Desde el año 2000, arreglan prendas de punto, de piel, manteles, sábanas, cortinas… y transforman y personalizan vestidos de ceremonia o de cualquier otro tipo.
Éste es el concepto de negocio que desarrolla una franquicia donde la formación constituye uno de sus pilares, como explican desde la central. “La instrucción tanto al franquiciado como a su personal abarca tres campos: técnica, para producir más rápido; comercial, para vender más; gestión, para dirigir mejor”.
La central, que ofrece una franquicia servicio llave en mano, contempla un perfil de franquiciado tanto inversor como de autoempleo. Con un acuerdo con el Banco Sabadell, se aconseja cubrir el 50% de la inversión con recursos propios, mientras el pay back se estima materialice en dos ejercicios.