En los últimos meses hemos asistido a las tensas conversaciones entre el Gobierno, la patronal y los sindicatos para pactar la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
Las negociaciones se encallaron y el Ministerio de Trabajo advirtió a la CEOE que si se retiraba de la mesa y no firmaba una subida del 4% podría pactar un alza mayor con los sindicatos. Y así fue. Finalmente, el Gobierno ha pactado con los sindicatos un incremento del 5%, elevando el SMI a 1.134 euros al mes, con 14 pagas al año. En apenas seis años, ha subido un 54%, desde los 735,90 euros que percibían como mínimo los trabajadores en 2018.
Esta revalorización es muy significativa, pero debemos tener en cuenta que partíamos de un nivel muy bajo, como podemos ver si comparamos el SMI con el salario medio. En 2018, el sueldo bruto medio en España era 24.009,12 euros, según los datos del INE, frente a los 10.302,60 euros al año del SMI.
Es decir, el salario medio era un 133% más alto que el SMI en aquel año. Con las últimas revalorizaciones, el diferencial se ha redujo al 69% en 2023: 25.540,80 euros al año de salario bruto medio frente a 15.120 euros de SMI.
Si quieres saber qué opinan los expertos, te recomendamos que leas también este artículo.
Sólo el 16% pedirá una subida
Mientras que el Gobierno ha aprobado esta subida del SMI, parece que los españoles no tienen previsto pedir un aumento de sueldo en su trabajo. Ésta es una de las conclusiones más destacadas de la última encuesta realizada por InfoJobs, que desvela que el 84% de los trabajadores no pedirá un aumento de salario próximamente.
Sin embargo, hay que matizar este dato. Casi la mitad de los trabajadores consultados (44%) no necesitarán pedir que les suban el sueldo porque ya lo han recibido o porque anticipan que se les va a incrementar en breve.
En concreto, una cuarta parte de los empleados (26%) dicen que su empresa tiene la intención de subirles el salario, mientras que el 18% aseguran que han recibido un aumento en los últimos meses.
InfoJobs recuerda que un 21% de los encuestados en 2022 afirmaban que su empresa les incrementaría el sueldo sin necesidad de pedirlo, mientras que un 15% confirmaba que ya lo había recibido recientemente.
Por el contrario, apenas el 16% de los trabajadores españoles tienen previsto pedir una subida de salario, prácticamente igual que un año antes (15%). No obstante, sí que se observa un descenso significativo en relación a los datos de 2021, cuando el 34% respondió que sí que pensaba reclamar un incremento salarial.

Más subidas, pero menor cuantía
Aunque en 2023 ha aumentado el porcentaje de trabajadores que ya han recibido una subida de sueldo o que la percibirán en breve, la cantidad bruta anual que aumentan los salarios desciende en relación a 2022.
En este sentido, quienes pedirán un aumento de forma activa lo harán mayoritariamente (31% de las respuestas) por una cifra bruta anual de hasta 1.201 euros. Esta misma revalorización esperan el 62% de los consultados que esperan una subida subirlo, sin necesidad de solicitarlo.
Sólo el 16% de quienes declaran una subida salarial específica, sin contar con quienes prefieren no contestar, disfrutarán de un incremento anual por encima de 2.401 euros brutos anuales.
Estos datos significan una disminución considerable respecto a los registrados en 2022. Entonces, quienes pedían el aumento de forma activa lo iban a hacer por una cifra bruta anual de 3.638 euros, el doble que la de aquellos que no lo solicitaban, pero lo esperaban (1.815 euros).
InfoJobs entiende que esta bajada puede deberse al incremento del SMI y a que no ha habido una regulación para subir salarios más allá del salario mínimo.
¿Y si no se puede subir el salario?
Las empresas también están sufriendo la inflación, la subida de los tipos de interés y otros incrementos de costes, por lo que muchas de ellas tampoco pueden asumir un aumento generalizado de los salarios de sus trabajadores.
En estos casos, la retribución flexible o en especie (seguros de vida o salud, cheque guardería, pago del transporte, etc.) es una opción muy interesante tanto para las compañías como para los empleados.
Este tipo de soluciones están al alcance de todo tipo de empresas y permiten que los trabajadores saquen más partido a su sueldo gracias a los beneficios fiscales, aunque hay que tener en cuenta sus limitaciones legales, tal y como contábamos en este artículo.