Son muchas las circunstancias que pueden hacer saltar por los aires las previsiones, para bien y para mal, y los últimos años han dado claras muestras de ello.
La pandemia de la Covid, por ejemplo, redujo en 2020 la tasa de inflación hasta el 0,32%, nada que ver con el 8,4% que llegó a alcanzar en 2022, el nivel más alto desde 1985. La subida se relacionó entonces con el aumento de los precios de la energía, los problemas en las cadenas de suministro o la guerra en Ucrania, aunque no todos los expertos consideren los referidos factores suficientes para justificar la inflación general ni la subyacente –la que se calcula descontando la energía y los alimentos no procesados por ser los más volátiles–.
Ya en 2023, la tasa de inflación empieza a moderarse ligeramente, bajando unas décimas del 4% previsto. Para su control, el Gobierno tuvo que introducir algunas medidas correctoras como la rebaja del IVA en la electricidad y algunos alimentos básicos o la subvención del transporte público, vigentes en principio hasta el 31 de diciembre de 2023.
De cumplirse lo anunciado por Pedro Sánchez, siendo todavía candidato a la investidura, la rebaja del IVA de los alimentos se mantendrá, al menos, hasta junio de 2024, además de la gratuidad del transporte público para menores, jóvenes y desempleados.
La idea es que la tendencia a la moderación se extienda a lo largo de 2024, aunque, como señala Borja Ribera Millán, profesor en EAE Business School y director de finanzas en GVC Gaesco, vaya a mantenerse elevada, tanto en el índice general como en el subyacente.
Por su parte, Bas Fransen, director de Mercado de Capitales de Caja Ingenieros, expresaba el pasado mes de octubre su confianza en que el proceso de moderación se mantenga durante los próximos meses, señalando, sin embargo, la existencia de diversos factores estructurales que dificultarán alcanzar los objetivos de inflación del 2% en el medio plazo.
En cualquier caso, como señala Marcos Luque, abogado en el área de Derecho Mercantil de Roca Junyent-Gaona, Palacios y Rozados Abogados, “la inflación es un fenómeno económico que está afectando grave- mente no solo a los consumidores, sino que también tiene un impacto trascendental en la situación económica y financiera de las empresas. Cuando los precios de los bienes y servicios aumentan constantemente, las empresas pueden enfrentar desafíos significativos en términos de costes de producción y márgenes de beneficio”.
Los sectores más preocupantes
Los sectores más afectados por la inflación, generalmente, son aquellos que tienen un alto componente de costes variables, como la energía, los alimentos, el transporte, la construcción y la industria manufacturera. En este sentido, los dos primeros sectores más preocupantes a los que apunta Ribera Millán son:
1. La construcción
Seguirá soportando subidas en sus compras de materias primas como el acero inoxidable, la arena, el cemento o el hormigón. Algunos de estos materiales sufrieron el año pasado una variación anual cercana al 20%. Al hecho de que sea más caro construir una casa, se suman los elevados tipos de interés, que han frenado la adquisición de viviendas.
Aunque no exista una relación directa entre la inflación y los tipos, recuerda Ribera Millán que la subida de los tipos es un instrumento habitual al que suelen recurrir los bancos centrales al objeto de reducir la demanda de bienes y servicios para frenar la inflación.
No obstante, Jordi Bellobí, socio de RSM y economista especializado en corporate finance, entiende que el sector inmobiliario soporta mejor que otros el entorno inflacionista, dado que la gente tiende a compensar el menoscabo de sus ahorros con la adquisición de bienes.
2. La alimentación
También aquí se espera que se mantenga la escalada de precios en determinados productos. Por ejemplo, en el sector primario se han encarecido los fertilizantes, los piensos o el grano.
Ya en la alimentación propiamente dicha, en 2023, subieron los precios de productos como el azúcar, los huevos, la leche condensada y el qué más ruido ha hecho: el aceite de oliva, aunque en este caso la culpa la compartan la inflación y las malas cosechas.
3. Las tecnológicas
Algunos expertos mantienen que la práctica de muchas startups y empresas tecnológicas de prever el flujo de caja a un plazo mayor que las empresas tradicionales, acaba teniendo un impacto negativo en sus cuentas, traduciéndose en una liquidez menor.
Los que mejor se comportan
Subrayando que “en el largo plazo, la inflación no favorece absolutamente a nadie”, Bellobí enumera aquellos sectores que tradicionalmente han dado muestras de convivir mejor con la inflación en el corto plazo. El primero corresponde a las Administraciones públicas, las grandes deudoras de la economía. Les siguen, además del ya citado mercado inmobiliario, el energético, el sector seguros, los materiales preciosos y la minería extractiva.
Con respecto al oro, considerado hace años como valor refugio en situaciones inflacionista, lo cierto es que sus credenciales cada vez están menos claras y que la interacción entre el precio del oro y la inflación es cada vez menor. Y si comprar oro para paliar el encarecimiento de todo es, en opinión de Bellobí “un brindis al sol”, hacerlo en criptomonedas, como el bitcoin, aspirante a arrebatar el título de refugio al oro, “son tres brindis al sol”.
Fortaleza relativa de la economía española
En cualquier caso, expertos como Bellobí se declaran sorprendidos por el buen comportamiento que está demostrando la economía española, por ahora, dentro de la zona euro. Alemania, considerada la locomotora de la economía europea, entró a mediados del año pasado en recesión técnica.
Las expectativas para España son que mantenga su relativa fortaleza en 2024, pese a seguir inmersos en un proceso de desaceleración. Así lo estima, al menos, la Cámara de Comercio de España.
De cara a 2024 dice: “La moderación que se espera en el crecimiento de la tasa de inflación, así como la previsible estabilización de los tipos de interés, favorecerán que tanto el consumo privado como la inversión empresarial mantengan, al menos, niveles similares a los de este ejercicio”.