Últimas noticias: Participa en la primera Guía de IA150 ideas de negocio para montarPremio EmprendeXXI AndalucíaMapeo del ecosistema Agrotech 2024Iniciativa DesafIA MadridUpBizor logra 150M€ para pymesAdapta tu empresa a las 37,5 horasVentajas de productos sosteniblesEl español que triunfa en ChinaSubvenciones 2025 Gijón
x
X
Newsletter Emprendedores

Lo mejor de emprendedores semanalmente en tu correo

X
Emprendedores marzo 2025 Ya a la venta

La revista líder en economía y empresa

Preview Suscríbete
Contenidos exclusivos, revista física
y muchas más ventajas
Publicidad

El emprendedor que se empeña en poner al teatro en el sitio que le corresponde

Con casi 40 años de trayectoria, Jesús Cimarro es una de las personas que más sabe de teatro y un gran impulsor de la industria como emprendedor y gestor.

12/10/2024  Ana DelgadoCasos de éxito
Compartir

Alrededor de 1.000 estrenos cada año con una asistencia que supera los 10 millones de espectadores y más de  650 empresas agrupadas en la federación que generan 72.000 puestos de trabajo. Jesús Cimarro no cree que sean necesarios muchos más datos para recordarnos que la industria cultural, esa “gran desconocida”, representa la cuarta fuente de ingresos del Producto Interior Bruto (PIB) en nuestro país.

Lo suyo son las artes escénicas y, más concretamente, el teatro. Hace cerca de 37 años que Jesús Cimarro cofundó Pentación Espectáculos desde donde produce, distribuye y exhibe espectáculos teatrales. A lo largo de estos años, la empresa ha producido 250 espectáculos y ha conseguido crecer hasta reunir a un equipo de 120 personas trabajando para la compañía. Entre sus mayores éxitos destaca la producción de ‘La cena de los idiotas’, también con una adaptación cinematográfica, la cual permaneció 4 años y medio en cartelera con más de 1000 representaciones y que llegó a recaudar 7 millones de euros.

Los otros ‘gorros’

Además de la empresa, Cimarro gestiona el Teatro La Latina, el de Bellas Artes y el Teatro Reina Victoria en Madrid. Asimismo, desde 2011 ha dirigido el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida donde ha tenido ocasión de demostrar su capacidad gestora dándole la vuelta a un festival del que se hizo cargo con 50.000 espectadores y una deuda pública considerable dejándolo el pasado verano con récord de recaudación con cerca de 180.000 entradas vendidas y un superávit en taquilla de un millón de euros.

La otra faceta que cultiva Cimarro es la del asociacionismo. Como tal, preside la Asociación de Productores de Teatro de Madrid (Aptem), que aglutina a 33 empresas de la capital, y la Federación Estatal de Asociación de Empresas de Teatro y Danza de España (FAETEDA) que enmarca a 650 compañías. Esta vertiente le permite ejercer como interlocutor en defensa de los intereses de los profesionales de esta industria. En esta línea, combate para acabar con la precariedad de muchas compañías teatrales y ha negociado el Estatuto del Artistas. La buena noticia es que, al menos aquí, asegura que “el diálogo social sí funciona”.

La internacionalización necesaria de nuestro teatro

No creemos que hagan falta muchas explicaciones más para decir que Cimarro es una de las personas que más saben de teatro en nuestro país y fiel servidor de las artes escénicas. De aquí que le incomode un poco el desconocimiento de la industria y la dejadez con respecto a ella de muchos de nuestros políticos de turno. Suya es la frase de que no se creerá la apuesta pública por el sector hasta no ver sentada en el avión presidencial “una delegación con representantes de la industria cultural, al igual que van las delegaciones empresariales a firmar acuerdos comerciales en los distintos países”.

La internacionalización es, a su juicio, la asignatura pendiente para poner al sector en el lugar que le corresponde, con especial foco en los mercados Latinoamericanos y del Norte de América donde cree que nos están ganando la batalla países como Francia o Alemania. “Tal vez deberíamos ser un poco más chovinistas”, dice, convencido de la riqueza de nuestro patrimonio cultural.

En el mercado interior, cree que los profesionales tienen los deberes hechos. A punto de recuperar las cifras prepandemia, han sabido acomodarse a los tiempos, tanto renovando las narrativas como mejorando la comunicación, acortando los tiempos de duración de los espectáculo o mediante la incorporación de tecnologías que eficientan la gestión empresarial y se ajustan a los nuevos patrones de consumo. 

En cuanto a la monetización, el 90% de los ingresos sectoriales proceden de la venta de entradas mientras que el 10% restante se reparte, en el caso de Pentación, entre las ayudas públicas y los incentivos fiscales que permiten a las empresas privadas que apoyan la cultura desgravarse un 20% en el Impuesto sobre Sociedades.

“Mucho presente y mucho futuro”

Pero tampoco es que Cimarro vea grandes diferencias entre gestionar una empresa creativa y otras de cualquier sector. “Al final siempre es cuestión de planificación, rigor en un modelo que combina la gestión con la parte artística del espectáculo esfuerzo y trabajo”. 

También se muestra optimista cuando asegura que al teatro le ve “mucho presente y mucho futuro” argumentando que, en este caso, se libra de la competencia de las pantallas. “Cuando la gente llega al teatro lo que, busca, además de un contenido atractivo, es la experiencia que solo genera el espectáculo en vivo”.

Tampoco da por perdida perdida la lucha con los más jóvenes. De hecho, Enganchar a las franjas más jóvenes cree que es cuestión de fomentar la afición desde edades tempranas e incorporar en los repartos a actores que para ellos sean un referente. La prueba a la que nos remite es el programa de La Revuelta, de David Broncano, quien ha conseguido sentar delante de la pantalla de TVE a cientos de jóvenes. “Hay que cambiar la narrativa, las historias que se cuentan hasta dar con la tecla, que no es fácil”, sostiene Cimarro. 

Lo que no quiere, y eso le tiene claro, es que se vea al teatro como el hermano pobre de la familia creativa sino como una alternativa cultural al tiempo de ocio que, entre otras cosas, se supone que persigue la reducción de la jornada laboral. “Nos conformamos con que nos pongan en nuestro sitio”, concluye. 

Ana DelgadoLarga trayectoria en el oficio del periodismo. Sé poco de mucho y mucho de nada
Compartir
*/ ?>