
Reducir la probabilidad de que ocurra algo con consecuencias financieras negativas es esencial para el éxito y la estabilidad, tanto de las pequeñas y medianas empresas como de los trabajadores autónomos.
En ese sentido, dotarse de la mayor flexibilidad posible en cuanto a condiciones de financiación aminora este riesgo, siendo, a su vez, muy importante para alcanzar la viabilidad financiera y el desarrollo del negocio.
Esto es todavía más relevante en España, donde el menor tamaño relativo de las pymes en relación con Europa hace que los márgenes de maniobra ante situaciones imprevistas -o deficientemente previstas- sean más limitados. Además, la incertidumbre económica y los desafíos inherentes a la gestión financiera hacen que sea fundamental tomar medidas proactivas para protegerse de eventos inesperados.
A continuación, algunas ideas que pueden ayudar a las pymes y autónomos a disminuir su riesgo financiero:
Medir el riesgo financiero
Para tomar decisiones adecuadas y manejar de una forma eficaz los recursos disponibles, es vital valorar adecuadamente el riesgo financiero.
Algunos de los pasos claves para hacer esta evaluación serían: analizar los estados financieros, utilizar los ratios correspondientes, desarrollar presupuestos anuales y planes de negocio a medio plazo realistas y consistentes, junto a la monitorización continua de las principales variables.
Es importante, a su vez, que el fondo de maniobra sea suficiente y que cubra, además de las necesidades habituales del negocio, posibles imprevistos o impagados que pudieran producirse.
Diversificar fuentes de ingresos e inversiones
Depender de un solo cliente o producto puede ser peligroso para la evolución del negocio. En ese sentido, es importante buscar oportunidades para ampliar las fuentes de ingresos, como pueden ser la expansión de la gama de productos y/o la entrada a nuevos mercados.
Asimismo, diversificar las inversiones adaptándolas a los objetivos y al entorno económico, es también una estrategia clave para reducir el riesgo. Esto disminuye el riesgo procedente del mercado en el que se opera, lo que puede ser clave en un contexto tan inestable e incierto como el actual.
Establecer un fondo de emergencia
Tener un colchón financiero para hacer frente a crisis inesperadas, por ejemplo, destinando a reservas un porcentaje de los beneficios, lo que ayudará también a mantener la estabilidad en momentos complicados.
Contratar seguros de crédito y caución
Es otra opción a tener en cuenta para minorar el riesgo financiero. De esa forma, las empresas se aseguran el cobro de sus ventas recurrentes protegiéndose del impago de sus deudores, aportando seguridad a su negocio y confianza a las entidades que les financian.
Además, pueden obtener una garantía del cumplimiento de sus obligaciones de negocio a través de los seguros de caución.
Conseguir una adecuada flexibilidad financiera
En ese sentido, es vital la función de las sociedades de garantía recíproca (SGRs). El principal cometido de las SGRs pasa por conseguir las mejores condiciones de financiación para pymes y autónomos, alargando los plazos de devolución y mejorando los tipos de interés de los créditos. Esto lo consiguen gracias a los convenios firmados con la mayoría de las entidades crediticias.
Adicionalmente, las SGRs facilitan, a través de los avales técnicos, el respaldo necesario a las pymes y autónomos ante las administraciones públicas y ante terceros privados (por ejemplo, de cara a los concursos y licitaciones para adjudicaciones de obras y de otro tipo de proyectos, concediendo avales ante los arrendadores, etc.).
De este modo, aportan una mejora de la capacidad de desarrollo del negocio recurrente, dotándoles de un margen adicional para que se asienten sus negocios.
Buscar asesoramiento profesional y especializado
Un profesional puede ayudarte a obtener una perspectiva experta sobre la situación financiera de la empresa y las estrategias de mitigación de riesgos. En ese sentido, destaca el papel de las SGRs, ya que están especializadas en posibilitar el acceso a una financiación preferente a las pymes y autónomos por regiones, sobre la base de la valoración de su riesgo financiero.
Por ejemplo, desde Avalmadrid estamos especializados en el asesoramiento a las pymes y autónomos de la Comunidad de Madrid en el proceso de la concesión de avales, tanto financieros como técnicos, los cuales están focalizados en parte significativa en el sector servicios, ya que es el predominante en la economía de la Comunidad de Madrid.
Evaluar continuamente la estrategia
Revisar y ajustar regularmente tu estrategia financiera a medida que cambien las circunstancias económicas o comerciales, atendiendo a las tendencias del mercado y siendo flexible con el enfoque inicial y el que se pueda ir adoptando posteriormente.
En resumen, reducir el riesgo financiero para las pymes y los autónomos implica una óptima combinación de planificación cuidadosa, flexibilidad financiera, buen asesoramiento, gestión responsable y diversificación inteligente. Al adoptar estas estrategias, las empresas estarán mejor preparadas para enfrentar los desafíos financieros y mantener la estabilidad a largo plazo.