Startups de todos los sectores que nos han gustado por su innovación en actividades muy concretas que las hacen únicas en sus mercados y en el panorama internacional.
Hongos para recuperar bosques
Rhizocore se ha especializado en la producción de un tipo de hongo (los hongos micorrízicos) muy eficientes en la absorción de nutrientes que transportan desde el suelo hasta el árbol, ayudándoles así a adaptarse mejor a las nuevas condiciones de un terreno. Es la única empresa que utiliza este tipo de hongos, capaces de formar asociaciones simbióticas con la mayoría de los árboles. Si se utilizan bien, estas asociaciones simbióticas producen unos efectos muy beneficiosos sobre los árboles jóvenes: reducen la tasa de mortalidad de estos y les ayudan a prosperar mejor, acelerando su crecimiento y mejorando su resistencia a condiciones adversas como la sequía o cualquier tipo de enfermedad.
Dicen que al utilizarlos mejora en un 35% la supervivencia de los árboles, lo que los convierte en una auténtica joya para proyectos de reforestación y recuperación forestal.
Microfábricas de moda local bajo demanda
La startup Rodinia Generation ha desarrollado un método para fabricar moda que reduce drásticamente las dos bestias negras del sector: la emisión de carbono y el consumo de agua. Su sistema consiste en un hardware y un software interno que opera una red de microfábricas automatizadas que producen moda cerca del cliente y solo en las cantidades exactas que compra la gente. Su primera microfabrica funciona desde 2021 en Copenhague donde producen las telas en un proceso automatizado sin agua ni productos químicos tóxicos. Esas telas van luego a parar a talleres locales, donde se cosen las prendas listas para vender.
No se trata de moda alternativa, sus fábricas están orientadas a grandes marcas que quieran aprovechar la oportunidad de adaptar su producción a la demanda, algo que ellos hacen posible han reducir el tiempo de producción de los productos y con menos coste (no solo por el menor consumo de agua, sino que también necesitan como 100 veces menos espacio para la producción de las prendas).
Su visión es establecer una red mundial de microfábricas para marcas internacionales de lujo y de alta costura preocupadas por el medio ambiente.
Una industria espacial verde
Con el reciente lanzamiento del primer turista del espacio se ha generado la polémica de la contaminación ambiental que ese tipo de turismo puede suponer. Y resulta que ya hay startups que han pensado en la necesidad de una industria espacial menos contaminante y que han encontrado soluciones.
ISPTech, una spin off del Instituto de Propulsión Espacial del Centro Aeroespacial Alemán (DLR), desarrolla tecnologías de propulsión espacial ecológicas para cada nave espacial y según sus fundadores a bajo coste y con un alto rendimiento y fiabilidad. Son tecnologías que se adaptan a naves espaciales de todos los tamaños y tipos, desde satélites cúbicos hasta satélites de gran tamaño, cápsulas o módulos de aterrizaje.
Un marketplace para reparar artículos de moda
Otra propuesta para hacer la moda más sostenible. En este caso alargando el ciclo de vida de las prendas. Tingit ha ideado un marketplace de reparaciones de ropa y calzado que funciona de una forma muy sencilla. El usuario envía un vídeo con las prendas que necesita reparar, recibe las propuestas de los talleres adscritos y, si está conforme con el presupuesto, la aplicación se encarga de enviar los artículos al taller y de gestionar el cobro del servicio.
La idea de la empresa es ofrecer su plataforma a empresas de comercio electrónico (no solo de consumidor final a taller) para que estas puedan integrar servicios de reparaciones en sus comercios. Tampoco han pensado quedarse exclusivamente en el negocio de la moda, la idea es ampliar a artículos deportivos, juguetes y pequeños electrodomésticos
El servicio, de momento, solo funciona en Lituania, pero ya cuenta con planes para expandirse por Europa. Por cierto, Lituania es también el lugar de donde surgió Vinted, el gigante de moda de segunda mano. De hecho, los fundadores de Tingit se han inspirado en Vinted con quienes han trabajado en el pasado.
Digitalizar el cuidado de la incontinencia
Sensores integrados en los pañales de las personas mayores para ayudarles en una mejor gestión de su incontinencia, además de facilitar el trabajo a sus cuidadores. AssistMe ha desarrollado un sistema de sensores conectados a una aplicación móvil para monitorear las necesidades de los usuarios en tiempo real. La aplicación automatiza muchas de las tareas de los cuidadores, como el registro para responder de forma rápida y la prevención de úlceras, tan habituales en estos pacientes.
IA para ayudar a los radiólogos
La startup de origen británico deepc ha desarrollado tecnología de IA para ayudar a los radiólogos en sus diagnósticos, haciéndolos más rápidos y precisos. Una tecnología única, líder mundial en su nicho, que están ya integrando en proveedores de radiología para crear entornos clínicos avanzados y sin complejidades técnica en su uso. Acaba de recibir financiación por valor de 12 millones de euros (lo que eleva a 27,6 millones de euros el total de dinero recibido por los inversores). Con esta cuantiosa inyección de capital quieren mejorar aún más su tecnología y acelerar la expansión internacional.
Mejorar el rendimiento de los deportistas
SportAI utiliza IA para monitorear y mejorar el entrenamiento de los deportistas. Una especie de entrenador virtual que analiza la técnica de los jugadores en tiempo real y le ofrece después comentarios personalizados y al instante para mejorar el rendimiento. No está especializada en un tipo de deporte concreto, se adapta a jugadores de golf, tenis, pádel…
Para afinar en sus análisis de rendimiento se basa en tecnología de aprendizaje automático, visión artificial y tecnología biométrica, una combinación única para comparar la técnica de un deportista concreto con la de millones de jugadores, profesionales y amateurs. Significa en la práctica la democratización de una forma de entrenar que hasta ahora solo tenían a su alcance los mejores profesionales.
Estos análisis los pueden utilizar también los comentaristas deportivos, para mejorar sus locuciones en vivo. Es una tecnología que se adapta a muchos entornos tanto digitales (teléfonos móviles) como físicos (estadios de juego y transmisiones deportivas).