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El ‘typosquatting’: la nueva amenaza que pone en jaque al mundo digital y los pagos online
Jordi Nebot CEO y cofundador de PaynoPain

El ‘typosquatting’: la nueva amenaza que pone en jaque al mundo digital y los pagos online

Este experto advierte que con los avances tecnológicos, los ciberatacantes están adoptando nuevas formas de estafa a través de técnicas que vacían las cuentas bancarias

25/03/2025  Redacción EmprendedoresFirmas
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El ‘typosquatting’: la nueva amenaza que pone en jaque al mundo digital y los pagos online

En la era digital, donde el acceso a servicios financieros y comerciales está a solo un clic de distancia, el typosquatting se ha convertido en una amenaza latente para los usuarios de Internet. Mediante esta práctica malintencionada, los ciberdelincuentes aprovechan los errores tipográficos que de vez en cuando cometen las personas al escribir direcciones web.

Imaginemos que un cliente intenta acceder a la web de su banco, pero por un descuido teclea mal la dirección y termina en un sitio que, a simple vista, parece legítimo. En cuestión de segundos, puede estar proporcionando sus credenciales a estafadores sin ser consciente de ello.

La simple inversión de dos letras en una URL puede ser la diferencia entre realizar una transacción segura o caer en una trampa que pone en riesgo su información personal y financiera.

El typosquatting no solo se aprovecha de errores en la escritura de las direcciones web, sino también de confusiones con las extensiones de dominio. Si un usuario no se percata y escribe “.es” en una web cuya terminación es “.com”, puede acabar dirigiéndose a una página web peligrosa. Estas estrategias son utilizadas para distribuir malware, robar datos o inducir al usuario a realizar pagos en sitios falsios.

¿Qué impacto tiene sobre los usuarios?

El impacto del typosquatting en las finanzas personales es preocupante. Si un usuario introduce sus credenciales en un sitio falso, los atacantes pueden acceder a su cuenta bancaria, realizar transferencias sin su autorización o incluso solicitar créditos en su nombre.

Además, este tipo de fraude suele ir acompañado de otros métodos de ingeniería social, como correos electrónicos o mensajes de texto que suplantan la identidad de entidades bancarias para ganarse la confianza de las víctimas.

Ante este panorama, la prevención es clave. Es imprescindible teclear con especial cuidado las direcciones web, guardar las páginas de confianza en los marcadores del navegador y contar con herramientas de seguridad que bloqueen sitios sospechosos. Asimismo, las entidades financieras deben reforzar sus mecanismos de protección y concienciar a los clientes sobre estas amenazas.

El 'typosquatting': la nueva amenaza que pone en jaque al mundo digital y los pagos online

Una respuesta ágil es crucial para reducir las consecuencias del fraude

Cuando alguien es víctima de un ataque de typosquatting, la rapidez en la respuesta puede minimizar los daños. Lo primero que debe hacer es cambiar de inmediato sus contraseñas y habilitar la autenticación en dos pasos en todas sus cuentas críticas.

Además, es fundamental contactar al banco o la entidad afectada para notificar el incidente y tomar medidas preventivas, como el bloqueo de transacciones sospechosas.

Otra acción recomendada es reportar el sitio fraudulento a organismos de ciberseguridad, como el INCIBE en España, para que puedan tomar medidas y evitar que otros usuarios caigan en la misma trampa. También es importante realizar un análisis de seguridad en el dispositivo utilizado para detectar y eliminar cualquier posible amenaza.

El typosquatting no es el único peligro en el mundo digital. Existen diversas estrategias que los ciberdelincuentes utilizan para comprometer la seguridad de los pagos online. El phishing, por ejemplo, sigue siendo una de las técnicas más efectivas para obtener credenciales bancarias mediante correos electrónicos fraudulentos.

Asimismo, el fraude en pagos sin tarjeta presente (CNP) permite a los atacantes realizar compras online con datos robados de tarjetas de crédito. Esto provoca pérdidas económicas tanto para los usuarios como para los comercios.

Otro problema emergente es el fraude con códigos QR y enlaces de pago. Si un usuario escanea un código manipulado en un restaurante o comercio, podría redirigirse a un sitio malicioso donde se le solicitan datos bancarios o se le carga un pago no autorizado. La confianza en estos métodos de pago sin una verificación previa puede ser un riesgo significativo.

Por último, el fraude por contracargos es una preocupación creciente para los comercios. En estos casos, un cliente legítimo realiza una compra y luego la disputa asegurando que no la autorizó, lo que puede generar pérdidas económicas para los vendedores.

Educación y prevención son factores clave

En un mundo cada vez más digitalizado, la seguridad en las transacciones online debe ser una prioridad para usuarios y empresas. La educación y la concienciación son herramientas esenciales para combatir amenazas como el typosquatting.

Tomar medidas preventivas y adoptar buenas prácticas de seguridad puede marcar la diferencia entre una navegación segura y un episodio para olvidar. La clave está en ser prudente, apostar por herramientas seguras y actualizar a la última versión los dispositivos que utilizamos. De esta manera, estaremos más lejos de ser estafados.

Jordi NebotCEO y cofundador de PaynoPain
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