Seguro que te has dado cuenta de que en las ciudades españolas han aparecido locales de empanadas argentinas casi a cada paso.
Por ejemplo, en los últimos años, en EMPRENDEDORES hemos hablado de Empanadas Malvón o Andes Empanadas Argentinas, aunque también hay otras como Tío Bigotes, Las Muns, Vicenta Empanadas…
Está claro que los locales de empanadas argentinas viven un gran momento. ¿Pero de dónde sale la materia prima para dar respuesta a tanta demanda?
Algunos restaurantes optan por preparar ellos mismos la masa con la que se hacen las tapas u obleas de las empanadas. Sin embargo, se trata de un proceso laborioso y que no aporta tanto valor como la receta del relleno, por lo que la opción más interesante es comprarlas ya hechas.
Ahí es donde ha encontrado un auténtico filón Caro Import, una empresa especializada en la importación y fabricación de productos argentinos.
Crecimiento al calor de las empanadas
La compañía cuenta con más de tres décadas de trayectoria, En 1991, comenzó a importar productos típicos en la gastronomía argentina, como tapas de empanada, dulce de leche, alfajores, helados, dulce de batata, bombones, polenta, chimichurri, vinos y licores, yerba mate, dulces y galletas, etc.
Un par de años después, empezó a elaborar algunos de ellos. Poco a poco, la empresa fue creciendo. Por ejemplo, en el año 2000 adquirió su primera planta de producción de dulce de leche. Y en 2015 inauguró una nueva factoría. Además, un año después dio el salto al otro lado del Atlántico, abriendo una filial en Miami (Florida, Estados Unidos), como cuenta en su web.
Pero Caro Import ha vivido un auténtico boom en los últimos años, gracias al auge de los locales de empanadas argentinas.
“Veníamos creciendo al 10% anual y de repente pasamos al 40%. Ha habido un boom. Para las cadenas o franquicias que tienen cuatro, cinco o diez puntos de venta de empanadas, el proceso de fabricación es engorroso, necesitas una gran inversión de maquinaria y una pequeña empresa no puede afrontarlo. Así que buscan un proveedor y acuden a nosotros”, explica Diego Maccari, CEO de la compañía, en un artículo publicado en El Periódico.
El pasado año, Caro Import produjo 900.000 docenas de tapas, 7,5 millones de alfajores y casi 3.000 toneladas de dulce de leche, tal y como recogía La Vanguardia. Gracias a ello, cerró 2023 con una facturación de 19 millones de euros, con un crecimiento interanual del 36%. Y para el presente ejercicio espera alcanzar unas ventas de 24 millones de euros, lo que supondría un crecimiento del 26%, en caso de cumplirse.
Aunque quizá sea superior, porque al auge de los locales de empanadas argentinas hay que sumar también la ‘crisis de las empanadillas’ de este verano, cuando la principal marca de obleas desapareció misteriosamente de los lineales de las tiendas, como relataba La Vanguardia.
Esto hizo que muchas personas buscasen alternativas, encontrándolas precisamente en las tapas de empanadas argentinas, que son similares.
Caro Import también se ha beneficiado de ello, puesto que no sólo ofrece este producto para los locales de empanadas, sino que también tiene presencia en la distribución. Por ejemplo, sus tapas Doña Petrona se pueden comprar en Carrefour.
Para dar respuesta a este aumento de la demanda, la compañía puso en marcha un tercer turno en la fábrica donde produce las tapas. A la par, está adecuando unas nuevas instalaciones, que se van a dedicar a elaborar este producto, según avanzaba El Periódico.