Una guerra en Ucrania y otra en Palestina, tensiones geopolíticas en varios puntos del planeta, confrontación comercial entre Estados Unidos y China, piratería, escasez de mano de obra en el sector logístico, proteccionismo, el desafío de la descarbonización de la economía… Este cóctel de factores proyecta la sombra de la incertidumbre sobre la cadena de suministro y, en general, sobre la economía.
Y cuando surgen complicaciones en la cadena de suministro, éstas acaban provocando incrementos de costes en prácticamente todos los sectores, por lo que conviene estar preparados.
Con el fin de analizar el contexto actual, OBS Business School ha publicado el informe ‘Situación actual de la cadena de suministro’, dirigido por el profesor Pepe Baena, director del Máster de Dirección de la Producción y Automatismo Industrial de la escuela.
El estudio recuerda que el ataque de Rusia a Ucrania ha interrumpido la actividad de los puertos marítimo del Mar Negro, dando lugar al cese del suministro de varios productos básicos, como equipos de transporte, maquinaria, electrónica, metales, químicos, fertilizantes y algunos productos alimenticios.
A la par, advierte que el conflicto entre Israel y Palestina podría llegar a involucrar a otros países de la región, causando interrupciones en la producción y el transporte, algo que conduciría a la volatilidad de los precios y a una posible escasez en los mercados globales.
No hay que olvidar que los ataques de los rebeldes hutíes en el Mar Rojo es ya una de las consecuencias de este enfrentamiento. Y esta situación está provocando que las navieras cambien sus rutas, retrasando entregas, aumentando los costes del transporte y, en definitiva, afectando a la cadena de suministro global, como contábamos en este artículo.
Las tensiones también se extienden al Lejano Oriente, ya que China tiene interés en apoderarse de Taiwán en 2027 de manera pacífica, pero sin descartar el uso de la fuerza. En caso que esto llegara a suceder, afectaría significativamente a la cadena de suministro, ya que la economía taiwanesa está basada en buena medida en la producción de piezas y componentes para otros productos, sobre todo tecnológicos, que son vendidos fundamentalmente en Japón, Estados Unidos y la Unión Europea.
Otros elementos de tensión
Además, el sector logístico se enfrenta al problema de la escasez de mano de obra para el transporte y los almacenes, que se está traduciendo en un incremento salarial, debido a la competencia entre empresas a la hora de encontrar trabajadores.
Por otro lado, el estudio hace hincapié en la deriva proteccionista que está tomando la política económica de muchos países como respuesta a la crisis financiera mundial de 2008. De hecho, señala que al menos 37 países han establecido mecanismos de selección de las inversiones, un ejercicio con el que buscan el equilibrio entre la protección de la seguridad nacional y el fomento de la inversión extranjera productiva.
Por ejemplo, especifica que Estados Unidos suele dar luz verde a los inversores de Australia, Gran Bretaña, Canadá y Nueva Zelanda. Y en el caso de la UE, algunos países restringen las inversiones extracomunitarias, mientras que otros amplían el círculo a los miembros de la Asociación Europea de Libre Comercio.
Otro desafío al que se enfrenta la cadena de suministro es la necesidad de hacer cada vez más sostenible el movimiento y almacenamiento de mercancías, algo que está obligando a cambiar todas las dinámicas y procesos dentro de la cadena de suministro de las empresas.
Por ejemplo, la reducción de las emisiones de gases a la atmósfera está afectando significativamente al sector, ya que muchas compañías no están preparadas para asumir los costes que generarán estos cambios, sobre todo las más pequeñas.
Por otra parte, el informe recalca que las alteraciones que está provocando el cambio climático, como inundaciones, sequías, tornados, etc., afectan ya al sector primario y al transporte.
¿Cómo proteger nuestra cadena de suministro?
El informe pone el acento en que ya no es adecuado basar las decisiones de los proveedores únicamente en el coste. Ahora es imprescindible contar con una cadena de suministro resiliente, que puede readaptarse fácilmente si se produce alguna interrupción.
“De lo contrario, cualquier ahorro de costes se evaporará rápidamente a medida que desaparezca una base de suministro concentrada. Y los departamentos de compras y aprovisionamiento se quedarán en ‘modo de reacción’ mientras se apresuran a encontrar alternativas, a veces sin importar su precio”, afirma Baena.
De este modo, considera que estos departamentos pueden y deben compensar los riesgos de concentración y evitar interrupciones importantes en la cadena de suministro. Al hilo de ello, el autor recomienda buscar proveedores cercanos, para evitar las restricciones por el cierre de fronteras, la escasez de mano de obra en los puertos o cualquier otra contingencia que pudiera surgir.
También aconseja realizar auditorías de proveedores para determinar su capacidad real y prevenir un posible aumento de la demanda de determinados productos; así como realizar revisiones de la demanda de forma periódica y continuada.
Además, insiste en que las empresas han de digitalizarse, con el fin de aprovechar los datos para mejorar la visibilidad, desde la salud de los proveedores y las oportunidades de ahorro de costes parciales hasta los riesgos emergentes.
Por ejemplo, remarca que el uso de herramientas digitales permite que los departamentos no sólo obtengan una información imposible de conseguir con una hoja de cálculo, sino que las alertas automatizadas que ofrecen estas soluciones ayudando a los equipos a anticipar los riesgos de concentración de suministro y a encontrar rápidamente alternativas, incluso antes de que se produzca una interrupción.
Asimismo, indica que el sector está adoptado la Inteligencia Artificial a gran escala, lo permite una mejor gestión de inventario, una fabricación inteligente, sistemas logísticos dinámicos y controles de entrega en tiempo real.
Por último, ahonda en las posibilidades que brinda el metaverso en este campo, ya que permite aumentar la transparencia y dar visibilidad a cómo se fabrican los productos, cómo se almacenan, distribuyen y venden. Afirma que el metaverso promueve la colaboración en toda la cadena de suministro, haciendo que sea más eficiente y efectiva, y permite mejorar la planificación de los almacenes incluso antes de su construcción, ahorrando tiempo y dinero.
Asimismo, destaca el importante rol que está llamado a desempeñar el metaverso en el comercio electrónico, aunando lo mejor de la experiencia de una tienda y el servicio al cliente con la oportunidad de comprar desde casa.