La retribución flexible permite que los empleados perciban mayor salario neto sin que la empresa tenga que soportar un mayor coste.
Se trata de una solución muy interesante en contextos inflacionarios como el actual, en el que los empleados están perdiendo poder adquisitivo por el alza de los precios. Esta situación también impacta en las empresas, que ven cómo se incrementan los costes de sus proveedores, por lo que no lo tienen fácil para subir el salario a su plantilla.
Tal y como contábamos en este artículo, España es uno de los 10 países en los que más han caído los salarios si los comparamos con el incremento del coste de la vida en la última década, por lo que cualquier los trabajadores se muestran muy receptivos a cualquier propuesta que mejore su situación si una subida del sueldo no es posible.
Aquí encajan perfectamente la retribución flexible o en especie, una opción salarial por la que se sustituye parta de la retribución dineraria del empleado por la adquisición de bienes, derechos o servicios para fines particulares, tal y como explica Lefebvre.
Dicha retribución será gratuita o tendrá un precio inferior al que existe en el mercado y reemplazará al sueldo monetario.
Beneficios de la retribución flexible
Estas soluciones están al alcance de todo tipo de empresas y permiten que los empleados saquen así más partido a su sueldo gracias a los beneficios fiscales, obteniendo ahorros en el IRPF al verse reducida su base imponible. A la par, las compañías que apuestan por este tipo de remuneración pueden aumentar el salario neto, pero sin incrementarlo directamente, como indica Lefebvre.
Además, las soluciones de retribución flexible permiten una mayor adaptación a las necesidades reales de los trabajadores. Por ejemplo, a quien tiene familia, tal vez le interese contar con un seguro de vida, una póliza de salud o un cheque guardería. Pero quizá alguien que tenga mascotas prefiera una póliza de asistencia veterinaria. Y alguien que vive a pocos minutos del trabajo y pueda ir andando no aprovechará un beneficio como el pago del transporte público.
Asimismo, implantar estas medidas ayuda a tener a la plantilla más satisfecha, mejora el ambiente laboral y repercute positivamente en la imagen de marca. De hecho, Lefebvre apunta que es una alternativa cada vez más utilizada por las empresas como fórmula de atracción y retención de talento y mejorar la productividad de los empleados.
Limitaciones legales
Implantar estas soluciones en la empresa es muy sencillo, pero hay que cumplir con una serie de requisitos.
En primer lugar, es imprescindible que el plan de retribución flexible esté pactado en el convenio colectivo o en el contrato de trabajo. Además, para que las rentas no se consideren dinerarias, la retribución tiene que hacerse mediante un pago directo del empleador al tercero.
También hay que tener en cuenta que las retribuciones en especie que reciben cada uno de los trabajadores no pueden superar el 30% de la retribución total que perciban éstos. Asimismo, el salario en metálico que percibe cada trabajador debe igualar o superar el salario mínimo interprofesional.
Por otra parte, Lefebvre recuerda que si se trata de retribuciones en especie exentas no es necesario que se satisfaga ingreso a cuenta del IRPF. Están exentos de tributar en el IRPF los vales de comida de hasta 11 euros diarios, los seguros médicos a favor del trabajador, cónyuge y descendientes hasta 500 euros por persona y año, los cheques guardería para los hijos de los empleados menores de 3 años y el pago del transporte público colectivo hasta el lugar de trabajo hasta 1.500 euros anuales.