaciones prácticas”, explica Federico Morán, director de la Fundación para el Conocimiento madri+d.
Dentro de la propia industria, hay oportunidades “en proyectos que innoven en nuevos sistemas de propulsión, sistemas de colocación de satélites o de manipulación y orientación de los satélites una vez que están en órbita o sistemas de entrada a la atmósfera”.
Pero también “en torno a la optimización de la energía, la propia gestión de las operaciones espaciales, algoritmos de compresión de datos o soluciones para la sostenibilidad espacial”, asegura Federico Morán.
Si hablamos de aplicaciones a otras industrias, Morán ve oportunidades para startups que utilizan satélites para la observación de la Tierra, para mitigar el cambio climático, para la optimización de la agricultura de precisión o el uso de vehículos no tripulados en navegación.
“El espacio tiene que ir a un modelo horizontal que beneficie a la agricultura, al clima, a la medición del mar, a la industria, a todo tipo de verticales. Cualquier empresa en el futuro va a tener una estrategia espacial, va a tener que ver cómo aplicar el espacio a su actividad”, comenta Pablo Durban, CEO de Hydra Space Systems.
“Por ejemplo, una empresa como Zara, igual necesita un control de contenedores y de logística de mercancías, tiene que hacer un seguimiento en zonas en las que no hay cobertura y la única manera de hacerlo es a través de tecnología espacial”, añade.

Fondos de inversión para empresas aeroespaciales
La falta de capital se refleja en el hecho de que apenas existan fondos aeroespaciales especializados. Hasta ahora, la mayoría de los proyectos se han apoyado en actores tradicionales de la innovación como CDTi y Enisa, pero poco a poco van surgiendo fondos especializados exclusivamente en el sector espacial, al menos fuera de nuestras fronteras, “como In-Q-Tel (EEUU) o Seraphine (Europa)”, apunta Carles Franquesa.
Hay también fondos generalistas con un foco importante en el espacio, como Expansion (Francia) y Rymdkapital (Suecia). En España tenemos a Hyperion, un fondo español especializado en tecnologías duales de defensa, aeroespacio y ciberseguridad basada en la inteligencia artificial.
Otro ejemplo podría ser NAZCA CAPITAL, que acaba de presentar el que será el mayor fondo de capital privado en España especializado en el sector aeroespacial y de defensa, pero enfocado en empresas ya desarrolladas y que están en fase de crecimiento”, explica Federico Morán.
Desde el lado de las instituciones públicas destaca la reciente creación de la Agencia Espacial Española, con sede en Sevilla. Y los ESA BICs (Business Incubator Centers) que hasta ahora dependían de la Agencia Espacial Europea (ESA) y hoy están coordinados por la Agencia Espacial Española. Son centros de incubación para empresas ya constituidas con menos de 5 años de antigüedad y que innoven en el sector aeroespacial que ofrecen apoyo integral a los proyectos escogidos y financiación de 60.000 euros.
Proyectos aeroespaciales como Occam Space, Persei Space u Orbital Paradigm, con propuestas muy innovadoras para el amarre o el transporte de pequeños satélites en el espacio, o IVAQ, Ahyres y Digital Earth Solutions, con soluciones terrestres como los accidentes de esquí en caso de avalancha, la inspección de infraestructuras o la simulación de catástrofes en el mar, todos ellos incubados en ESA BIC Madrid.
El momento de la Defensa y la soberanía aeroespacial
Otra gran fuente de oportunidades para proyectos aeroespaciales viene por la nueva política de rearme de la Unión Europea. El plan destinará 800.000 millones de euros a Defensa, pero no solo, porque el espacio es un sector muy ligado a la seguridad y la Defensa. Va a haber más recursos y se va a apostar más por proyectos propios, buscando la autonomía europea.
“Durante muchos años hemos vivido una dependencia de la tecnología no europea y en este momento Europa se da cuenta de que necesitamos una soberanía tecnológica en varios ámbitos y uno de ellos imprescindible es una soberanía tecnológica en el espacio. No podemos depender de terceros países para temas tan estratégicos, tan importantes, no tan solo para el mundo civil, sino también para el mundo de la defensa, como es el espacio. Ahí debemos tener nuestras propias constelaciones y nuestras propias capacidades que nos permitan sobrevivir en caso de aislamiento por alguna de las potencias”, comenta Jaume Sanpera.
Que añade: “El sector de la defensa ha visto que el espacio es una parte fundamental y ha reconocido que muchas de las soluciones que necesitan están en startups. Está habiendo un movimiento muy rápido”.
Aquí puedes leer los ejemplos emprendedores de 6 startups aeroespaciales españolas que están liderando el mercado europeo, con propuestas que van desde los lanzamientos de cohetes a la fabricación de satélites o tecnología punta para el sector.