La tecnología está transformando la manera en que las empresas y las entidades financieras interactúan. Desde la banca digital y sus aplicaciones móviles, hasta la promesa del Metaverso, pasando por los softwares de gestión financiera (ERP), las plataformas de tesorería y gestión de efectivo (TMS) o los sitemas de facturación electrónica, las empresas cuentan hoy con más herramientas que nunca para gestionar su capital de manera eficiente, personalizada y segura.
En un mercado cada vez más competitivo, donde el tiempo y los costes son factores determinantes, las organizaciones que integren estas innovaciones serán las que logren marcar la diferencia. ¿El motivo? No hay uno, sino varios. Los repasamos.
Mayor agilidad en las operaciones financieras
Una de las áreas más evidentes donde la tecnología está ayudando a mejorar la relación de las empresas con sus proveedores financieros es en la agilidad operativa que proporcionan.
Las nuevas herramientas han simplificado procesos que antes resultaban engorrosos y lentos, en buena medida porque ya no hace falta desplazarse físicamente a las sucursales para gestionar las cuentas, obtener créditos, realizar pagos a proveedores…
Hoy en día, todo puede resolverse con unos pocos clics a través de plataformas y apps visuales e intuitivas, que permiten de forma sencilla realizar operaciones y consultas, reaccionar con mayor rapidez ante los cambios que se producen en el mercado o en el flujo de caja o gestionar los movimientos más recurrentes. Con todo ello, el ahorro de tiempo es considerable.
La tecnología ha redefinido cómo las empresas interactúan con sus proveedores financieros, permitiendo agilidad, simplificación de procesos y un ahorro significativo de costes
La automatización simplifica los procesos
La automatización es otra de las grandes ventajas que la tecnología financiera aporta a las empresas.
Gracias a herramientas como las APIs bancarias y los softwares de gestión financiera, cualquier compañía puede realizar de manera automática tareas que antes requerían una gran cantidad de papeleo. Esto no solo reduce la posibilidad de errores humanos, sino que también mejora la eficiencia operativa, permitiendo a las empresas destinar más recursos y tiempo a actividades estratégicas.
Además, la automatización facilita una mayor transparencia y control en la gestión del dinero. Dado que los sistemas de tesorería y ERP pueden conectarse directamente con los bancos (y actualizar al instante los saldos, detectar movimientos sospechosos, gestionar los flujos de efectivo sin necesidad de intervención manual…), los profesionales obtienen una perspectiva muy clara de la situación económica de sus negocios, facilitando la toma de decisiones y ajustando sus estrategias en función a la realidad que proporcionan esos datos.
Ahorro de costes y motor de la eficiencia
Aprovechar las tecnologías de gestión financiera no es solo clave para incrementar la eficiencia del trabajo, también contribuye a ahorrar costes en diversos niveles. Por un lado, permite a las empresas disminuir los gastos relacionados con procesos tradicionales, como la impresión y el envío postal de documentación.
Además, la automatización que trae consigo su implementación elimina la necesidad de contar con equipos de personas dedicados a tareas repetitivas, como la verificación manual de información o el procesamiento de transacciones. Destinar a esos recursos humanos a áreas más estratégicas del negocio es invertir en el crecimiento del negocio.
La facilidad y rapidez con la que las empresas pueden gestionar sus cuentas y realizar operaciones permite a los responsables financieros concentrarse en las decisiones estratégicas y menos en los procesos operativos
Accesibilidad total, en cualquier momento y en cualquier lugar
Hoy en día, los profesionales pueden gestionar sus finanzas desde desde la comodidad de su teléfono móvil u ordenador. No importa el momento del día o el rincón del mundo en el que se encuentren. Los usuarios pueden realizar desde simples consultas de saldo hasta transferencias internacionales. Este acceso inmediato a las cuentas es fundamental en un entorno empresarial donde las oportunidades y los riesgos pueden surgir en cualquier momento.
Por otro lado, la accesibilidad también proporciona una visión mucho más completa de los recursos económicos disponibles. La posibilidad de consultar en tiempo real el estado real de las finanzas ofrece una ventaja clave a la hora de planificar movimientos estratégicos, como inversiones en mercados financieros, optimizando la toma de decisiones y evitando errores causados por la falta de información actualizada.
En este contexto, Toño Ruiz, jefe de Estrategia Comercial de Banca de Empresas de Ibercaja, destaca que “nuestro modelo de relación con nuestros clientes es omnicanal, personalizado, especializado y eficiente. Contamos con un gran equipo de gestores capacitados que prestan un asesoramiento experto a este segmento de clientes, ofreciéndoles soluciones personalizadas para cada una de sus necesidades. Y esto lo hacemos a través del canal por el que la empresa quiera relacionarse con nosotros en cada momento. La tecnología nos ha permitido, y seguirá haciéndolo, ampliar nuestras capacidades digitales, mejorar nuestros procesos y lograr una mayor eficiencia operativa para ser atractivos para nuestros clientes y ser una entidad de referencia para ellos”.
«La tecnología nos ha permitido, y seguirá haciéndolo, ampliar nuestras capacidades digitales, mejorar nuestros procesos y lograr una mayor eficiencia operativa para ser atractivos para nuestros clientes»
Toño Ruiz, jefe de Estrategia Comercial de Banca de Empresas de Ibercaja
Productos personalizados en un entorno seguro
Todas estas mejoras que vienen de la mano de la tecnología han cambiado radicalmente la experiencia del cliente en su relación con la banca. A las empresas ya no se les ofrecen productos financieros genéricos, sino soluciones ajustadas a su necesidades específicas, teniendo en cuenta factores como su volumen de negocio o la etapa de desarrollo por la que pasa, lo que incrementa su satisfacción por el impacto positivo que tienen en la gestión de sus recursos.
La banca digital y las herramientas que conectan con ella también han mejorado considerablemente en cuanto a la seguridad que ofrecen. Los sistemas avanzados de encriptación y autenticación proporcionan capas extra de protección, asegurando que los datos de las empresas se mantienen seguros. Esta certeza no solo minimiza los riesgos ante posibles ataques o fraudes, sino que también fortalece la confianza entre las empresas y los bancos, creando relaciones mucho más sólidas y confiables.
Estas innovaciones han mejorado la experiencia del cliente, haciendo que la relación con la banca sea más fluida y personalizada
El futuro que viene: tecnología blockchain y Metaverso
En un futuro no muy lejano, a medida que las tecnologías sigan evolucionando, la interacción de las empresas y sus proveedores financieros será aún más fluida y beneficiosa.
El blockchain, por ejemplo, ya está comenzando a tener un impacto importante en la reducción de costes en transacciones transfronterizas. Al eliminar la necesidad de intermediarios y garantizar una transparencia total en las operaciones, las empresas pueden ahorrar tanto en comisiones como en los tiempos que implican las transferencias internacionales. Esto supone una ventaja competitiva, especialmente en un contexto globalizado donde la rapidez y la seguridad son esenciales.
Un poco más a largo plazo, dado que aún se encuentra en fase de desarrollo, el Metaverso promete revolucionar aún más la manera en que las empresas interactúan con sus bancos.
Este entorno virtual inmersivo podría abrir nuevos canales de atención y personalización, con asesorías financieras privadas o negociaciones en tiempo real en un «cara a cara» que facilitará la comunicación y los acuerdos.