Desde Avon hasta Tupperware, pasando por Thermomix o Herbalife, el sector de la venta directa nos ha ofrecido muchos casos de éxito desde su nacimiento.
Sin embargo, el mercado y los consumidores han cambiado mucho, especialmente, en la última década, poniendo en serios apuros a algunas de las empresas que han confiado tradicionalmente en este canal, como Tupperware, tal y como contábamos en EMPRENDEDORES.
Pese a todo, la venta directa sigue siendo un sector muy dinámico y con un importante peso en la distribución. Así pues, en plena era digital y del ecommerce, la venta directa facturó en España 725 millones de dólares (660 millones de euros) en 2022, de acuerdo con el ‘Informe anual global sobre la venta directa’, elaborado por WFDSA Stats,
Aunque estas cifras suponen un descenso del 12,5% en el último año, nuestro país se sitúa como el quinto mercado con mayor nivel de facturación dentro de la Unión Europea —por detrás de Alemania, Francia, Italia y Polonia— y octavo de Europa —con Rusia y Reino Unido en cuarta y quinta posición—.
“El hecho de que nuestro país ocupe la quinta posición prueba la relevancia del sector en España. Se trata de un sector resiliente, en continua evolución y con un gran potencial de crecimiento”, explicaba Miguel de Soria, vicepresidente de la Asociación de Empresas de Venta Directa (AVD) de España, en el encuentro ‘Emprender en venta directa’, celebrado en colaboración con la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA).
Oportunidades laborales en la venta directa
“El sector de la venta directa es un mercado consolidado al que se dedican más de 262.000 profesionales, y al que uno de cada cinco españoles acuden para adquirir alguno de sus productos”, añadía Carlos Barroso, presidente de la AVD.
Además, la venta directa es un importante generador del empleo femenino, ya que casi ocho de cada diez (77%) de los distribuidores son mujeres. No obstante, en los últimos cinco años ha aumentado en un 6% el porcentaje de hombres que desarrollan su actividad en este sector, hasta alcanzar el 22%.
La venta directa también es un sector con una clara composición intergeneracional. Casi dos tercios de los distribuidores (65%) tienen entre 35 y 54 años, mientras que un 15% tienen más de 55 años —10 puntos porcentuales más que hace cinco años— y el 11% tienen entre 25 y 34 años, según los datos del informe europeo ‘Distribuidores de venta directa 2023’, realizado por Ipsos para Seldia, la Asociación Europea de Venta Directa, en colaboración con Direct Selling Europe (DSE).
Además, ha aumentado en 4 puntos porcentuales el porcentaje de distribuidores españoles que tienen más 64 años (5%), lo que posiciona a la venta directa como una interesante oportunidad de emprendimiento para los profesionales sénior.
El informe destaca la contribución del sector al desarrollo personal y profesional. Por ejemplo, desvela que más de la mitad (53%) de los distribuidores en España se dedica a esta actividad desde hace más de 4 años, lo que indica un alto nivel de experiencia.
El estudio también descubre un fuerte sentido de vinculación personal entre los distribuidores y las marcas a las que representan. Así pues, el 97% de los profesionales se sienten conectados con los productos o servicios que venden, mientras que el 94% se sienten alineados con el propósito y los valores de su marca.
Además, nueve de cada diez (90%) de los distribuidores españoles valoran la oportunidad que ofrece la venta directa para emprender y convertirse en su propio jefe. Igualmente, consideran que la venta directa es una buena opción para conseguir ingresos adicionales, al ser compatible con otra ocupación, debido a la flexibilidad y adaptabilidad que suele tener dicha actividad.
Asimismo, el 77% de los trabajadores de este sector están ‘satisfechos’ o ‘muy satisfechos’ con esta actividad, según una reciente encuesta del Instituto Nacional de Estadística (INE).