La pandemia marcó un antes y un después para el teletrabajo en España. De la noche a la mañana, miles de empresas se vieron obligadas a cerrar su oficina y a implantar un modelo trabajo remoto que permitiese seguir operando durante el confinamiento.
Tradicionalmente, las compañías españolas habían sido muy reacias a teletrabajo, ya que la cultura del ‘presencialismo’ siempre ha estado muy implantada en nuestro país. Así que eran muy pocas las organizaciones que estaban preparadas, pero no tuvieron más remedio que adaptarse a marchas forzadas.
A pesar de la premura, los resultados fueron más que satisfactorios. Las empresas se dieron cuenta de que muchas de las tareas que hacen sus trabajadores las pueden realizar perfectamente sin necesidad de ir a la oficina. Y la mayoría de los empleados se mostraron muy a gusto con el trabajo remoto.
Aunque los niveles de teletrabajo que alcanzamos durante la pandemia se han reducido considerablemente, lo cierto es que buena parte de las compañías han implantado un modelo híbrido, que combina el trabajo en la oficina y desde casa.
Así pues, en nuestro país hay más de 3 millones de personas que trabajan ocasionalmente desde su casa, 1,6 millones más que antes de la pandemia, de acuerdo con los datos del ‘Monitor Adecco de oportunidades y satisfacción en el empleo’, como contábamos hace unos meses.
Resistencia a la vuelta a la oficina
De hecho, los españoles muestran una importante resistencia a la hora de regresar a la oficina. Casi la mitad de los trabajadores encuestados en España (48%) se muestran a favor de trabajar en remoto todo el tiempo, según un estudio de Capterra,
Esto sitúa a España a la cabeza de Europa en cuanto a la preferencia de un modelo 100% a distancia. Además, nuestro país se sitúa en el ‘top 5’ internacional, superado tan sólo por Canadá (54%), México (53%) y Estados Unidos (52%).
Además, 9 de cada 10 empleados (89%) dicen que prefieren alguna fórmula de trabajo en remoto (100% remoto o híbrido), frente a un 10% que se decantan por un modelo completamente presencial.

“El principal motivo por el que los empleados prefieren el modelo remoto es el equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Ante esta situación, las empresas que apliquen modelos 100% presenciales deberán tener en cuenta la conciliación laboral y tratar de integrar medidas para favorecer el bienestar corporativo de los empleados”, comenta Alejandra Aranda, content analyst de Capterra España.
Situación global del teletrabajo
De acuerdo con el informe de Capterra, una quinta parte de los empleados internacionales (20%) que trabajan en modelos presenciales o híbridos tienen que trabajar más días in situ ahora que hace 12 meses. Sin embargo, casi 3 de cada 4 de las personas consultadas (73%) afirman que tienen que trabajar más o menos el mismo número de días en la oficina.
Sin embargo, Capterra ha descubierto en su investigación que los trabajadores ven con desagrado la vuelta a la oficina. De este modo, casi 6 de cada 10 empleados (57%) a los que se les exige acudir a la oficina con más frecuencia ve con malos ojos tener que hacerlo. Y apenas al 17 % de ellos se muestran conformes con este retorno a la oficina.
En consecuencia, el 36% del total de empleados encuestados internacionalmente aceptarían un recorte salarial para poder trabajar o seguir trabajando en remoto. Los más dispuestos a ello son los estadounidenses, ya que casi la mitad de ellos (49%) preferirían rebajar su sueldo para tener acceso al teletrabajo.
Sin embargo, los españoles se encuentran entre los menos dispuestos a afrontar una disminución de su salario a cambio de teletrabajo: apenas lo haría el 35%. Sólo los japoneses (19%), franceses (23%) británicos (30%) y australianos (32%) se muestran menos dispuestos que nosotros.

De este modo, Capterra recomienda echar mano de herramientas que motiven a los trabajadores a la hora de volver a la oficina. “Para contrarrestar la percepción negativa de tener que trabajar más días presencialmente, las empresas podrían ayudar a los empleados presenciales o híbridos con los gastos de desplazamiento al lugar de trabajo u ofreciendo un paquete de beneficios corporativos que cubra una parte o la totalidad de los gastos de desplazamiento”, señala Aranda.