“No hay edad para emprender”. Esta frase tan manida se ha convertido en una realidad incontestable cuando nos hemos puesto a analizar el emprendimiento sénior en nuestro país, un fenómeno cada vez más extendido y al que hemos decidido dedicar la portada y el dossier de nuestro número de septiembre.
Para elaborar ambos contenidos, hemos entrevistado a 17 emprendedores que se han lanzado a emprender un proyecto cuando la sociedad ya prácticamente los invitaba a la vida contemplativa. Hoy, podrás conocer a 7 de ellos. En próximos días, te hablaremos de los otros 10.
Les hemos pedido que nos hablen de las ventajas y obstáculos de emprender a esa edad y que nos den un consejo de gestión para quien pueda estar pensando en lanzarse a crear una empresa a partir de los 50.

Estas son sus historias
Jesús María Ruiz de Arriaga fundó Arriaga Asociados a los 51 años
“Todo son ventajas: tienes más sabiduría, más contactos y más visión de negocio”
“Yo emprendí por necesidad. Por una serie de razones me tuve que reinventar. Había sido directivo de una ONG dedicada a personas con discapacidad durante casi 20 años y lo había combinado con un trabajo como consultor de una empresa durante mucho tiempo. Gracias a estas dos experiencias laborales había vivido muchas otras y afrontado numerosos problemas y soluciones para mi y para la empresa en la que trabajaba. Eso me ayudó a tener perspectiva”.
En su caso, esa necesidad de la que habla no fue tanto laboral como personal. “Había invertido en tres viviendas en construcción con Martinsa Fadesa, que entra en concurso de acreedores, y todo el mundo me dice que nunca voy a ver las casas ni a recuperar ese dinero. Yo estaba entonces estudiando la carrera de Derecho y, al terminarla, en 2009, decido llevarlos a juicio. No sólo recuperé mi dinero, sino el de otros miembros de mi familia y de algunos amigos y vi que había un negocio. Empecé a ponerme en contacto con afectados de Martinsa Fadesa y así nació Arriaga Asociados en 2011”.
Inauguraba una categoría nueva dentro de los despachos legales: el derecho del consumidor. “Creo que la clave para emprender es descubrir un nicho de mercado donde haya gran cantidad de clientes y el coste sea bajo. Mientras el abogado tradicional prefiere pocos clientes y diferenciados a los que cobrarles un dineral, yo opto por lo contrario: cobrar por resultado, buscar tipos de casos en los que siempre voy a ganar y con muchos clientes. Cláusulas abusivas, gastos hipotecarios, preferentes, plusvalías municipales… En mi modelo de negocio hay que buscar un problema en la sociedad que afecte a muchas personas, donde haya un abuso claro a los consumidores. La idea es muy simple y me ha dado muy buen resultado”.
Ventajas
“Todo son ventajas. Tienes más sabiduría, más visión de negocio, estás costumbrado a tomar decisiones. En mi caso, la edad me ha hecho madurar como persona y también me ha ayudado el estar continuamente formándome: tengo cuatro carreras y 16 máster”. A nivel financiación, “el acceso al capital en general es más fácil para una persona madura que para una persona jovencita. Tienes los contactos y la manera de negociar con los bancos”.
Obstáculos
“En los últimos tiempos se están retrasando o frenando resoluciones que deberían ser obligatorias y eso nos obliga a reducir costes porque nosotros cobramos las costas que tiene que pagar la parte contraria. Así que hemos apostado por la inteligencia artificial, soluciones que podamos utilizar nosotros y comercializar a terceros”.
Consejo
“No acaba la vida profesional a esa edad. Ahora tienes experiencia, contactos con clientes, capacidad de gestión, de decisión… Puede ser una buena opción emprender. Tienes más oportunidades de las que crees”.
Carmen Hijosa fundó Ananas Anam (Piñatex) a los 62 años
“A los 50, conquistas el mundo con más humildad y sabiduría”
“Soy una emprendedora de toda la vida. Veo oportunidades alrededor de mí constantemente. Tengo una gran curiosidad, no veo reglas preconcebidas, soy rebelde y no me rindo. Los emprendedores no tenemos edad. Pensar que emprender tiene edad es una limitación”. Con esta carta de presentación resume Carmen Hijosa un talante que le ha llevado a crear cinco empresas desde los 22 años. La última, Ananas Anam, la fundó con 61: “Es la culminación de la experiencia de todas las demás. Haciendo consultoría textil sobre el cuero en Filipinas para el Banco Mundial descubrí las hojas de piña y las posibilidades que tenían como alternativa al cuero en zapatos, tapicerías, asientos de coches, bolsos…”. Así fundó Ananas Anam en 2017 y presentó la patente de Piñatex, un material fabricado a partir de los desechos de las cosechas de piña, en 2019.
Hoy, Ananas Anam está en proceso de escalar y Piñatex camina hacia la nueva generación. “Es un mercado con mucho potencial. Cada vez hay menos lino, el algodón no es sostenible y el poliéster tampoco. La base de Piñatex son los desechos de la agricultura de la piña, con lo cual no utilizamos más tierra, sino que aprovechamos la que ya está en uso y, además, ayudamos a proteger el empleo en las plantaciones, otorgándoles ingresos extras”.
El equipo lo integran entre 45 y 48 personas sin contar con la gente que trabaja en las granjas: unas 680 familias repartidas entre Filipinas, Bangladés y Costa de Marfil.
Ventajas
“La experiencia. Esta es mi quinta empresa y antes he vivido más de un cierre. Eso te ayuda a ser más humilde y a entender el poder del grupo. Te comes el mundo a los 20, pero a los 50 lo conquistas con más humildad y sabiduría. Y con la ventaja, además, de conocer mis fortalezas y debilidades”.
Obstáculos
“Son los que te llevan al siguiente desafío. Los confrontes o no, te enseñan otra manera de pensar, te muestran el camino hacia el éxito. Cuando eres emprendedora, debes conquistar el mundo”.
Consejo
“Tienes que tener una pasión y un amor por lo que quieres hacer. Nunca es tarde para empezar, para coger otro camino, pero debes tener las ideas muy claras de por qué lo haces y el dinero nunca puede ser esa razón, sólo ha de ser la gasolina para tu pasión. Has de tener claridad y fe en ti misma”.
Carlo Castellano fundó Soluciones de Movilidad Especiales (Park4Dis) a los 54 años
“El principal obstáculo fue pasar de directivo a dueño de ti mismo en una startup”
“En la gran empresa, cumplidos los 50, en lugar de premiar la experiencia, pasas a ser parte del pasado. En el paro y cansado de cerrar proyectos para otros, tenía ganas de hacer algo propio y, en un afán por superarme, acepté el reto conmigo mismo y emprendí”. Era finales de 2018 y Carlo Castellano empezó a darle vueltas a un proyecto personal. “Tengo una discapacidad física y cuento con la tarjeta de aparcamiento para personas con discapacidad, pero, cuando me desplazaba a otros barrios que no frecuentaba o a otras ciudades, nunca sabía dónde estaban las plazas especiales. Hablando con la Fundación ONCE, hicimos un primer piloto de la app y de la web en 2019 y fuimos mejorando las funcionalidades”.
Hoy, la solución que desarrolló, Park4Dis, está implementada en 8 países, en más de 350 ciudades y ha tenido una evolución muy importante. En la parte social, Park4Dis People ha recibido una donación de 1,5 millones de euros del programa de Google Impact for challenge y la oportunidad de contar con expertos que nos ayudarán a desarrollar la evolución para la humanidad de Park4Dis, que pasará a llamarse Spot4Dis. El proyecto durará tres años y el primer piloto estará disponible a principios de 2025, evolucionando luego a los 27 países de la UE. Se desarrollará en 5 ciudades: Valencia, Zaragoza, Badajoz, Génova y A Coruña. Pensar que en mayo del año pasado estaba a punto de cerrar y en octubre me contacta Google y todo cambia. “Es brutal”.
Park4Dis se completa con la parte administrativa, Park4Dis Admin, a disposición de los ayuntamientos para que puedan implementar la gestión de la problemática.
Ventajas
“Toda la formación de directivo de empresa ha sido crucial. Por mi forma de ser, he sido mentor de muchos chicos en todas las facetas que ya dominaba: preparar la presentación, presentarla en público… Eso me ha servido mucho para ayudar a otros”.
Obstáculos
“Cambiar de chip. Para mí, el principal obstáculo fue pasar de directivo a dueño de ti mismo en una startup y aprender todo el lenguaje y la dinámica propia, buscar fondos, inversores, entrar en la dinámica del crowdfunding… Había hecho y vendido proyectos de millones de euros por todo el mundo y ahora me encontraba descubriendo unos entresijos desconocidos para conseguir 1.000 euros. Y en todos los programas de aceleración te codeabas con chicos de veintipocos. Era como el abuelo”.
Consejo
“Lo peor han sido los muchos meses sin sueldo o con muy poco retorno y destinando los ahorros de tu vida a este proyecto, pero entras en una dinámica diferente porque te lo crees y quieres llegar hasta el fondo y te lo planteas como una inversión, no como un gasto. Es una cuestión de creerse el proyecto, de resiliencia. Pero, si el negocio no avanza, para. Si lo único que haces es meter dinero y no obtienes nada, debes dejarlo porque, sino te conviertes en ludópata. Es como si jugases a la ruleta”.
Iñaki Espinosa fundó Sqrups! a los 57 años
“El capital riesgo debería confiar más en los emprendedores séniors porque son más sólidos”
Es otro de los emprendedores ‘de toda la vida’. “Empecé con 27 años, después de una etapa de directivo en una empresa familiar. El último proyecto, Sqrups!, lo arranqué porque en la crisis de 2009 tuve que vender una empresa grande que tenía y me quedé con unos stocks enormes, unos 1.000 palés de invendidos. Tras almacenarlos durante tres años, monté una tienda en 2012 para liquidarlos. Entonces, no tenía ni la marca, pero me sirvió para conocer la reacción del público ante productos en liquidación a precios interesantes. En 2014, creamos la primera tienda Sqrups!, ya con la marca e incorporando nuevos productos de bazar”, explica Iñaki Espinosa.
“Tuvimos un primer recorrido de franquicias. Nos permitió crecer y tener notoriedad, pero no funcionó bien. Hace dos años entró un fondo de inversión de impacto para inyectarnos no sólo capital sino también para poner en valor nuestro modelo de negocio: estábamos haciendo economía 360, de impacto, pero no éramos capaces de comunicarlo. A día de hoy, abrimos una tienda propia por semana y acabaremos el año con más de 100. Tenemos 280 empleados, de los que el 70% de los trabajadores son vulnerables o en riesgo de exclusión, incluidas muchas personas con más de 60 años. Y este año, vamos a facturar 25 millones de euros”.
Ventajas
“Si no te haces trampas al solitario, de adulto tienes un bagaje enorme de los errores que has cometido y que ya no vas a cometer. Creo que el emprendimiento de más de 50 es muy positivo y muy sólido, pero los fondos de capital riesgo toda-vía no lo tienen muy claro. Deberían tener un plus de confianza en los emprendedores de mayores de 50 años porque es el último proyecto en el que se meten”.
Obstáculos
“El acceso a la financiación. En este caso en que éramos pioneros, funcionas con prueba/error y te enfrentas a grandes compañías con grandes fondos de inversión. A la hora de acceder a los locales comerciales nos resultaba muy complicado”.
Consejo
“No tengas plan B. Yo he hecho muchos emprendimientos y he tenido un fallo: tener más de una vía. Cuando emprendes y cuentas con dos o más opciones, no eres constante y, a la primera dificultad seria, abandonas. En cambio, cuando sabes que es tu último proyecto de vida, remas con-tra las dificultades y las sacas adelante. Si no quemas las naves, es muy fácil abandonar”.
Silvia Mazzoli fundó Puente Emprendedor a los 59 años
“Funciona mejor el emprendimiento sénior porque hay más reflexión, más prudencia y menos ímpetu”
Silvia Mazzoli ha estado vinculada toda la vida al mundo del emprendimiento desde los dos lados de la barrera: como emprendedora y como formadora de emprendedores. “Siempre he tenido el gusanillo emprendedor. Antes de lanzar Puente Emprendedor había creado diferentes proyectos al tiempo que me dedicaba a ayudar a emprender, dirigiendo desde hace 20 años programas para emprendedores con la EOI y otros centros. Para mí emprender no ha sido sólo una carrera profesional, es una pasión que me ha permitido ayudar a otras personas a cumplir sus sueños”.
El paso de lanzar ahora, con 59 años, este nuevo proyecto de Puente Emprendedor tiene mucho de reivindicación y de lucha contra un sistema que promueve el edadismo. “Mi socia que está en Argentina, Claudia Ferrara, con 57, y yo queríamos poner en valor el talento sénior y evitar que nos arrinconen por nuestra edad. Asumimos un reto muy difícil y disruptivo: conectar generaciones diferentes para montar proyectos. Nos mueve la idea de crear un mundo donde la edad sea un número y las generaciones puedan trabajar juntas”.
Ahora mismo, “estamos trabajando en proyectos concretos: mentorías cruzadas donde emprendedores séniors y jóvenes trabajan juntos; la Incubadora intergeneracional, en la que formamos equipos de emprendedores de diferentes edades para que desarrollen juntos sus proyectos, y, en tercer lugar, cruzar puentes con Latinoamérica. Ya estamos desarrollando dos proyectos de cooperación entre España y Argentina”.
Ventajas
“Lo mejor es, básicamente, la experiencia, tanto personal como profesional, que me proporciona una visión global. También cuento con una red de contactos, mayor autoconfianza y una tranquilidad propia de esta etapa de vida: mis hijas han crecido, la dinámica ha cambiado y eso me permite más tiempo para mí, para crear, para pensar y para dedicarme a los proyectos con una perspectiva más madura y serena. Funciona mejor el emprendimiento sénior porque hay más reflexión, más prudencia y menos ímpetu. Y otra cosa importantísima es la paciencia y la tenacidad”.
Obstáculos
“Uno de los grandes obstáculos viene de los estereotipos asociados a la edad. La sociedad a menudo subestima el potencial de la gente mayor de 50 años porque nos considera menos innovadores y adaptables. Además, el acceso a la financiación y a los recursos puede que esté más limitado. Hay muchas iniciativas orientadas a emprendedores más jóvenes y muy pocas para la gente más mayor”.
Consejo
“Uno de los desafíos de hacerse mayor es el riesgo de perder el tren de la modernidad, de las tendencias más frescas. Hay que asumir y afrontar esos retos tecnológicos con formación continua y rodeándote de un equipo diverso”.
Pablo Claver fundó el Museo de la Felicidad con 58 años
“He visto más ventajas que inconvenientes al emprender a esta edad”
“Con 9 años ya vendía cromos de fútbol en el rastro”, bromea, para luego continuar: “Mi hermano y yo montamos una empresa de formación que creció bastante y a los 12 años la vendimos a una multinacional francesa. Mi vida a partir de ahí dio un giro radical. Estuve un tiempo involucrado en la multinacional como directivo, pero, poco a poco, empecé a enfocar-me más en contar mi experiencia como emprendedor a través de libros y conferencias. Descubrí que buena parte de mis charlas y mis exposiciones giraban en torno a la importancia de la felicidad del equipo. Me contrataron en la universidad en Suramérica como profesor de felicidad y, en 2018, regresé a España con una consultora, AEIA, para promover el bienestar laboral. Creamos un certificado F, para empresas comprometidas con la felicidad de sus empleados. Esto funcionó hasta la pandemia, en que pierdo a gran parte de los clientes”.
A partir de ahí, arranca un periplo en busca de instituciones que estuviesen relacionadas con la felicidad. “Visité el Museo de las Ilusiones en Madrid y el Museo de la Felicidad en Dinamarca y decidí trasladar este concepto a Madrid, pero combinándolo con experiencias inmersivas. Abrimos en septiembre de 2023 y en junio de 2024 se había convertido en el museo mejor valorado de Madrid en Google con un 4,78”. En estos nueve meses han tenido más de 75.000 visitantes y cuentan ya con 19 personas en plantilla.
Ventajas
“La gran ventaja de emprender con más de 50 años es la experiencia acumulada. He creado 22 empresas en 6 países diferentes y he fracasado y tenido éxito en unas cuantas, lo que me da un bagaje enorme”.
Obstáculos
“En un primer momento no conseguí inversores y al final tuve que tirar de las 3F: estamos de socios tres hermanos y cuatro amigos. Ahora bien, si nunca has emprendido, te vas a encontrar más barreras porque desconoces las cuestiones básicas”.
Consejo
“Antes de lanzar, hicimos un test: publicamos la web, anunciando un sitio secreto y tuvo una gran acogida”.
Fernando Lallana impulsó los Premios +50 Emprende a los 50 años
“Como sociedad, no nos podemos permitir desaprovechar el talento de los mayores”
En 2019 se estrenó la película Abuelos: nunca es tarde para emprender y eso marcó un antes y un después en la vida de Fernando Lallana. Tras una trayectoria en el área de recursos humanos, la consultoría y la formación, “la productora 02:59 Films empieza a preparar la película y me piden que les ayude con la parte del guion más relacionada con el emprendimiento, pero también que pongamos en marcha unos premios asociados a la película: los Premios +50 Emprende. El proyecto arranca justo el día en que yo cumplo los 50 años”.
Los premios nacieron con el objetivo de estimular el emprendimiento de los mayores de 50 años. “Nos dimos cuenta de que en aquel momento había en torno al millón de personas en esa franja desplazados del mercado de trabajo que tenían y tienen muy complicado volver a ser absorbidos. El emprendimiento se convertía en una salida profesional. Y pusimos esto en marcha. Funcionó tan bien que tuvimos que buscar un partner y lo encontramos en Generación Savia (Fundación Endesa y Fundación Más Humano). Hoy llevamos ya cinco ediciones, se han presentado más de 1.000 proyectos y vamos a por la sexta edición”.
Y en 2021 decidieron exportar el premio a Latinoamérica. “Hemos conseguido una edición en Chile, otra en Perú en 2023 y el 10 de julio se lanzó la segunda edición de Perú. En estos casos, con financiación local. Estamos ahora en conversaciones con el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) para hacer una edición simultánea en seis países para el 2025/2026 (Argentina, Chila, Perú, Colombia, México y Panamá)”.
Ventajas
“Tienes una mayor experiencia y conocimiento: antes no habría sido capaz de montar este proyecto de los premios. La edad, además, te da también una autoridad de cara a relacionarte con otras personas, de alinear al resto con lo que tú crees que debe ser, de negociar contratos, de liderar. La gran mayoría de las personas de esta edad te dice que está en el mejor momento profesional. Como sociedad, no nos podemos permitir desaprovechar este talento”.
Obstáculos
“La sociedad te trata de dejar fuera de juego, te deslegitima para determinadas cosas, como el uso de herramientas digitales, de nuevas tecnologías”.
Consejo
“Las nuevas generaciones vienen pisando fuerte en conocimiento y especialización en materias que ni existían y eso exige un esfuerzo de actualización continua. Es nuestra desventaja: venimos de una época más estable, con menos rotación y ahora se trabaja más por proyectos. Es necesario estimular la capacidad de adaptación continua”.