Estudios teóricos y prácticos son un requisito cada vez más demandado en la sociedad actual, aunque no para todas las titulaciones, especialmente si el objetivo es dedicarse a la investigación o a otro tipo de puesto en el que no sea necesaria experiencia real.
No se trata de hacer prácticas después una vez obtenido el título. La formación dual se da cuando hay una clara coordinación entre universidad y empresa, algo que no está demasiado desarrollado en España, como opinan algunos expertos.
MIGUEL ÁNGEL BLANCO CEDRÚN
CEO y decano de Spain Business School

La formación universitaria dual es una oportunidad para los estudiantes, ya que les permite adquirir conocimientos teóricos en las aulas y ponerlos en práctica en las empresas. Además, les proporciona una experiencia laboral que les hará destacar frente a otros alumnos que no hayan realizado las prácticas, pudiendo, en muchos casos, quedarse a formar parte de la plantilla en las organizaciones donde las hayan realizado.
Esta modalidad beneficia a las tres partes, ya que a las empresas las hace más atractivas para atraer el talento y a las universidades las obliga a actualizar los temarios con las necesidades actuales del mercado laboral.
Un caso exitoso de formación dual lo ofrece Spain Business School, que permite a sus alumnos combinar el aprendizaje académico con prácticas reales en empresas tecnológicas y de marketing digital. Los estudiantes adquieren competencias y habilidades clave mientras trabajan en proyectos concretos, lo que no solo refuerza su formación, sino que también les otorga experiencia directa que mejora su perfil profesional al graduarse.
PILAR YÉBENES
Profesora Titular de la Universidad Europea

La estructura ocupacional de las últimas décadas viene condicionada por el ambicioso proceso de transformación tecnológica y digitalización económica al que estamos asistiendo. A ello se unen los riesgos geopolíticos, el cambio climático y otras transiciones de carácter demográfico.
La universidad como entorno educativo responde a la necesidad absoluta de una formación dual ya que el punto de conexión de las capacidades académicas y empresariales pasa por el vínculo de un trabajo conjunto en sintonía con las competencias formativas necesarias para un aprendizaje integrado en entornos reales.
La estructura de grado, máster y doctorado ha de responder a las necesidades del tejido empresarial al igual que la FP, pero el modelo formativo académico y empresarial supone mucho más que la elaboración de un plan de estudios basado en prácticas en empresa y créditos teóricos superados. Es necesario un compromiso entre ambas entidades que articulen un eje que dé respuesta a la demanda real del profesional solicitado coordinando los contenidos que se ofertan en la coalición dual.
FABIOLA PÉREZ
CEO de MIOTI Tech & Business School

La formación universitaria, por sí sola, ya no garantiza nada. La formación dual es la evolución natural de un sistema educativo que ya no puede permitirse ignorar las necesidades reales del mundo laboral. Hace no tantos años, un título lo era todo. Ahora, por sí solo, ya no garantiza nada. Las empresas buscan no solo el conocimiento técnico de los graduados, sino también experiencia práctica y capacidad para adaptarse a entornos laborales reales desde el primer día.
El formato dual permite a los estudiantes vivir los retos y dinámicas del sector al que aspiran desde el mismo inicio de su proceso formativo. Les permite entender las expectativas reales del mercado, les enfrenta a situaciones de presión, colaboración y toma de decisiones que difícilmente podrían vivir en aulas tradicionales, y disfrutan de un espacio ideal para el desarrollo de las soft skills, esas habilidades humanas tan valoradas que no se aprenden en los libros de texto. Ya no se trata de estudiar por un lado y trabajar por otro, sino de integrar ambos mundos en una sola experiencia.
CARIDAD GARCÍA ESCRIBANO
Directora de programas de ENAE Business School

La formación dual se presenta como una solución clave para conectar la educación con las demandas empresariales en la actualidad. Este enfoque permite a los estudiantes aplicar conocimientos en situaciones reales desde el inicio de sus estudios, reforzando su aprendizaje y adquiriendo habilidades prácticas que responden directamente a las exigencias del sector.
Del mismo modo, la metodología dual aborda de manera efectiva uno de los problemas más comunes que enfrentan los estudiantes al ingresar al mundo laboral: la dificultad para aplicar lo aprendido en un contexto académico a la realidad profesional. Esta integración práctica desde el inicio de sus estudios garantiza que los egresados no solo comprendan los conceptos, sino que también estén capacitados para utilizarlos de manera efectiva en el entorno laboral.
Así, la formación dual no solo enriquece el aprendizaje, sino que prepara a los futuros profesionales para enfrentar los desafíos del mercado con una preparación más sólida y relevante.
PASCUAL PARADA TORRALBA
Director Académico y de Innovación de IEBS Digital School
Salvo excepciones, la universidad no está sincronizada con la empresa. El último informe publicado por la Fundación CYD es desolador para la universidad española especialmente en cuanto al mercado laboral. Según el informe, los graduados españoles comparados con los del resto de la Unión Europea son peores en: (1) Mayor tasa de paro; (2) Mayor temporalidad; (3) Peores salarios.
En el caso de la Formación Profesional (FP) Dual, funciona porque combina la formación teórica del aula con la práctica en la empresa. Sin embargo, adoptar sin más este sistema dual para la universidad puede ser un error ya que muchos universitarios tienen como objetivo la administración pública o la investigación, ambos fuera del ámbito empresarial. Hecho que no ocurre en FP.
Una solución podría ser implantar un sistema Dual por titulación, pero otra solución podría ser que el profesorado titular y por tanto funcionarial y sin experiencia, sólo imparta la parte teórica del conocimiento, dejando la parte más práctica a profesores externos con experiencia. Esta figura del profesor experto no está resuelta.
JUAN ANTONIO BERTOLÍN
Director de Espaitec, Parque Científico y Tecnológico de la Universitat Jaume I

Los doctorandos industriales realizan su tesis doctoral en el marco de un proyecto impulsado por una empresa que se compromete con la investigación y la innovación. Durante este proceso, colaboran tanto con investigadores en un entorno científico como con el personal de la empresa, lo que les permite aplicar sus conocimientos al desarrollo del proyecto. Asimismo, participan activamente en la transferencia tecnológica, orientada a la solución de problemas concretos que afectan a la sociedad.
Para la empresa, el doctorado industrial que ofrece la Universitat Jaume I es una excelente opción para quienes desean iniciarse en la investigación sin desvincularse del entorno empresarial o reforzar sus propios departamentos de I+D. Este programa se distingue por su capacidad de estimular la colaboración entre universidad y empresa, promoviendo la transferencia de conocimiento a través de la formación de jóvenes investigadores e investigadoras.
Además, permite a las personas doctorandas continuar su carrera investigadora en proyectos de interés industrial, social o cultural, en colaboración con entidades no académicas.
Esta modalidad de doctorado no solo enriquece el perfil profesional de quienes lo cursan, sino que también garantiza una rápida inserción laboral gracias a los convenios de colaboración universidad-empresa y los contratos laborales asociados. Así, el doctorado industrial se posiciona como un puente efectivo entre el mundo académico y el empresarial, fomentando una simbiosis que beneficia tanto a la investigación científica como al desarrollo económico y social. En definitiva, es una oportunidad única para quienes buscan aplicar sus conocimientos en proyectos con impacto real en la sociedad.