Conseguir financiación para que nuestro proyecto eche a andar o para crecer no es fácil. Cuando hace falta esta inyección, la salida más habitual es acudir al banco. Sin embargo, parece que las entidades financieras están ‘cerrando el grifo’ a la hora de prestar dinero.
De acuerdo con el último ‘Informe de financiación a pymes’, elaborado por el Servicio de Estudios de CEPYME, los nuevos préstamos a pymes disminuyeron un 1,1% interanual —a precios constantes— en el segundo semestre de 2023. En concreto, cayeron un 1% interanual para las empresas pequeñas y un 1,5% para las medianas.
El estudio desvela que el volumen relativo de los nuevos préstamos está por debajo del que había antes de la pandemia: 12,4% del PIB en 2023, frente al 14% de 2019.
Las pymes españolas captaron 48.300 millones de euros en nuevos préstamos en el cuarto trimestre de 2023, lo que supone la cifra conjunta es la más alta desde 2017 en términos nominales, con la excepción del atípico segundo trimestre de 2020, coincidiendo con la crisis de la COVID-19.
Sin embargo, estas cifras están ‘dopadas’ por la inflación. De hecho, una vez corregido el efecto de los precios, CEPYME advierte que se aprecia una clara ralentización en los nuevos préstamos concedidos. Así, el volumen de nuevos créditos es un 12,3% inferior en 2023 que en 2019.
Los motivos por los que la concesión de nuevos créditos podría está ralentizándose son, principalmente, la subida de tipos de interés y la atonía de la inversión, según indica CEPYME. Además, destaca la menor tolerancia al riesgo por parte de las entidades financieras y la inferior confianza en la realización de las garantías.
De hecho, constata que el tipo medio de los nuevos préstamos sigue aumentando, aunque remarca que el ritmo de subida se ha moderado. En el último trimestre de 2023, el tipo medio alcanzó el 5,17% para las pequeñas empresas y el 5% para las medianas, los niveles máximos desde marzo de 2014 y diciembre de 2008, respectivamente.
Financiación alternativa a los bancos
Ante este endurecimiento del crédito, conviene tener en cuenta otras opciones de financiación alternativas, cada cual con sus ventajas e inconvenientes. Beka Finance hace hincapié en que es esencial examinar detenidamente qué fórmula se ajusta mejor a las necesidades y circunstancias de cada empresa.
Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF)
“El MARF es el mercado de renta fija que, bajo el amparo de BME Bolsas y Mercados, facilita el acceso a financiación a empresas de mediano tamaño”, precisa Beka Finance. Está especializado en la emisión de valores de renta fija, como bonos, pagarés, cédulas hipotecarias o bonos de titulización.
“El MARF se consolida como una opción interesante debido a sus costes más baratos, procedimientos más abreviados y documentación más sencilla”, apunta Federico Silva, director de Renta Fija de la compañía.
Además, existen otros mercados de valores orientados a pymes en expansión con requisitos menos exigentes que los mercados tradicionales, como el BME Growth, donde las pymes pueden captar capital cotizando en bolsa.
Direct Lending
Se trata de una alternativa de financiación privada en la que un grupo de inversores institucionales —fondos de deuda, bancos privados o family offices— prestan dinero directamente a la empresa.
Dichos inversores ofrecen condiciones más flexibles que los bancos, por lo que las exigidas en la financiación tradicional, por lo que son una opción muy interesante si se necesita cubrir necesidades de liquidez para pagar nóminas y proveedores, impulsar nuevos proyectos o reestructurar la deuda de la empresa, por ejemplo.
Private equity
Beka Finance resalta que la inversión en compañías no cotizadas, ya sea directa o vehiculizada en fondos, lleva años marcando máximos históricos en España.
Entre sus atractivos destaca sus elevadas rentabilidades esperadas, así como los excelentes resultados de la colaboración entre empresarios y gestores de private equity, que suele repercutir positivamente en el crecimiento y la eficiencia de las empresas.
La compañía especifica que este formato de inversión brinda la flexibilidad necesaria para adecuarse a diversas situaciones corporativas. Por ello, es una buena opción para proyectos empresariales emergentes, en fase de expansión o que requieran un proceso de reestructuración.
En el lado opuesto, abrir la empresa a este tipo de inversores suele conllevar la concesión de derechos de voto, perdiendo cierto control, por lo que conviene retener el 70% del capital, como contábamos en EMPRENDEDORES.
Crowdequity
Esta opción de financiación consiste en la adquisición de una participación en el negocio por parte de múltiples inversores minoristas, los denominados crowdfunders. Beka Finance indica que esta alternativa se ha popularizado entre las startups porque ofrece fácil acceso a capital, menores costes y requisitos flexibles. Además, estas campañas ayudan a promocionar la marca.
Por otro lado, también tenemos la fórmula del crowdlending, que es cuando los inversores proporcionan deuda a las startups, sin adquirir parte de su capital.
Factoring
Este tipo de operación financiera permite que la empresa ceda las facturas generadas por sus ventas a otra compañía para que se encargue de gestionar el cobro de manera temporal a cambio de unas comisiones e intereses por la gestión.
Otra opción es la venta o cesión de determinados activos a un Fondo de Titulización, que financia la compra a través de la emisión de valores de renta fija que son colocados entre inversores cualificados.
“Prácticamente cualquier activo que genere flujos de efectivo puede ser objeto de titulización. Los más comunes incluyen préstamos hipotecarios, préstamos al consumo o cuentas por cobrar, entre otros. La transmisión de esos derechos de cobro por parte de las compañías implica no sólo la obtención de liquidez, sino la posibilidad de contar con una financiación ajustada a las necesidades de negocio de la compañía y sus políticas de crecimiento comercial”, detalla Jesús Sanz, director general de Beka Titulización.