La reducción de la semana laboral de 40 a 37,5 horas es una de las propuestas que figuran en la hoja de ruta del acuerdo de investidura suscrito por PSOE y Sumar.
Sin embargo, poner en marcha esta iniciativa no va a ser fácil si la coalición consigue formar Gobierno, puesto que la patronal ya ha expresado su rechazo a esta medida porque considera que se ha acordado “a espaldas de los interlocutores sociales y con un afán intervencionista evidente”. De hecho, es calificado como “un atropello al papel constitucional de los agentes sociales”.
“Existe la posibilidad de explorar nuevas fórmulas de reparto entre tiempo de trabajo y tiempo de descanso u ocio, pero no como consecuencia de una imposición legal, sino mediante la negociación colectiva”, indican CEOE, Cepyme y ATA en su comunicado conjunto.
“La regulación de la jornada debe tratarse sector por sector y empresa a empresa, analizando en cada caso si hay margen de productividad suficiente y las necesidades organizativas del empleador. Hacerlo de otra manera, y fuera del marco del Diálogo Social, supone un aumento de costes para las empresas, que se suma a los mayores costes de producción, de financiación y de otro tipo (cotizaciones, subida del SMI) que ya venían sufriendo y cuando muchas de ellas, en especial pymes y autónomos, siguen yendo por detrás en la recuperación”, añade.
Si la reducción de 2,5 horas a la semana ya está levantando esta polvareda, es fácil imaginar que la semana laboral de 4 días podría suponer un auténtico terremoto, generando mucha oposición entre las empresas. Y los datos parecen confirmarlo.
Opciones de la semana laboral de 4 días
Según una consulta realizada por la plataforma de empleo InfoJobs a más de 1.800 compañías, más de la mitad de ellas se muestran contrarias a cualquier tipo de reducción de jornada, sin importar el modelo escogido.
El modelo de semana laboral de 4 días que más rechazo provoca —66% de las compañías, entre las que no dicen que no lo harían y que probablemente no lo harían— es aquella que se concreta en una reducción de las horas semanales con una reducción salarial inferior a la proporcional. Es decir, si la jornada se redujese un 10%, el salario disminuiría un 5%, por ejemplo. Apenas un 10% de las empresas dicen probablemente o seguro harían una reducción así.
Ésta fue la opción escogida por Desigual, que propuso a sus trabajadores la posibilidad de trabajar 4 días a la semana, pero con una rebaja del sueldo del 6,5%, frente a una reducción de horas del 13%.
La segunda posibilidad que menos gusta (64%) es la reducción de las horas de trabajo semanales con reducción proporcional del salario. Ésta fue la escogida por Telefónica en un programa piloto con 150 empleados, si bien la compañía bonificó con una hora. Así, aunque su jornada se ha reducido en 5,5 horas semanales, han dejado de percibir el salario de 4,5 horas. Sólo el 12% de las compañías consultadas muestra predisposición a una reducción con este formato.
La siguiente opción (60% en contra) es la reducción de horas semanales sin reducción salarial, pero manteniendo el mismo nivel de productividad. Ésta es la denominada fórmula ‘100-80-100’, que es la que está probando Alemania y la que propugna la organización 4 Days Week. No obstante, es la alternativa a la que las empresas se muestran más abiertas, ya que el 20% asegura que seguro o probablemente lo harían.
Finalmente, la posibilidad que menos rechazo produce (59%) es el mantenimiento del mismo número de horas semanales pero concentradas en 4 días y sin cambio salarial. Esta opción convence al 18% de las organizaciones encuestadas.

“La semana laboral de 4 días es un modelo que requiere de análisis y valoración de los pilotos llevados a cabo con el objetivo de conocer hasta qué punto puede resultar beneficioso para el empleo”, explica Mónica Pérez, directora de Comunicación y Estudios de InfoJobs.
“Para que este modelo de trabajo sea factible y tenga éxito es imprescindible, en primer lugar, que esta cuestión se aborde de forma interna en las empresas para conocer la casuística y predisposición de organizaciones y profesionales; y, en segundo lugar, requiere de la necesaria colaboración y diálogo de los agentes sociales”, remarca, en línea con lo apuntado por las asociaciones empresariales.
Por su parte, los empleados se muestran claramente a favor de la reducción de la semana laboral con la fórmula ‘100-80-100’ (62% de los consultados) o concentrando las mismas horas en 4 días y sin cambiar el sueldo (55%).