El sector TIC ofrece interesantes oportunidades laborales. Según el ‘V Estudio Empleabilidad y Talento Digital’, elaborado por Fundación Vass y la Fundación de la Universidad Autónoma de Madrid, el número de profesionales y técnicos TIC se incrementó en más de 70.000 personas en España en 2022, con un crecimiento interanual del 13,6%, récord histórico desde que se contabiliza este dato.
De este modo, en nuestro país ya hay más de 600.000 profesionales en este sector. Y las propias compañías indican que podrían crear casi un 15% más de empleo si hubiera perfiles aptos y disponibles.
La brecha de género es uno de los lastres a la hora de cubrir la demanda de profesionales que hay en el mercado. Según el informe ‘Competencias transformadoras para la igualdad de género en la sociedad y la economía digital’, del Observatorio de Igualdad y Empleo, las mujeres apenas ocupan el 23% del empleo del sector TIC.
Y el estudio ‘Mujeres y digitalización. De las brechas digitales a los algoritmos’, del Instituto de la Mujer y el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información (ONTSI), desvela que apenas un 2% de las mujeres ocupadas en España trabajan en el sector TIC.
Las causas de esta brecha son muchas, pero una de ellas, quizá la más relevante, es el escaso interés que despiertan las carreras STEM entre las mujeres. Según el estudio ‘El ámbito de las STEM no atrae el talento femenino’, del Observatorio Social de la Fundación La Caixa, sólo el 16 % de los profesionales del área de las STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) son mujeres.
Además, muy pocas adolescentes, apenas un el 0,7%, están interesadas en estudiar un grado de estas disciplinas, frente al 7% de los hombres.
Paradójicamente, pese a ser menos numerosas en estas disciplinas, los resultados muestran que las mujeres son más brillantes que sus compañeros del sexo masculino, ya que aquellas que inician estos estudios presentan menos tasas de abandono que ellos.
Asimismo, el rendimiento de las mujeres en carreras del área de las STEM, medido como el porcentaje de asignaturas aprobadas respecto a las matriculadas, es mayor que el de los hombres.
Una nueva carrera en el sector TIC
Reducir esta brecha de género es fundamental, tanto por garantizar la indispensable igualdad en el sector TIC como por la creciente necesidad de profesionales, ya que no nos podemos seguir permitiendo desaprovechar el potencial de la mitad de la población.
Con esa intención nació Adalab, la primera escuela de España especializada en formación tecnológica para mujeres, que ha aprovechado la celebración del Día Internacional de Ada Lovelace —de quien toma el nombre la escuela—, que se celebra hoy, para presentar un informe en el que define el perfil de las mujeres programadoras que deciden cambiar su rumbo profesional e introducirse en este sector,
El estudio, elaborado a partir de las respuestas de sus alumnas, descubre que las mujeres que se preparan para ser programadoras en busca de una segunda oportunidad laboral tienen una edad media de 31 años. Además, la mayoría (77%) cuentan con estudios universitarios y un 42% de ellas tienen un nivel de inglés igual o superior a un B2.
De las programadoras que pasaron por esta escuela, la mayoría (70,5%) estaban en situación de desempleo antes de hacer la formación y provenían de sectores totalmente ajenas al mundo tecnológico. De hecho, sólo el 2% habían estudiado previamente Informática.
La mayor parte de ellas provenían de la rama de las Ciencias Sociales y Jurídicas (43%), por delante de las procedentes de Artes y Humanidades (24%), Ingeniería y Arquitectura (10%) y Ciencias de la Salud (7%).
El informe también descubre que el salario medio que perciben las programadoras en España recién incorporadas al mercado laboral en este sector es de 20.800 euros brutos anuales. En cuanto al modelo de trabajo, el 39% trabajan en remoto y el 41% lo hacen de forma híbrida, alternando la presencialidad en la oficina con el teletrabajo.
De hecho, este modelo está muy bien valorado, por las ventajas que ofrece para la conciliación laboral y familiar. Y más aún si tenemos en cuenta que tres de cada diez mujeres que se forman en el sector son madres, según Adalab.
Pese a ello, las mujeres del sector tech detectan que la conciliación sigue siendo una de las asignaturas pendientes del sector TIC —en realidad, de casi todos los sectores—, así como el siempre presente ‘techo de cristal’, tal y como contábamos en EMPRENDEDORES.