Hace apenas 7 u 8 años, Mr. Wonderful era una empresa que iba como un tiro. Algunos datos nos pueden servir como muestra. En el año 2016, la compañía cerraba el ejercicio con una facturación de 30 millones de euros, con un crecimiento de las ventas del 57%.
Por aquel entonces, la empresa estaba inmersa en un plan de expansión internacional, logrando en poco tiempo que las exportaciones supusieran una quinta parte de su facturación.
La fórmula del éxito de Mr. Wonderful era sencilla y, a la par, eficaz. La compañía comenzó realizando invitaciones de boda personalizadas, apostando siempre por una visión desenfadada, colorida y optimista, con el ‘buen rollo’ por bandera, contábamos en este reportaje.
Poco después, empezó a hacer todo tipo de productos encargados por las parejas que se casaban, como chapas, cartelería, bolsas de tela, etc. Sus artículos llamaban mucho la atención y quienes asistían a las bodas colgaban fotos en Facebook, generando mucho ruido en redes sociales.
Mr. Wonderful aprovechó el tirón para montar su tienda online y comenzar a introducirse en tiendas de regalos, papelerías, grandes almacenes, etc.
La marca fue adquiriendo más y más presencia, conformando un catálogo con decenas de productos: tazas, copas, botellas, chapas, mantas, velas, utensilios de cocina, bolsos, mochilas, carteras, pijamas, gafas de sol, paraguas, peluches y todo tipo de productos de papelería, como agendas, libretas, blocs de notas, estuches, bolis…
El universo Mr. Wonderful se expandía y ya no cabía en un pequeño expositor en las tiendas, así que la empresa decidió abrir sus propios puntos de venta, donde los fans de la marca podían ver y tocar los productos.
La compañía no dejaba de crecer y contaba cada nueva iniciativa como éxitos. Y como sucede cuando algo tiene éxito, empezaron a surgir las copias. Las tiendas se llenaron de imitaciones, que replicaban el estilo y la tipografía de sus diseños, ofreciendo productos más baratos y de peor calidad.
Aunque la compañía no temía a esta competencia. “Si compras un producto Mr. Wonderful, formas parte de la comunidad”, comentaba Javi Aracil, uno de los fundadores de la empresa, junto con su pareja Angi Cabal.
Sin embargo, a no todo el mundo le importa esto, anteponiendo el precio por encima de todo. Sólo hay que pensar en el enorme mercado que encuentran las falsificaciones, sobre todo en Internet, que también suponen un quebradero de cabeza para las marcas.
Por otro lado, como todo producto de consumo, Mr. Wonderful estaba expuesta a la volubilidad del público y de las modas. Su filosofía happy y sus diseños estaban de moda, pero el consumidor acaba cansándose de todo.
Mr. Wonderful ve la luz
El crecimiento de la empresa se estancó, aunque logró mantener buenos registros. Por ejemplo, obtuvo una facturación de 26,5 millones de euros en 2021, según los datos recogidos por Cinco Días.
Además, sus ventas crecieron aquel año un 16% respecto al ejercicio anterior, tras los estragos causados por la crisis de la Covid 19. Pero todavía arrastraba dificultades, debido al descenso del tráfico en los centros comerciales en la época pospandémica.
La complicada situación de la empresa empezó a vislumbrarse el año pasado, cuando Mr. Wonderful sufrió una reestructuración. En abril de 2023, la gestora de capital riesgo Oquendo realizó una inyección de capital, tomando el control de la compañía, junto a sus fundadores.
En este momento, se produjo una capitalización de la deuda que vino aparejada de cambios en su consejo de administración, ya que el fondo Realza dejó de ser accionista mayoritario para convertirse en socio minoritario, tal y como relata Cinco Días. Y en los siguientes meses salieron varios miembros de la cúpula directiva.
Con sus nuevos socios al timón, Mr. Wonderful comenzó a renegociar la deuda con sus acreedores, una vez que los bancos cerraron sus líneas de crédito, como consecuencia de la difícil situación económica de la empresa.
Afortunadamente, las negociaciones parecen haber llegado a buen puerto, consiguiendo una carencia de cuatro años, hasta 2028.
El diario detalla que el acuerdo se ha alcanzado sin necesidad de realizar una quita de la deuda. Además, especifica que entre los acreedores no hay proveedores, a los que se ha podido seguir pagando. Aunque no todas las entidades financieras interesadas han apoyado el acuerdo, el plan cuenta con la aquiescencia de la mayoría de los acreedores.
Ahora, Mr. Wonderful está a la espera de que el juzgado de lo Mercantil de Barcelona que lleva el proceso concursal revise si el plan de refinanciación es conforme a ley y lo apruebe. Si alguno de los acreedores que no están conformes con el plan decide impugnarlo, tendrán que esperar a que el juez dé el visto bueno. Será entonces cuando podrán presentar un recurso ante la Audiencia Provincial de Barcelona.