El paso de startup a scaleup es una de las etapas más emocionantes y desafiantes para cualquier empresa emergente. En esta fase, el negocio deja de centrarse únicamente en la validación del producto o servicio y comienza a escalar de manera sostenible. Este crecimiento conlleva retos estratégicos, operativos y culturales que pueden definir el éxito o el fracaso del proceso.
En Eholo, he vivido esta transición en primera persona. Lo que comenzó como una solución innovadora para ayudar a los psicólogos a gestionar mejor sus consultas se ha convertido en una empresa que ambiciona impactar a profesionales de la salud mental en todo el mundo.
Desde el inicio, nuestra misión era clara: mejorar el acceso y la calidad de la salud mental mediante herramientas digitales que permitan a los psicólogos centrarse en lo realmente importante: sus pacientes.
Sin embargo, crecer con propósito requiere estructura y enfoque. Para ello, hemos adoptado un sistema de gestión basado en OKR (objetivos y resultados clave) que nos permite medir el impacto y asegurarnos que cada paso que damos nos acerca a nuestra visión global.
¿Qué significa pasar de startup a scaleup?
Simplificando, una startup es un negocio en fase de exploración, enfocado en encontrar un modelo de negocio viable y demostrar que su propuesta de valor responde a una necesidad real del mercado. En cambio, una scaleup ya ha superado esta etapa y tiene un modelo probado, con un crecimiento acelerado y la necesidad de escalar operaciones, equipo y estructura sin comprometer su agilidad.
Este paso no es solo una cuestión de números o de expansión territorial. Es una transformación profunda que afecta a todas las áreas de la organización y que exige un cambio de mentalidad por parte de los fundadores y también del equipo.
En nuestro caso, Edu y yo, como fundadores de Eholo, empezamos haciéndolo todo: desarrollábamos el producto, vendíamos, atendíamos a los psicólogos, respondíamos dudas y mejorábamos la plataforma con cada sugerencia. Pronto entendimos que para crecer no podíamos seguir estando en todas las trincheras.
Así aprendimos a delegar. No es fácil. Cuesta soltar el control cuando sientes que la empresa es como tu bebé. Pero si realmente quieres lo mejor para “tu bebé”, debes confiar en quienes pueden ayudarle a crecer.
Hoy, Eholo es mucho más fuerte porque entendimos que escalar no significa hacerlo todo, sino construir el equipo adecuado para que el proyecto evolucione y “la máquina funcione”. Es un proceso de cambio constante, con retos nuevos cada día, pero también con la satisfacción de ver cómo una idea que nació con un propósito claro se convierte en una solución real para miles de personas.
Los OKR, nuestra herramienta clave para el crecimiento
Uno de los mayores retos al escalar es no desviarse del propósito inicial. En Eholo, utilizamos OKR como nuestra brújula estratégica para asegurarnos de que cada área de la empresa crece alineada con nuestra visión.
Por ejemplo, un objetivo clave es expandir Eholo para que más psicólogos en todo el mundo optimicen su gestión y aumenten su impacto. Para ello, medimos estos parámetros:
- KR1: Incrementar en un X% el número de profesionales que utilizan nuestra plataforma.
- KR2: Reducir en un X% el tiempo administrativo que los psicólogos dedican fuera de la consulta.
- KR3: Aumentar en un X% la satisfacción de los usuarios con nuestras herramientas de automatización.
Este enfoque nos permite medir cuánto crecemos y cómo impactamos en la vida de los profesionales de la salud mental y sus pacientes.
Retos y aprendizajes en Eholo
A lo largo de esta evolución de startup a scale-up, en Eholo hemos identificado tres grandes desafíos:
1. Que el equipo crezca sin perder la cultura de Eholo
Uno de los primeros retos es encontrar a las personas adecuadas sin perder lo que nos hace únicos. En la etapa inicial, éramos un equipo pequeño, ágil y muy unido, donde todos hacíamos un poco de todo. Al crecer, hemos creado departamentos con personas especializadas en distintas funciones. Sin embargo, no queríamos alejarnos de nuestra esencia, sino reforzarla con cada nueva incorporación.
Sabemos que el talento puede aparecer en cualquier lugar. Nos ha pasado en bares, tiendas de ropa o en un afterwork… porque más allá de la experiencia o las habilidades técnicas, buscamos personas que encajen con nuestra cultura y visión. Cuando vemos a alguien que tiene esa energía especial, esa forma de pensar y trabajar que hace que todo fluya, no dejamos pasar la oportunidad.
2. Lograr escalar la operativa y automatizar procesos
A nivel operativo, lo que funcionaba con un equipo pequeño y pocos clientes empezó a quedarse corto a medida que crecíamos. Tuvimos que profesionalizar los procesos, preparar la tecnología para soportar una mayor demanda y redefinir la estructura de la organización para no generar cuellos de botella.
Hemos aprendido que la automatización y la optimización de procesos son fundamentales para garantizar un crecimiento eficiente y sostenible. Del mismo modo que en Eholo buscamos que nuestros clientes, los psicólogos, optimicen su gestión para centrarse en sus pacientes. Desde el principio, diseñamos la plataforma para ser escalable y soportar la expansión sin comprometer la experiencia del usuario.
3. Financiación y sostenibilidad del negocio
El paso de startup a scaleup también implica un cambio en la estrategia de financiación para Eholo. Mientras que en la primera etapa buscábamos inversión para validar el modelo de negocio, en esta fase de escalabilidad nuestro foco está en atraer capital que nos permita ir creciendo de forma sólida y sostenible.
Esto significa encontrar el equilibrio entre inversión y rentabilidad. En Eholo, cada decisión de crecimiento está basada en OKR’s que nos ayudan a priorizar inversiones estratégicas y asegurarnos de que cada recurso se destina a fortalecer nuestro impacto en el sector de la salud mental.
Escalar sin perder el rumbo
Resumiendo, la evolución de startup a scaleup en Eholo ha sido posible gracias a la combinación de estos factores:
- Tecnología escalable, que nos permite crecer sin comprometer la calidad.
- Un equipo alineado con el propósito de la empresa, para garantizar que cada nueva incorporación refuerce nuestra visión.
- Tener OKR’s bien definidos para medir el impacto real de nuestro crecimiento y asegurarnos de que cada avance nos acerca a nuestra meta de transformar la salud mental a nivel global.
El camino está lleno de retos y también de oportunidades. Es el momento de demostrar nuestra capacidad para crecer sin perder la identidad, de adaptarnos sin perder agilidad y escalar sin perder eficiencia.
En Eholo, seguimos aprendiendo cada día y creemos que el éxito está en mantener el equilibrio entre la visión a largo plazo y la ejecución a corto plazo, reafirmando el propósito en cada paso. Si tu startup está en este momento, mi consejo es claro: define tu propósito, estructura tu crecimiento con OKR y nunca pierdas de vista el impacto que quieres generar en el mundo.
