Una mañana te levantas y no puedes encender el ordenador. No es que no quieras, es que no puedes porque no te responden los dedos, como le pasó a Diego Ballesteros. O te vas a duchar y, de repente, empiezan a temblarte las piernas y te sobreviene un ataque de pánico, como le pasó a Carlota Mateos.
Al principio, no sabes lo que te pasa, pero pronto le pondrás nombre: se llama ansiedad, o depresión o fatiga crónica, o burnout o estrés postraumático, o cualquier otro de los 400 tipos de trastornos mentales que reconoce la Organización Mundial de la Salud (OMS). Recordarás entonces la metáfora de la famosa montaña rusa del emprendedor y sabrás que estás rozando el suelo, pero que no hay pedal de freno bajo tus pies.
No es que no avise. Carlota Mateos, cofundadora y directora de Ancla.Life y presente en el ecosistema emprendedor desde hace unos 30 años, señala tres síntomas “clásicos” de que estás a punto de padecer uno de estos trastornos: Fatiga mental, con problemas de concentración y grandes despistes; patrones de sueño alterados y ansiedad con palpitaciones, dificultad para respirar, sudores u otros síntomas parecidos porque a cada uno le da por una cosa.
No está sol@. Es una pandemia
El problema es pensar que puedes con ello, que tienes coraje suficiente para superarlo de la misma manera que has conseguido tangibilizar una idea, sacar una empresa adelante, convencer a los inversores para que te den dinero, a los clientes para que te compren o convertirte en fuente de inspiración y valentía para el equipo.
Pero, aún en el supuesto de que sepas que nada de esto es cierto, habrá que disimular y seguir como si nada pasase porque son demasiadas las expectativas que los demás han descargado sobre tu persona y ni les vas a fallar ni vas a ser tu el único león que se rinda ante la adversidad. También falso. A poco que rasques, descubrirás que no estás solo, sino, como dice Mateos, “que esto es una pandemia”.
Un estudio realizado por la organización Startup SnapShot entre 400 emprendedores –especialmente digitales– de Europa, EEUU e Israel, pone en relieve que el 72% de los emprendedores tiene problemas de salud mental. De éstos, solo un 23% reconoce haber pedido ayuda a un profesional, el resto no lo han hecho por miedo al estigma.
Desde una perspectiva de género, uno de los datos curiosos del análisis es que las mujeres emprendedoras tienden más a pedir ayuda profesional, además de alejarse menos de su red de apoyo –pareja, familia o amigos–, en el proceso de emprender de manera que, si caen, encuentras más agarraderas que les ayuden a salir adelante.

Acabar con el arquetipo del héroe o la heroína
Acabar con el arquetipo del héroe o la heroína que puede con todo es lo que se proponen en Ancla.Life, una organización sin ánimo de lucro creada por y para emprendedores para ayudarles a encontrar el equilibrio en la vida.
“Queremos visibilizar, desestigmatizar, prevenir y ayudar a los emprendedores con problemas de salud mental”, dice Mateos. Para ello, en sus más de dos años de vida, la organización ha ido trenzando una infraestructura de apoyo a base de herramientas y programas. Intervienen tanto en la prevención como en la sanación.
En el primer caso, no se trata de soltar una glosa de racionalidad, sino más bien de una labor educadora, advirtiendo de conductas de riesgo que pueden dar pábulo a la aparición de la enfermedad: descuidar la alimentación, las horas de sueño, el ejercicio, el ocio o las relaciones familiares y sociales. En el segundo supuesto, recurren a la ayuda de un profesional psicólogo o coach experimentado en trabajar con emprendedores.
Entre las herramientas de divulgación, disponen de un pódcast con miles de seguidores, en el que emprendedores de referencia comparten de forma honesta sus crisis de salud mental padecidas y la forma de afrontarlas. El pódcast es en abierto porque, como señala Mateos, el problema es cultural y hay que concienciar a todos, no solo a los emprendedores.
Añaden al pódcast conferencias y charlas en foros emprendedores además de una newsletter que reciben semanalmente en sus correos más de 1.200 emprendedores, así como la organización de programas de retiro de tres días con otros emprendedores para sentirse arropados por una comunidad de la que forman parte más de 420 emprendedores registrados.
Han creado también el programa denominado Healthy Minds for Entrepreneurs, un itinerario formativo con una amplia selección de recursos en audio y video que se pueden consumir a demanda y se estructura en torno a seis módulos: estrés, mindfulness, alimentación, actividad física, sueño, tecnoestrés y gestión de emociones.
Al margen de la formación, consideran crucial la investigación científica que ayude a profundizar en el conocimiento en la problemática de salud mental. En esta línea, han realizado ya dos estudios, uno que analiza el antes y después de los emprendedores que han pasado por el programa Healthy Minds, con resultados muy satisfactorios, y otro que analiza el antes y el después de haber pertenecido un año a un grupo de apoyo con otros emprendedores.
Lo último son las terapias con la ayuda de los profesionales de las que, en este momento, se están beneficiando 136 emprendedores. El precio para ser socio de Ancla es de un mínimo de 9 euros al mes por emprendedor, suma que no llega a cubrir el coste del programa, “pero no queríamos que el dinero fuese una barrera, que también hay muchos emprendedores que están pelados”, dice Mateos, derrumbando otro de los mitos: el de la relación del emprendimiento con la abundancia económica.
La complicidad de los inversores
Otra vía para acceder a los profesionales de Ancla es a través de los fondos de inversión. Sabedores de que uno de los mayores estresores del emprendedor es el inversor, en Ancla llevan tiempo entablando conversaciones profundas con parte del capital para hacerles conscientes de esta realidad y contribuyan con aportaciones económicas a preservar la salud de sus fundadores.
Los primeros en unirse a la causa fueron Kibo Ventures, cuyo cofundador y socio gerente, Aquilino Peña, les dijo: “Conmigo os podéis ahorrar el pitch. Decidme cuánto hay que poner”. La respuesta son 6.000 euros al año. Igual con los otros no ha sido tan fácil, pero han conseguido ya la adhesión de muchos más fondos como Samaipata, BBVA Spark, The Venture City o Spaincap, entre otros.
Los hay, sin embargo, que se les siguen resistiendo, pero Mateos le resta importancia porque “tarde o temprano acabarán entrando, aunque solo sea por imagen de marca”.

La humanización de las empresas
Advertir también a los emprendedores de que, aún hallando el equilibrio, sus vidas no van a ser una balsa porque el día a día de la opción elegida no lo permite. La clave, como observa Manuel Lencero, CEO y fundador de Unlimited, está en “humanizar al individuo para humanizar la empresa”. Se trata, entonces, de priorizar el bienestar de los emprendedores, no solo como una cuestión de humanidad, sino también como una estrategia para asegurar el éxito y la sostenibilidad de la compañía.
Unlimited se constituye como una fundación para promover un cambio sistémico en la cultura empresarial, materializándolo en una aceleradora de startups de impacto. No obstante, aunque acometer un emprendimiento alineado a tus valores personales en beneficio de la sociedad o el medioambiente, sea un potente motivador, tampoco ello te libra de lidiar con inversores, clientes o medios de comunicación ni de la responsabilidad de sacar adelante una compañía con doble cuenta de resultados: la social y la económica.
Así que, tres son los principales consejos que ofrece Lencero a los emprendedores para evitar disonancias y preservar la salud mental y física en su recorrido:
1. Sé coherente y actúa de la misma manera que piensas
2. Quiérete, evitando pensamientos negativos y aplicando rutinas saludables a tu vida.
3. Respétate. “Algo que viene a ser lo mismo que lo que nuestras abuelas llamaban amor propio” que no es otra cosa que no vulnerar tus principios fundamentales ni permitir que lo hagan los otros.
La salud de los equipos
Por otro lado, aprovechando hoy la celebración del Día de la Salud Mental, la compañía aseguradora Hiscox hace pública una guía realizada en colaboración con la consultoría psicológica especializada en empresas Mentevita, para ayudar a los líderes a identificar y gestionar posibles problemas de bienestar emocional que puedan estar sufriendo sus equipos.
Si estás interesado puedes acceder al documento en este enlace.