El 11 de septiembre de 2001, las Torres Gemelas de Nueva York fueron destruidas en el mayor ataque terrorista ocurrido en suelo estadounidense. Meses antes, Larry Silverstein había conseguido el contrato de arrendamiento del World Trade Center, enfrentándose luego a las trágicas consecuencias de esta adquisición. Sin embargo, ¿contaba Silverstein con un seguro que lo protegiera frente a ataques terroristas?
Lo cierto es que prácticamente todas las pólizas de seguros comerciales vendidas en Estados Unidos durante aquellos años cubrían incidentes terroristas. El tribunal finalmente le otorgó a Silverstein un pago de 4.550 millones de dólares. Aunque un ataque terrorista como el del World Trade Center era algo impensable para muchos, la lección que deja es clara: el riesgo, por improbable que parezca, debe ser siempre evaluado y gestionado.

Aunque este es un caso notorio que se resolvió a favor del asegurado, no siempre es así: empresarios, autónomos y emprendedores deben evaluar los riesgos cuidadosamente para determinar qué tipo de póliza de seguro es la más adecuada para su negocio.
“El número de reclamaciones a empresas ha aumentado en los últimos años”, alerta Juan Carlos Vázquez Fernández, consultor de seguros en CRG Asesores y Consultores de Riesgos. Los consumidores están cada vez más informados; sin embargo, los emprendedores subestiman los riesgos, ya que ven a los seguros como un coste adicional, donde el retorno de esta inversión no es inmediato.
El desconocimiento en el mercado asegurador está provocando que los emprendedores se vean involucrados en procesos judiciales, “aunque no todas las reclamaciones derivan en una sentencia condenatoria, pero sí en una tramitación de la reclamación”, aclara Vázquez. Lo que hace vital el asesoramiento sobre qué tipos de seguros hay a nuestra disposición y cuál debemos contratar.

Seguro de responsabilidad civil
Esta es la cobertura que deberían tener todas las empresas sin importar su actividad. Pero a veces con un seguro básico de responsabilidad civil no es suficiente. “Es bastante común que los emprendedores piensen que con un seguro ya tienen todo solucionado”, afirma María Isabel Gámez García, corredora de seguros y fundadora de EmprenderSeguro. Además de que “los emprendedores suelen confundir mucho el tipo de responsabilidad civil”, añade. No todos los seguros de responsabilidad civil cubren lo mismo, hay muchos y variados:
Seguro de responsabilidad civil de explotación
Es la piedra angular de cualquier tipo de actividad. Este es el seguro que más contratan las empresas, ya que cubre las reclamaciones de terceros por daños materiales o personales. Un ejemplo sencillo: una empresa tiene un encargo de obra a pie de calle y por casuísticas del destino, mientras realiza sus labores, causa daños a un colindante. Este seguro sería el encargado de cubrir estos daños a terceros.
“Hay gente que piensa que por la actividad que ejerce, nunca va a causar daño a un tercero, pero se equivocan. Es una temeridad prescindir de este seguro”, destaca Vázquez. Cualquier tipo de negocio es susceptible de generar un daño a terceros.
“Es una equivocación pensar que por trabajar en remoto o en un coworking no necesitas seguro. Si eres un consultor dietético y elaboras una dieta perjudicial a un cliente y este decide demandarte, el seguro te intentará proteger frente a este problema”, aclara Gámez.
Seguro de responsabilidad civil profesional
“Este seguro es obligatorio para determinadas profesiones colegiadas, como médicos, abogados o arquitectos y cubre las posibles reclamaciones de terceros que puedan surgir debido a errores, omisiones o negligencias cometidas durante su actividad profesional”, comenta David López Esteban, socio fundador de Liberbon Correduria de Seguros. La gran diferencia con el seguro de Responsabilidad Civil de explotación es que causa daños económicos por haber realizado una actividad intelectual.
En este punto conviene tener en cuenta este factor, porque hay actividades donde no va a ser necesario el seguro de responsabilidad civil profesional y con el de explotación es suficiente. ¿En qué casos ocurre esto? “Si eres un pintor, un fontanero o autónomo que se dedica a hacer reformas, este seguro no sería necesario”, apunta Vázquez; “sin embargo, un arquitecto puede cometer un error de cálculo, que provoque pérdidas económicas”.
Seguro de responsabilidad civil patronal
Este seguro es una subcobertura del Seguro de Responsabilidad Civil de explotación. Las empresas son responsables siempre frente a terceras personas, pero los mismos empleados de la empresa no son una tercera persona, sino que forman parte de la propia empresa.
“Si un empleado rompe una fotocopiadora cuando visita a un cliente, no eres tú quien lo paga, es responsabilidad de la empresa, no de la persona como particular”, matiza Sergio A. Ruano Villamarín, consultor de seguros en Gerencia de Riesgos, y aclara que un empleado no es un tercero frente a la empresa. Por ello, dentro de los seguros de responsabilidad civil, se subcontrata normalmente la patronal.
Seguro de responsabilidad civil de administradores y directivos
Como dijo Roosevelt y otros clásicos de la cultura popular: un gran poder conlleva una gran responsabilidad. En ocasiones, directivos y socios de una empresa enfrentan consecuencias por decisiones equivocadas, lo que puede provocar pérdidas significativas para la compañía.
«Es muy importante contratar este seguro si no tienes experiencia, ya que puedes incumplir el deber de diligencia, violar estatutos o saltarte alguna ley. En esos casos, podrías ser responsable con tu patrimonio personal. Este seguro no protege a la empresa, sino que está diseñado para proteger al emprendedor individual», explica Ruano.
Seguro de responsabilidad civil medioambiental
Si la empresa es susceptible de provocar un daño medioambiental, necesita este seguro. “Debemos tener en cuenta que esto se debe contratar como un seguro aparte, ya que tanto el seguro de explotación como el profesional no le dan cobertura”, detalla Vázquez.
Seguro de responsabilidad civil para influencers
Cuando una empresa busca convertirse en un influencer en su sector, comienza a comunicar su enfoque en redes sociales para influir en sus clientes. Sin embargo, esto puede acarrear riesgos, como críticas a competidores que podrían acabar en reclamaciones. «Este seguro te protegería en el ámbito civil ante posibles daños a terceros», explica Ruano.

Seguro de accidentes
Algunos convenios laborales obligan a contratar un seguro de accidentes por fallecimiento e invalidez si tienen empleados a su cargo. Estos convenios están presentes por ejemplo en construcción, turismo o enseñanzas no regladas. “Este seguro cubre los accidentes de empleados que están ejerciendo su actividad en horario laboral”, explica López.
En el accidente del vuelo MH17 en 2014, varias empresas utilizaron este seguro para compensar a los familiares de empleados que fallecieron mientras viajaban por motivos laborales. Estas pólizas proporcionan protección financiera ante este tipo de tragedias. Por eso es recomendable cubrir también la asistencia en viaje del empleado.
“Los gastos médicos en el extranjero pueden ser muy altos, sobre todo en países fuera de la Unión Europea. Dentro de este tipo de pólizas a parte de los gastos sanitarios, hay garantías muy importantes como la repatriación, traslado sanitario y asistencia legal.”, apunta López.
Seguro de infidelidad de los empleados
El seguro de infidelidad de empleados cubre las pérdidas económicas que sufra el asegurado por robo, estafa, falsificación, entre otros, de sus empleados. Este seguro es bastante recomendable si tienes empleados a tu cargo.
“Un empleado de un banco manipulaba las cuentas de clientes para transferir pequeñas cantidades de dinero a cuentas propias durante varios años. El banco pudo recuperar las pérdidas gracias a la cobertura de infidelidad de empleados”, detalla López.
Seguro de daños
Es fundamental prestar especial atención cuando la actividad profesional depende de equipos o herramientas materiales para operar. Por ejemplo, «si eres fotógrafo y tu equipo de cámaras tiene un valor de 20.000 euros, es recomendable asegurarlo con un seguro de daños materiales«, sugiere Gámez. Es importante recordar que los equipos profesionales no suelen estar cubiertos por el seguro del hogar, a menos que esté claramente especificado en la póliza.
En el caso de que el profesional utilice equipos informáticos, la opción más adecuada sería contratar un seguro multirriesgo de oficina. Este tipo de seguro es un paquete de coberturas que cubre daños a terceros y también posibles robos en las instalaciones.
En la categoría de seguros de daños también encontramos el seguro todo riesgo de daños materiales, que básicamente cubre cualquier tipo de riesgo accidental, excepto aquellos explícitamente excluidos en la póliza.
Seguro por baja laboral
“Un 80% de los autónomos no tiene contratado ningún complemento que le proteja en caso de baja laboral”, destaca el Estudio sobre la salud profesional de las personas autónomas realizado por Previsión Mallorquina.
Esta falta de cobertura para los autónomos puede provocar el cierre de su actividad profesional. “Si estás en fase de crecimiento y tiene una enfermedad o accidente que te mantiene parado durante un número determinado de meses, este seguro te cubre los ingresos necesarios para subsistir”, detalla Gámez.
Existen otros casos extremos en los que un accidente puede impedir continuar con el oficio. Por ejemplo, el cantante Enrique Iglesias aseguró sus cuerdas vocales por casi un millón de euros`, mientras que Iker Casillas aseguró sus manos por 7.5 millones de euros.
Pero ¿qué sucede si un cirujano pierde una mano o su vista se ve afectada y ya no puede ejercer? Para estos escenarios, este tipo de profesiones también suelen contar con seguros específicos que los protegen ante este tipo de situaciones.
Seguro de defensa judicial
Un seguro de defensa jurídica proporciona una protección bidireccional. Por un lado, protege jurídicamente frente a las reclamaciones de daños que hagan a la empresa. Es decir, los gastos de abogados estarán cubiertos, y al revés, cuando la empresa haga una reclamación a un tercero, un equipo de abogados reclamará en nombre de la empresa y realizará todo el proceso de la reclamación.
“Los seguros de defensa jurídica son bastante útiles para cubrir todo tipo de reclamaciones cuando el emprendedor acaba de empezar la actividad y se mueve en un entorno de incertidumbre judicial”, aconseja Ruano, pero en casos donde la actividad es madura, el seguro de defensa jurídica no es absolutamente necesario, ya que los gastos jurídicos, independientemente del seguro Responsabilidad Civil, son cuantificables.

Seguro de ciberriesgo
Si tecleas en Google: ciberataque a empresas. Verás que la lista de casos de empresas afectadas es larga. Sin embargo, no muchas empresas están concienciadas con contratar un seguro de ciber riesgo, que te proteja de ataques informáticos. Y es que realmente este tipo de seguros no tiene gran utilidad si tu empresa no maneja datos sensibles de los clientes.
“Las compañías que manejan datos financieros, que son susceptibles de ser atacadas, sí que tienen mucha conciencia de contratar este seguro”, revela Ruano y añade que una empresa que simplemente tenga datos de clientes prácticamente públicos, no sería necesario esta cobertura.
Seguro de crédito
El seguro de crédito se utiliza para proteger a las empresas frente al riesgo de incumplimiento de pagos, demoras en el cobro de facturas o la insolvencia de sus clientes. Hay que decir que este seguro funciona mejor con mercancías tangible, no tanto con servicios.
“Esto es especialmente necesario si trabajas en el mercado internacional, donde a veces los distribuidores pagan a 30 días de vencimiento. Hay empresas que no tienen capacidad financiera para afrontar un impago si hacen pedidos muy grandes”, precisa Ruano. Por tanto, este seguro es una buena forma de crecer, teniendo una cobertura frente a eventualidades.
Dentro de esta misma rama se encuentra el seguro de exportaciones. Al trabajar con empresas extranjeras, la investigación y evaluación de su solvencia se vuelve más compleja, por lo que este tipo de seguro adquiere una gran utilidad.

Seguro de pérdida de beneficios por interrupción de negocio
El 16 de noviembre de 2014, la planta de Campofrío localizada en Burgos fue pasto de las llamas. Este evento propició, como no podía ser de otra forma, un duro golpe para la compañía, que vio una reducción en sus beneficios y tuvo que realizar ERTES.
Pero otro de los grandes desafíos que enfrentó la marca fue que muchas líneas de sus productos desaparecieron del supermercado, perdiendo posicionamiento en el mercado, algo crítico para la compañía. “Estos seguros te brindan ingresos adicionales que te permiten, por ejemplo, subcontratar la producción de los productos perdidos, reenvasarlos con tu propia marca, y aunque provengan de otro fabricante, mantener tu presencia en el mercado, protegiendo así el valor tangible de tu marca”, explica Ruano.
Seguro de vida para socios
El banquero David Rockefeller contaba con una póliza de seguro de vida que fue clave para mantener la administración empresarial y protección de su patrimonio tras su muerte en 2017.
En una startup, la muerte de uno de los socios puede causar conflictos con los herederos, quienes podrían no compartir la visión del negocio. “Un seguro de vida con un acuerdo que transfiera las acciones a los otros socios o a la empresa, compensando a los herederos económicamente, evita estos problemas y asegura la continuidad del negocio”, explica Ruano.