En el mundo de las finanzas y empresas, es común escuchar sobre los bonos corporativos, un tipo de financiación e inversión que debes conocer.
Los bonos corporativos son una alternativa de financiación que toman las empresas, en especial las grandes. Esto resulta atractivo para inversores que no solo desean adquirir acciones, sino tener otra fuente de ingresos mediante los intereses que genere el bono.
De forma simple, es un instrumento de deuda que emiten las empresas y una de las tantas vías de adquirir capital para las ideas de negocio y proyectos. Sin embargo, también comprende varias características a considerar antes de invertir en ellos, ya que no todas las empresas son igual de solventes.
Con este artículo te ayudaremos a comprender todo lo referente a los bonos corporativos. Te explicaremos su concepto, para qué sirven, cómo se regulan, ventajas, desventajas y mucho más. Es uno de los tantos temas que un buen emprendedor debe conocer.
¿Qué son los bonos corporativos?

Los bonos corporativos son instrumentos de deuda que emiten las empresas a inversiones o los llamados tenedores de bonos. Es una estrategia financiera para lograr capital en el negocio, el cual será destinado a diferentes objetivos, como crear un proyecto en concreto, expandirse a otros mercados y más.
¿Y qué recibe el inversor a cambio de pagar por uno de estos bonos? La empresa deberá realizar pago de intereses de forma periódica, y una vez que se venza el bono, se entregará todo el dinero del capital inicial o inversión. Aquí debes considerar que son opciones a largo plazo y se vencen en mínimo 1 año, pero los tiempos suelen ser mayores.
¿Para qué sirven los bonos corporativos?
Depende del lado que lo mires, sirven para varias cosas. Si estás del lado de la empresa, funcionan como fuente de financiamiento, ya que los tenedores de bonos invierten por medio de este instrumento y reciben a cambio intereses u otros beneficios.
Mientras que si lo miras como inversor, es una manera de aportar dinero para obtener rentabilidad a lo largo del tiempo. Es un tipo de financiación externa e inversión pasiva que se usa en muchas empresas grandes.
¿Cómo se regulan los bonos corporativos?
Los bonos corporativos se regulan en España mediante el artículo 401 de la Ley de Sociedades de Capital. Allí se establecen ciertos parámetros para su mejor funcionamiento, como son los siguientes:
- Se autoriza la emisión de obligaciones garantizadas, las cuales deben venir en series numeradas.
- Las empresas de Sociedades Limitadas, no pueden emitir este tipo de obligaciones por más del doble de su capital social, a no ser que cuenten con una garantía extra.
- En ciertos casos, la ley requiere la formación de un sindicato de obligacionistas. Este sindicato actúa como representante colectivo de los inversores que han adquirido los bonos.
- La emisión de este tipo de obligaciones debe ser aprobada por una Junta General.
- Debe tener una escritura pública y regulada por el artículo 407.
- El inversor se compromete con la empresa una vez que obtiene el bono.
- La misma ley puede dar opciones de convertir el bono en acciones, aunque con aprobación de la Junta General.
- Se establece la obligación del pago final según las condiciones acordadas.
Ventajas de los bonos corporativos

- Aportan liquidez: Al poder negociarse en un mercado secundario, es posible venderlos como otro activo, así que genera liquidez al inversor.
- Permite planificación: El que invierte en este bono, puede planificar según los intereses que se le irán pagando.
- Es rentable: Aunque pueden tener un riesgo mayor, son más rentables y atractivos que los bonos del estado, en especial porque sus intereses son superiores.
- Diversidad: hay varias alternativas para elegir ofertas.
- Son menos volátiles que las acciones: Aunque se pueden convertir, son menos riesgosas por eso.
- El inversor se puede convertir en acreedor en caso de quiebra: De hecho, como inversor, en caso de un cierre o quiebre de la empresa, ocupan un nivel más alto que otros acreedores y al final pueden recuperar lo que invirtieron.
Desventajas de los bonos corporativos
Así como existe un lado positivo, estos bonos pueden tener desventajas y son las siguientes:
- Se depende mucho del negocio de la empresa
- Para algunos es menos rentable que las acciones
- Si llegan a subir los tipos de intereses durante su vigencia, el inversor recibe menos ganancias.
- No siempre se cuenta con el capital necesario, puesto que suele requerir montos altos, como mínimos de 20.000 o 25.000 euros.
- En su mayoría, estos bonos se pagan una vez por año.
Tipos de bonos corporativos

Entre los tipos de bonos corporativos, tenemos los siguientes:
- Bonos convertibles: El inversor tiene la oportunidad de convertir el bono adquirido en cierta cantidad de acciones una vez que se venza. Esto es excelente como renta fija y posible crecimiento de capital a futuro.
- Bonos de alto rendimiento: También se les llama High-yield y “bonos basura”, dado que sus intereses son muy elevados, pero también representan un gran riesgo para el inversor.
- Bonos con cupón cero: Son los que no pagan intereses periódicos, sino que se hace el pago de los intereses y del capital una vez que se vence. Además, se emiten con un gran descuento respecto al valor nominal.
¿Cómo elegir el bono corporativo para una empresa?
Como inversor no puedes lanzarte al agua y elegir bonos a la ligera. A continuación, te explicamos varios factores importantes:
- Analizar el riesgo: Como inversor, debes considerar hasta qué punto puedes sostener el riesgo de este tipo de inversión. Por ejemplo, para irte a lo seguro, debes hacerlo con empresas mucho más confiables y de alta credibilidad en este tipo de instrumentos financieros.
- Calificación acreditada de la empresa: Unido a lo anterior, es ideal hacerlo con empresas que tengan estabilidad financiera y gran capacidad para emitir y pagar los bonos.
- Duración del bono: Recuerda que los intereses cambian y si se trata de un bono a largo con demasiados años, se puede ver afectada la rentabilidad. Un bono a corto plazo será más seguro.
- Términos y condiciones del bono: No puedes pasar por alto esto. Será necesario comprender todo el acuerdo, desde sus intereses, hasta el vencimiento y cualquier detalle que pueda afectar la inversión.
- Diversificación: Se recomienda invertir en varios bonos y de sectores diferentes para tener menos posibilidad de pérdidas.
- Analizar el mercado y las tendencias: No se puede invertir a la ligera, hay que revisar cómo están siendo las tendencias en el mercado a nivel económico y qué novedad nos puede favorecer o perjudicar.
- Asesora profesional: Siempre queda abierta la posibilidad de contratar a un asesor financiero si no estás seguro del camino a tomar.