Generar un rendimiento es el principal objetivo de cualquier inversión. Sin embargo, se puede conseguir de muchas maneras. Éste es el espíritu de la denominada inversión de impacto, aquella que se realiza con la intención de generar un impacto social o medioambiental positivo, aunque sin perder de vista la obtención de retorno económico.
Aunque esta tendencia haya tardado en trasladarse a nuestro país, parece que está empezando a despertar, tal y como se desprende de los datos de un estudio elaborado por SpainNAB en colaboración con Esade Center for Social Impact.
Según este informe, los activos bajo gestión en inversión de impacto en España crecieron un 58% interanual en 2022, hasta alcanzar 1.208 millones de euros. Y ya hay 32 actores con activos de este tipo.
El análisis desvela que los fondos de capital privado son los principales impulsores de este tipo de inversión, con 874 millones de euros gestionados en 2022, el doble de la cifra del año anterior.
Las fundaciones se colocan como los segundos agentes con mayor volumen de activos gestionados, con un total de 236 millones de euros (+1%). El resto se reparte entre plataformas de crowfunding, family offices, capital riesgo corporativo y fondos o entidades de financiación pública, sumando un total de 99 millones de euros (+3,8%).
El segmento de la financiación bancaria de impacto, que incluye banca ética y social, así como cooperativas financieras de impacto, también tiene un gran peso. Estos actores gestionaron activos por valor de 1.743 millones de euros en 2022, con un crecimiento del 4,4% con respecto a 2021.
El estudio señala que la fuente de capital mayoritaria en financiación bancaria de impacto fueron los inversores individuales en forma de retail, con el 88% del total de los activos gestionados. Los inversores institucionales (9%) son la siguiente fuente de financiación, por delante de los fondos públicos (1%).
“2022 ha cerrado con un crecimiento de la oferta de capital de impacto en base a lo esperado y las cifras demuestran que el sector sigue atrayendo financiación. Sin embargo, también reflejan la necesidad de lograr una mayor implicación de las entidades públicas para lograr un crecimiento a escala, ya que su implicación permitiría una mayor movilización de capital hacia el sector, contribuyendo de manera decisiva a atraer inversión privada”, comentó José Luis Ruiz de Munain, director general de SpainNAB, en la presentación de los resultados del estudio durante el GSG Global Impact Summit.
Asimismo, Juan Bernal, presidente de SpainNAB, hizo un llamamiento a todos los partidos políticos para que la inversión de impacto se convierta en una política de Estados. “SpainNAB ha trabajado incansablemente durante todo el año con las organizaciones privadas e instituciones públicas para avanzar en la generación de una economía de impacto sólida, mediante un marco normativo que dote de seguridad jurídica a la inversión de impacto, de alianzas público-privadas y modelos de financiación innovadores. Convertir la inversión de impacto en política de Estado es una vía imprescindible para seguir avanzando en esta colaboración público-privada”, subrayaba.
Creación del Fondo de Impacto Social
Los esfuerzos de esta organización para situar este tipo de inversión en la agenda pública e influir en el sector público han cristalizado en la creación del Fondo de Impacto Social (FIS), aprobado en diciembre de 2022. Cuenta con unos recursos de 400 millones de euros y será gestionado por Cofides.
Este FIS utilizará diversas modalidades financieras, como la suscripción de participaciones en fondos de inversión de impacto o el apoyo financiero directo a empresas con propósito social u otro tipo de entidades elegibles, bien sea a través de instrumentos de capital o de deuda, que podrán incluir préstamos concesionales.
Aunque el FIS no otorgará subvenciones, está previsto que cuente con una facilidad de asistencia técnica que complemente a la financiación reembolsable y que servirá para sufragar parte del coste asociado a la mejora de las métricas de medición de impacto, entre otras cosas.
Algunos ejemplos de empresas
En EMPRENDEDORES ya hemos destacado algunas iniciativas de impacto. Por ejemplo, Wayout quiere acabar con el excesivo consumo de plásticos derivados del agua embotellada con una propuesta basada en el agua como servicio.
Otra propuesta es Modulize, una plataforma para ayudar a arquitectos, constructores y todo tipo de fabricantes del sector a trabajar de forma conjunta para crear edificios más sostenibles. Y NABLA Mobility también quiere contribuir a la sociedad con una propuesta de navegación inteligente que ayuda a optimizar las rutas en tiempo real. Ésta es sólo una muestra, pero hay muchas más.
Por otro lado, también nos hemos hecho eco de propuestas como el programa de aceleración para startups de impacto social de Fundación Cellnex o la creación de Club Impact Angels, el primer grupo de inversores en startups de impacto en España.