Quienes sean seguidores de la serie de animación Los Simpson recordarán aquel capítulo en el que Homer descubre que cualquier persona con discapacidad puede acogerse en su empresa a la opción del teletrabajo.
Así pues, decide engordar lo suficiente para superar el umbral de la obesidad y no tener que ir cada día a su puesto en la central nuclear. Y la compañía no tiene más remedio que instalarle una consola de mando en el salón de su casa.
Homer aprovecha esta falta de control para ausentarse, dejando en su lugar un pájaro bebedor, que pulsa continuamente la tecla ‘Y’, respondiendo ‘sí’ (‘yes’) a cada pregunta del sistema, con el fin de aparentar que está a los mandos… Hasta que la catástrofe se precipita al volcarse el pájaro en su ausencia.
Una vez más, Los Simpson se anticiparon, puesto que muchas empresas han detectado que algunos trabajadores instalan en sus ordenadores programas de software o dispositivos que mueven automáticamente el ratón o pulsan el teclado, como respuesta ante las herramientas de monitorización de la actividad que han instalado algunas organizaciones por el auge del teletrabajo.
Según indica The Wall Street Journal, el porcentaje de empresas que utilizan algún tipo de sistema electrónico de vigilancia de los trabajadores aumentó durante la pandemia y alcanzó casi el 50% en 2023, de acuerdo con una de Gartner.
De este modo, aunque las empresas usen este tipo de soluciones para asegurarse de que sus trabajadores están frente a sus ordenadores cuando están en casa, los empleados pueden burlar dicho control, aparentando actividad con dichos movimientos y pulsaciones.
Esto se logra, por ejemplo, mediante los denominados jiggler, dispositivos similares a los que se conectan al puerto USB para conectar un ratón inalámbrico, cuya función es fingir movimientos aleatorios del mouse. Y hay otros aparatos consistentes en un pequeño disco rotatorio sobre el que se coloca el ratón para aparentar movimiento.
Otra argucia consiste en iniciar una presentación de PowerPoint u otro tipo de presentación de diapositivas para mantener la pantalla de la computadora encendida.
Y este comportamiento es más habitual de lo que podríamos pensar. The Wall Street Journal recoge los resultados de un estudio realizado por Teramind, que descubrió que más del 8% de los empleados parecen estar fingiendo actividad laboral en sus ordenadores. Sin embargo, la compañía que la cifra podría ser aún mayor.
¿Fin al fraude en el teletrabajo?
Sin embargo, quizá se les podría acabar el chollo, puesto que algunas compañías están tomando medidas para detectar este tipo de fraude laboral.
Por ejemplo, hace algunos meses, el banco estadounidense Wells Fargo despidió a más de una docena de empleados de su unidad de gestión de patrimonio e inversiones por simular la actividad del teclado para crear la “impresión de trabajo activo”, tal y como informaba Bloomberg.
Aunque la compañía no explicó cómo detectó dicha actividad sospechosa o si las personas despedidas trabajaban a distancia, esta situación desató la inquietud entre los que se sirven del teletrabajo para escaquearse.
Los tramposos sospechan que los departamentos de TI de sus empresas disponen de herramientas para detectar que están usando algún tipo de software para fingir actividad cuando ejercen el teletrabajo. Y están en lo cierto, puesto que las compañías están instalando sistemas de rastreo de la actividad de los trabajadores frente a sus ordenadores capaces de detectar la instalación de algún software o hardware adicional.
Además, algunos de los programas utilizados para monitorizar la actividad durante el teletrabajo, como Teramind y Hubstaff, disponen ya de herramientas de aprendizaje automático que pueden identificar movimientos repetitivos del cursor o patrones irregulares en la actividad informática de los usuarios. Es decir, comportamientos que no son los normales de un humano trabajando, lo que implica hacer clic, arrastrar, etc.
También hay herramientas de monitorización que pueden extraer imágenes de la pantalla de forma aleatoria para verificar si la actividad de la pantalla cambia al moverse el ratón. Es decir, si el trabajador utiliza un dispositivo para fingir actividad, se podrá ver que sencillamente se mueve por la pantalla aleatoriamente, pero sin realizar actividad alguna.
Y lo mismo sucede con quienes proyectan presentaciones, ya que la toma aleatoria de imágenes permitiría ver que las diapositivas de la presentación se repiten en el ordenador de la persona que debería estar trabajando desde su casa.