
La industria manufacturera es clave en la economía global, ya que transforma materias primas en productos esenciales para nuestra vida diaria: desde automóviles y electrodomésticos hasta dispositivos electrónicos y textiles.
El riesgo ha sido y siempre será una consideración clave a la hora de hacer negocios. La reciente crisis del Mar Rojo nos lleva a analizar los urgentes retos a los que se enfrenta el sector manufacturero, pero también a las nuevas oportunidades que pueden surgir en respuesta a estos desafíos.
Este acontecimiento geopolítico ha causado estragos en el panorama industrial a nivel mundial, afectando a todos los aspectos, desde la logística de la cadena de suministro hasta la disponibilidad de las materias primas.
Tendencias en los precios de las materias primas
La situación actual de los precios de las materias primas muestra signos de declive, que afectan de forma diferente a cada sector. El Banco Mundial prevé una caída del 4% en 2024, tras una disminución del 24% en 2023, que fue la más pronunciada desde la pandemia.
Este descenso abarca los precios de la energía, que se prevé que disminuyan casi un 5% en 2024, y los precios de los metales, que se espera que caigan en 2024, pero luego aumenten un 6% en 2025.
Sin embargo, a pesar de estos descensos, los precios de la mayoría de las materias primas siguen siendo superiores a su media de 2015-2019, lo que muestra cierta estabilidad en el mercado.
La industria del acero, por su lado, ha experimentado grandes fluctuaciones. Tras un aumento significativo debido a la invasión rusa de Ucrania, los precios de la industria siderúrgica han caído, pero siguen por encima de su media a largo plazo. El descenso de su precio refleja una tendencia más amplia de retraimiento de la demanda en los principales mercados consumidores de acero.
Esta caída de la demanda se debe al aumento de los precios de la energía, la posible escasez en Europa, la inflación y los mayores tipos de interés en Estados Unidos, que frenan las expectativas de demanda de acero.
Se espera que los descensos en los costes de las materias primas disminuyan a lo largo de este 2024, lo que supondría un alivio de la presión sobre el sector manufacturero. El descenso de la demanda y la incertidumbre económica actual han contribuido a esta deflación de los precios, lo que sugiere que una oferta más estable de materias primas podría hacer bajar los precios de manera sostenida en un futuro próximo.
Impacto en el sector manufacturero: estrategias para la optimización y sostenibilidad
Estas fluctuaciones en los precios de las materias primas tienen diferentes impactos en el sector manufacturero.
Aunque la bajada de precios puede reducir los costes de producción y mejorar la rentabilidad, la inestabilidad económica y la fluctuación de la demanda siguen planteando retos a los fabricantes. El sector debe navegar cuidadosamente por esta dinámica para optimizar sus operaciones y su planificación estratégica.
Pero más allá de estas preocupaciones inmediatas, existen estrategias innovadoras para la optimización de los procesos de las empresas manufactureras.
Por ejemplo, estas pueden diversificar proveedores, establecer contratos de precios fijos, utilizar tecnologías de información y análisis de datos, implementar sistemas de gestión de inventarios just-in-time, adoptar estrategias de sostenibilidad y formar alianzas estratégicas.
Estas medidas son clave para mantener la resiliencia y asegurar la ventaja competitiva a largo plazo.