Mi Primera Ecografía 5D fue la startup ganadora del premio al emprendedor con discapacidad otorgado por este publicación en la vigésima edición de los Premios Emprendedores con el apoyo, en esta categoría, de Fundación ONCE e Inserta Empleo y la ayuda del Fondo Social Europeo.
Mi Primera Ecografía se especializa en ofrecer un servicio de proximidad basado en la ejecución de ecografías prenatales hiperrealistas que permiten ver al bebé en fase de gestación de la manera más real posible. Lo consigue haciendo uso de la inteligencia artificial y la técnica avanzada del 5D. Pero hay mucho más. Esta es su historia:
El origen
Formada como técnico superior en imagen para el diagnóstico y técnico superior en medicina nuclear, hace años que Marina Escrivá Novillo trabaja en el hospital de la Cruz Roja de Madrid. Le gusta su profesión y trabajar de cara al público, pero también, como persona empática, se sentía incómoda cuando veía a muchas mujeres embarazadas acudir solas a hacerse una ecografía y marcharse de la misma manera, como si de cumplimentar cualquier otro trámite se tratase.
No es así. Cuando una mujer embarazada va a hacerse una ecografía, se agolpan multitud de emociones en poco tiempo. Alegría, curiosidad, preocupación, miedo o alivio son algunas, pero lo más fuerte es el vínculo emocional que se establece cuando la madre observa los primeros movimientos del bebé o escucha sus latidos. Esa conexión materno-infantil que luego se fortalecerá con la vida, resulta decisiva durante el periodo de gestación. De ella se nutrirá en gran medida el desarrollo físico, cognitivo y emocional del niño mientras que la madre obtiene un sentimiento de bienestar y satisfacción.
Estrechar todavía más esos lazos que unen al bebé con sus progenitores y convertir el hecho de hacerse una ecografía en un momento lo más feliz y placentero posible es lo que se propuso Marina Escrivá el día que decidió dar el salto al emprendimiento.
No lo hizo de golpe, que todavía hoy sigue trabajando en el hospital, sino aprovechando sus ratos libres. También es cierto que, debido a una incapacidad física que padece a raíz de un accidente, llevaba tiempo dándole vueltas a una posible idea de negocio que le procurase una seguridad económica a futuro sin necesidad de hacer un gran esfuerzo físico.
Cubriría así la parte emocional en el embarazo que estaba totalmente descubierta
Sumando una cosa y la otra, a Marina Escriva se le ocurrió que podría conseguir un sobresueldo uniendo su vocación ecografista a un servicio de proximidad que procurase a las mujeres embarazadas un entorno amable donde afrontar la prueba médica. Cubriría así la parte emocional en el embarazo que estaba totalmente descubierta.
Se compró entonces un ecógrafo portátil y empezó a ofrecer servicios de ecografías prenatales a domicilio y a bajo coste. De esta manera, las mujeres podrían hacerse la prueba en el sofá de su casa rodeada de familiares y amigos cercanos. Funda así en 2020 Mi Primera Ecografía.

La primera eco-ambulancia
Para su sorpresa, la iniciativa tuvo mejor acogida de la esperada. Transcurridos uno meses, pudo alquilar un pequeño local donde establecer su propia consulta. En esta trayectoria imparable, tampoco quiso abandonar la atención a domicilio así que, al tiempo, reinvierte las ganancias en la adquisición de una ambulancia de las que retira el sistema sanitario transcurridos 10 años.
Seguidamente, la acondiciona como una clínica ambulante con ayuda de un ingeniero e instala una pantalla de 32 pulgadas, una camilla para la mamá y un asiento para cinco acompañantes, y la tunea con los colores más llamativos que se le ocurren para que todos los habitantes de las zonas rurales y municipios más olvidados de la Comunidad de Madrid pudieran identifica fácilmente su presencia en la zona. Además de a particulares, ofrecen la contratación de su servicio a los Ayuntamientos.
La iniciativa, en apariencia naif, resultó ser una original idea porque a nadie se le había ocurrido antes montar a la que bautizó como una eco-ambulancia que recorriese la periferia madrileña ofreciendo este servicio de radiodiagnóstico low cost.
La carita del bebé
Pero más allá de quedarse en un servicio de proximidad económico, Escrivá lo ha sofisticado. Ofrecen ecografgías en tres etapas. La primera la realizan entre las 8 y 12 primeras semanas de gestación, la cual permite escuchar el latido del corazón del bebé. En una segunda prueba, entre las 12 y 20 semanas, revelan el sexo del bebé y es en la tercera, entre las semanas 23 y 33, cuando los padres pueden ver ya la carita del bebé dentro del útero con la ecografía 5D capaz de proporcionar imágenes tridimensionales del feto en tiempo real.
Hablamos de una opción que la sanidad pública no ofrece aún y eso que ver la carita del bebé reduce el cortisol en las mujeres embarazadas una vez que dejan de imaginar.
Hasta ahora habrá hecho alrededor de 6.000 ecografías a una media de 7 u 8 diarias,14 los fines de semana, cuando crece la demanda ofreciendo ‘super ofertas’ y Escrivá se desplaza en la ecoambulancia. De trabajar dice que no está harta porque “disfruto mucho de lo que hago”.
El acompañamiento a los futuros padres es completo. Cada vez que alguien contrata un servicio en Mi Primera Ecografía, les obsequian con una canastilla con artículos para el cuidado del bebé como un biberón, cremas de cuidados o pañales. El packaging lo realizan personas con discapacidad intelectual para hacer el proyecto más inclusivo.
A la clínica primogénita ha sumado ya otras cuatro, incluyendo la ecoambulancia, apostando para la expansión por el modelo de franquicia.
Un cordón umbilical muy especial
Pero hay otra razón de la que que no hemos hablado aún que inspiraron el negocio de Escrivá. Y es que una de las cosas que permite ver la ecografía es el cordón umbilical, contenedor de células madre, con una capacidad única de autorenovarse y muy valiosas en la medicina regenerativa y terapias celulares.
Joaquín Escrivá, hermano de Marina, fue diagnosticado con aplasia medular que, eventualmente, se convirtió en leucemia. «Recuerdo la angustia de esos días, la incertidumbre de no saber si iba a sobrevivir-cuenta-. Pero gracias a un trasplante de cordón umbilical, hoy mi hermano está aquí, sano y lleno de vida».
Esta experiencia que le marcó, es hoy otro de sus caballos de batalla de Marina Escrivá invitando a todas las madres que asisten a sus consultas a que conserven el cordón umbilical. Podrían así, además de salvar la vida de sus hijos, preservar otras.