Tienen monitorizadas alrededor de 600 startups. El ritmo de crecimiento es de, aproximadamente, 50 startups nuevas nativas cada año. A estas hay que sumar otras 30 procedentes de fuera que captan anualmente para que se asienten en la zona. En cuanto a la supervivencia de las mismas, en más del 80% de los casos superan los cinco años de vida. Esta sería el barrido fotográfico del actual ecosistema emprendedor de Bizkaia.
El objetivo final es impulsar el emprendimiento como una forma de aumentar la competitividad de las empresas y, en general, la del territorio. Para alcanzarlo, la Diputación Foral de Bizkaia lleva años preparando el terreno de juego para dejar el campo bonito y en las mejores condiciones. Cinco son los puntales principales que lo sustentan:
1. El ecosistema tecnológico y empresarial
Dentro de Euskadi, la de Bizkaia es la provincia con mayor tradición industrial, especialmente, Bilbao. Tras varias reconversiones, en la década de 2000 empiezan a orientarse hacia una capacitación más tecnológica respecto a lo que era la industria tradicional, más pesada.
Se plantean, entonces, una serie de políticas que buscan generar un nuevo tejido de empresas tecnológicas, con mayor ahínco durante la última década, para ir gestando un ecosistema igual no demasiado grande, pero sí cada vez más robusto en áreas como la energía, la movilidad o la industria 4.0.
Coinciden dichas áreas con la presencia de corporaciones referentes en la zona, como es el caso de Iberdrola o Repsol Petronor, así como otras ligadas a sector de la automoción. Ello facilita el nacimiento de sinergias entre emprendedores y corporates en una zona donde las relaciones sociales son bastante cercanas, un factor diferencial respecto a otros territorios de mayor magnitud.
Otro pilar importante es la presencia de distintos centros tecnológicos agrupados bajo la marca BRTA (Basque Research & Technology Alliance), un consorcio cuya misión también es impulsar el ecosistema tecnológico vasco para alzarlo hasta el top5 de las regiones europeas líderes en innovación.
2. La fiscalidad
Cada provincia en el País Vasco tiene su propia Hacienda. Esto les habilita para desarrollar determinado tipo de instrumentos.
Buscando favorecer tanto a las startups como a las empresas que invierten en I+D+i, aplican deducciones fiscales por dicho gasto que oscilan entre un 30 y un 70%. Dichas deducciones las acompañan de un instrumento muy novedoso que permite ‘vender’ ese derecho de deducción fiscal a otro contribuyente de Bizkaia que esté en disposición de deducírselo él mismo.
Pongamos por caso una startup que invierte un alto porcentaje del presupuesto en I+D, pero de cuya deducción fiscal no puede beneficiarse hasta no ser rentable. En lugar de acumular deducciones pendientes de cobro en el balance, existe la posibilidad de vender ese derecho, validado por la Diputación Foral Bizkaia, a una empresa para deducírselo en su Impuesto de Sociedades después de haber abonado la cantidad correspondiente a los emprendedores. Consiguen así liquidez para las startups en fases iniciales además de estrechar lazos con la corporación.
Esta iniciativa, puesta en marcha en 2019, se ha demostrado eficaz de manera que ahora la Diputación evalúa en torno a un centenar de proyectos al año. El instrumento funciona tanto entre empresas emergentes con otras grandes como entre organizaciones de mayor tamaño.
3. El talento
Bastante ligado al punto de la fiscalidad, se arbitran también medidas encaminadas tanto a la retención como a la atracción de talento emprendedor. En este sentido, se aplica una deducción sobre el IRPF de entre el 30 y el 50% a aquellas personas que deciden trasladar su residencia a Bizkaia. Tanto rige para emprendedores foráneos como para los nacionales que llevan cinco años viviendo fuera de España. La deducción se aplica durante once años consecutivos desde el momento que eligen la zona para fijar su residencia.
Se entiende, pues, que la ‘guerra’ del ecosistema no va por atraer a los nómadas digitales, más propensos a estancias cortas.
Para aquellos que desembarcan con miras estables, disponen de un equipo específico de profesionales denominado Bizkaia Talent que se encarga de ayudar a los recién llegados a instalarse. Para ellos ejecutan los trámites administrativos y burocráticos necesarios que les dan acceso a derechos como la educación o la sanidad, les ayudan también a buscar domicilio o colegios en los que escolarizar a sus hijos.
4. Apoyo desde lo público
El respaldo público acompaña tanto a las startups y como al emprendimiento en general, con la agencia de desarrollo económico BEAZ como bandera. Así, disponen de un programa inicial de creación de empresas que llega hasta 125.000 euros a fondo perdido. Al margen cuentan con otras líneas de ayudas posteriores que se orientan a la internacionalización, la innovación o la inversión.
Otra herramienta en este apartado corresponde a una una gestora de fondos de capital riesgo de la Diputación, Seed Capital Bizkaia, la cual invierte en las startups con distintos fondos y distintos tickets. El funcionamiento es similar al de un fondo de capital semilla privado coinvirtiendo siempre en minoría.
Para las startups hay un doble fondo. El llamado Fondo 1, donde invierten hasta 450.000 euros, siendo el ticket medio de 250.000 euros; y el Fondo 2, con el que pueden llegan a alcanzar hasta un millón de euros, siendo la media de entre 600.000 y 800.000 euros.

5. La concentración y la conexión
Convencidos de la importancia de mantener a todo el ecosistema conectado, gestionan siete espacios públicos para la incubación y aceleración de proyectos de distinta naturaleza.
No obstante, en este aspecto, el proyecto más emblemático es el de la Torre BAT (B Acelerator Tower), el edificio reformado de lo que fuera la sede del BBVA, en el número 1 de la Gran Vía de Bilbao. El nuevo edificio abrió sus puertas en septiembre de 2022 con el propósito de concentrar la actividad innovadora y emprendedora de Bizkaia en un punto concreto y de ganar visibilidad internacional gracias a un edificio de 4.000 metros cuadrados con proyección de ampliarlo hasta alcanzar los 10.000 metros.
En la Torre BAT cohabitan cerca de 80 startups con alrededor de 40 corporaciones al objeto de favorecer la cercanía con la empresa, de manera que actualmente se puede decir que el edificio tiene overbooking. Todo lo que aceptan ahora es a partir de verano, cuando se haya abierto la fase dos.
El espacio lo gestionan conjuntamente Price Waterhouse Cooper (PwC), Impact Hub y Talent Garden, ambos operadores de espacios. Alianzas como éstas les permiten conectar con otras comunidades emprendedoras de todo el mundo intercambiando estancias y misiones.
6. Su lugar en Europa
En cuanto al terreno en el que el ecosistema emprendedor de Bizkaia aspira a jugar es más europeo que español. «Nuestra aspiración es internacional, y desde ahí, reforzar nuestro posicionamiento en la península», declara un representante institucional.
En esta línea tienen suscritos ya acuerdos con el Gobierno de Seúl para que startups de la capital coreana se aceleren durante un tiempo en Bilbao y viceversa. También han conseguido que Startup Wise Guys (SWG), la aceleradora más grande de Europa liderada por el español Cristóbal Alonso, abra una segunda delegación –después de la de Málaga– en Bilbao. Así las cosas, no queda otra que recurrir al inglés como lengua común de comunicación.
En dicho idioma se desarrolla, por ejemplo, el South Summit Industry & Energy Bilbao, el encuentro celebrado en noviembre para el ecosistema emprendedor de estos sectores organizado por South Summit y Biscay Startup Bay, el cual tiene lugar en la Torre BAT.

7. Un perfil emprendedor diferente
Un Wallapop o un Airbnb, por poner algún ejemplo, habrían tenido pocas posibilidades de nacer en un ecosistema como el de Bizkaia, donde la apuesta va más por perfiles muy tecnológicos y de elevado nivel académico.
El referente en este caso podría hacerse con otros proyectos de éxito surgidos en el territorio como son Biolan, donde desarrollan, fabrican y comercializan biosensores enzimáticos, test inmunocromatográficos y diagnósticos genéticos y moleculares; H2Site, donde producen H2 renovable in situ para pequeñas y medianas empresas, o Satlantlis, especializados en tecnología espacial.
Obviamente, nada de lo que se recoge en este artículo ha surgido de la noche a la mañana. Es el resultado de algo que lleva años gestándose y de largo recorrido. Les ha faltado, tal vez, alzar la voz y venderse mejor, aún siendo equiparable a otros ecosistemas con mayor renombre, como avalan sus métricas y cifras de inversión.
También esto ha cambiado. Ahora que han sembrado el terreno para que resulte atractivo, toca hablar más fuerte para posicionarse, dentro del contexto europeo, entre las primeras ciudades de tamaño medio con un ecosistema emprendedor interesante. Hacía ahí se dirigen.