De los aproximadamente 21 millones de asalariados que tiene España, unos dos millones y medio perciben el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), lo que equivale a hablar de alrededor 12% del total de la masa salarial en nuestro país. El Gobierno, con el apoyo de los representantes sindicales y en desacuerdo con la patronal, han pactado una subida del SMI del 5% para el año 2024, esto es 1.134 euros brutos mensuales en 14 pagas, es decir, 756 euros anuales más que el año pasado. Desde 2018, el SMI en España se ha incrementado en un 54%,
Álvaro Aldereguía Fernández de Mesa, director Jurídico de Synergie, multinacional especializada en soluciones globales de recursos humanos y servicios de empleo, aclara algunas de las cuestiones más polémicas de las que se están hablando en relación a la subida del SMI.
Las empresas más afectadas
“En contra de lo que se suele creer, el incremento del SMI afecta muy poco a las grandes empresas y sí mucho a sectores empresariales relativamente vulnerables, ya que este afecta en gran medida a pequeñas y medianas empresas, a autónomos, o a sectores expuestos a grandes vaivenes, como puede ser el sector agroalimentario o el turístico”, afirma el experto.
En su opinión, un incremento u otro puede suponer la diferencia entre que un autónomo pueda contratar a un segundo trabajador que le permita hacer crecer su actividad o que una explotación agrícola o ganadera salga a cuenta o no, y en todo caso siempre tendrá una afectación (positiva o no) en la competitividad de la empresa”.
En consecuencia, un incremento del SMI podría implicar, por un lado “cierta activación del consumo y de la actividad económica”, pero, por otro, una posible destrucción de empleo o un freno a las nuevas contrataciones.
En comparación con los vecinos europeos
Otro argumento muy socorrido a la hora de abogar por las subidas del SMI es comparar el SMI con los países vecinos de la zona euro. Los referentes suelen ser Francia o Alemania, con unos salarios tradicionalmente bastante alejados de los nuestros, y ello sin hablar de Luxemburgo, que juega en otra liga. Sin embargo, en una visión conjunta de los países del entorno Aldereguía entiende que “el SMI en España no sale nada mal parado, máxime si tenemos en cuenta las diferencias de renta y PIB que existen”. El SMI de Portugal, Bulgaria, Hungría o Rumanía, estarían por debajo de los nuestros.

¿Qué pedían los empresarios?
La propuesta con la que llegó la patronal a la Mesa de Diálogo Social planteaba una subida del 3%, “pero abriendo la posibilidad de una subida mayor siempre y cuando el Gobierno estuviese dispuesto a trasladar dicho incremento a los contratos públicos”, matiza Aldereguía.
Por parte del Gobierno, la intención era elevar esa subida a un 4% frente al 5% defendido por los representantes sindicales desde el comienzo.
“El problema es que el Gobierno se negó en banda a que se trasladase dicha subida a los contratos públicos, lo que finalmente le llevó a acordar el incremento solamente con los sindicatos, haciendo suyo (a modo de un cierto castigo) el posicionamiento maximalista sindical del 5%”, en opinión del director jurídico de Synergie quien desvincula, además, la negativa de la patronal de una “posible falta de empatía para con los trabajadores”, apoyándose en el hecho ya referido de que la medida afecta menos a las grandes que a las empresas más débiles.
Al enojo inicial sufrido por la patronal por el desencuentro con el Gobierno y sindicatos, se suma ahora el enojo ante el anuncio de una posible reducción de la jornada laboral que interpretan como otra subida encubierta.
Cada vez más trabajadores rondan el SMI
El aumento del 54% del SMI que se acumula desde 2018 implica que muchas de aquellas empresas que en su momento retribuían a los empleados por encima del SMI estén hoy asimilados o muy cerca de estarlo.
Como señala Aldereguía, “el SMI es una figura contemplada en el artículo 27 del Estatuto de los Trabajadores, la cual tiene una naturaleza muy positiva y que sin duda es muy necesaria. Sin embargo, incrementos por encima de lo que el mercado y las empresas pueden soportar en ese mismo momento, puede conllevar una menor creación de nuevos contratos e, incluso, en algunos casos destrucción de empleo”.
En esta línea cita como ejemplo un informe del Banco de España de 2021, el cual estimó que la subida del SMI de un 22,3% aprobada en el año 2019, supuso una merca en el empleo cercana a los 100.000 puestos de trabajo.
Los ajustes en las pymes
Otro informe, este realizado por la aseguradora internacional orientada a empresas y profesionales Hicox Informe de Pymes y Autónomos de Hiscox, pone de relieve que el 33,8% de las pymes españolas necesitaron aplicar una serie de ajustes para hacer frente a la subida del SMI acordada el año pasado.
Según éste, los ajustes afectaron de forma directa a la fuerza de trabajo de las empresas, tanto en el ritmo de contratación como en la merma del poder adquisitivo de los empleados. De acuerdo con el estudio, un 13,8 de las empresas consultadas reconocen haber reducido los sueldos más altos, mientras que el 7,5% dicen haber aplicado despidos. Otro 3,6% ha optado por la cautela en las contrataciones.
Alineado a las declaraciones de Aldereguía Fernández de Mesa, el informe concluye también que son las micropymes -de 1 a 9 empleados-y las pymes más pequeñas -con una facturación menor a los dos millones de euros anuales- las más impactadas por la subida. Por sectores, son la industria y el comercio los que salen peor parados.

¿Qué pedían los trabajadores?
En el otro lado de la balanza, y como ya contábamos en Emprendedores, el platillo en el que se sitúan los trabajadores, parece que los españoles no tenían previsto pedir un aumento salarial. Al menos, esta es una de las conclusiones que se extrae de una encuesta realizada por la plataforma de empleo de InfoJobs según la cual el 84% de los trabajadores españoles no tenía intención de pedir una subida de salario en los próximos meses.
No obstante, habría que matizar este resultado. Según el comunicado de Infojobs, casi la mitad (44%) de los consultados, ya habían recibido la subida en el momento de la encuesta o esperaban recibirlo en breve.
No obstante, a pesar de que los españoles parece que cada año tienen que luchar menos para que las empresas les apliquen una subida de forma voluntaria, otro detalle que pone de manifiesto en análisis de Infojobs es que la subida de salarios generalizada durante 2023, la cantidad bruta anual que aumentan los salarios desciende en relación a 2022.
¿Por qué cambian de empleo los españoles?
Asimismo, otro estudio realizado por Infojobs relativo a la Intención de cambio de empleo de los españoles, pone de manifiesto que no es siempre el descontento salarial lo que les impulsa al cambio.
Según un 38% de los participantes, lo que les motiva a buscar una mejora es la conciliación donde se tienen en cuenta aspecto como los horarios o el teletrabajo. “Sobre todo para las mujeres (43%) y las personas más cercanas a la jubilación (46%)”, dice el análisis.
Le siguen a la conciliación, con un 34%, la búsqueda de mejores condiciones salariales y, con un 30%, la proyección profesional.