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ALIA: ¿Un gran paso o una oportunidad desaprovechada?
Álvaro Sánchez Managing Director de FiT

ALIA: ¿Un gran paso o una oportunidad desaprovechada?

Este experto desgrana las principales características de ALIA, el modelo de inteligencia artificial generativa en español con recursos públicos.

01/03/2025  Redacción EmprendedoresFirmas
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ALIA: ¿Un gran paso o una oportunidad desaprovechada?

La reciente noticia sobre el lanzamiento de ALIA, la inteligencia artificial desarrollada por el Gobierno de España, ha generado tanto expectativa como escepticismo. Aunque se presenta como un avance hacia la digitalización y el liderazgo tecnológico del país, la realidad es que España aún se encuentra rezagada en comparación con otras naciones en términos de inversión en IA.

Es una iniciativa en el buen camino y generará muchas eficiencias en la administración pública, pero sigue siendo insuficiente para competir a nivel global.

ALIA es una infraestructura pública de IA diseñada para fomentar el uso del español y las lenguas cooficiales en la inteligencia artificial, con modelos abiertos y transparentes. Su desarrollo está a cargo del Barcelona Supercomputing Center y cuenta con la supervisión de la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial (AESIA).

Se han anunciado dos casos de uso concretos para ALIA: un chatbot interno para la Agencia Tributaria, que optimizará la gestión de consultas y mejorará la eficiencia del personal al reducir la carga administrativa, y una aplicación en el ámbito sanitario para facilitar diagnósticos más precisos y tempranos en la detección de insuficiencias cardíacas, mejorando la atención y reduciendo tiempos de espera en la sanidad pública.

A pesar del discurso optimista, los recursos destinados a este proyecto plantean dudas sobre su impacto real. España ha anunciado una inversión de 2.100 millones de euros en IA dentro de su estrategia digital, pero esta cifra se queda muy por debajo de las inversiones de otras potencias.

Francia ha comprometido 109.000 millones de euros en IA, mientras que Estados Unidos ha destinado unos 248.900 millones de dólares en la última década, y China, 95.100 millones. En este contexto, es evidente que la inversión de España es insuficiente para competir con los líderes globales y garantizar que la IA se convierta en un pilar estratégico del desarrollo tecnológico nacional.

Como era de esperarse, la noticia ha generado opiniones divididas. El Gobierno la celebra como un paso hacia la soberanía tecnológica, pero expertos y sectores tecnológicos critican la insuficiencia de recursos destinados a la investigación y la falta de una estrategia ambiciosa que permita a España competir con los líderes en el sector.

Si bien ALIA representa un avance, es insuficiente. Impulsar la IA en español es positivo, y su aplicación en la administración pública traerá mejoras en eficiencia, pero la competencia internacional es feroz y España necesita inversiones más ambiciosas. La cifra actual es mínima comparada con la de otros países y corre el riesgo de relegar a España a un papel secundario en el desarrollo tecnológico. Si no se refuerzan los recursos, España se limitará a ser un consumidor de tecnología extranjera en lugar de un innovador.

El país necesita una financiación mucho mayor y un ecosistema de innovación sólido. Es clave que el sector público y privado trabajen juntos, junto con centros de investigación y startups tecnológicas, para potenciar el desarrollo de IA y generar impacto real en la economía y la sociedad.

Además, se requiere un marco regulador claro que favorezca la experimentación y aplicación de la IA en diversos sectores estratégicos, impulsando proyectos que vayan más allá de la administración pública y lleguen a la industria y la educación.

En definitiva, el lanzamiento de ALIA refleja el interés de España por avanzar en el sector de la inteligencia artificial, pero la inversión sigue siendo insuficiente para posicionar al país en el panorama global.

Mientras otras naciones destinan miles de millones a esta tecnología, España sigue apostando por estrategias limitadas que no cierran la brecha tecnológica. Aunque los primeros pasos son positivos, la IA no puede desarrollarse con inversiones tímidas ni con estrategias que no miren a largo plazo.

Si queremos un papel relevante en la inteligencia artificial, España debe aumentar significativamente su inversión, al nivel de Francia, China o Estados Unidos.

De lo contrario, ALIA quedará como un intento bien intencionado, pero insuficiente, en un mundo donde la IA avanza imparablemente. ¿Estamos dispuestos a perder esta oportunidad?

Álvaro SánchezManaging Director de FiT
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