Para analizar qué pasara con la inflación en 2024 tenemos que echar la vista atrás y ver qué ha sucedido en el año que acaba de concluir. El Indicador adelantado del Índice de Precios de Consumo (IPC) elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) anticipa un cierre del ejercicio 2023 con una inflación general del 3,1% y un IPC subyacente —sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) del 3,8%.
El comportamiento de ambos índices a lo largo de 2023 fue muy diferente. El año arrancó con una inflación general en el 5,7% (diciembre de 2022) y fue bajando durante el primer semestre, cayendo hasta el 1,9% en junio. Esta tendencia se vio truncada en verano, elevándose hasta el 3,5% en septiembre, momento en el que empezó a descender suavemente, hasta el 3,1% del mes de diciembre.
Por su parte, el IPC subyacente, que partía del 7% (diciembre de 2022), fue cayendo mes a mes durante todo el año —con la excepción del mes de junio—, para finalizar el ejercicio en el 3,8%.

La inflación se estabiliza en 2024
El informe ‘Economic Outlook 2024’, elaborado por el Mastercard Economics Institute, señala que el año 2024 debería estar marcado por una disminución de las presiones inflacionarias en la mayoría de las economías.
De este modo, Mastercard pronostica que la inflación a nivel mundial se modere al 4,9% en 2024, frente al 6,0% en el que se espera que cierre 2023. En cualquier caso, remarca que, si bien la inflación será menor, aún se mantendrá por encima de la tendencia prepandémica, cuando se situaba en el 2,7%.
Centrándonos en nuestro país, el Banco de España vaticinaba en septiembre que la inflación repuntaría en 2024 hasta el 4,3%, revisando al alza la estimación ofrecida en junio (3,6%), debido al previsible encarecimiento de la energía —de acuerdo con los mercados de futuros— y por el fin de la reducción del IVA de los alimentos y la subvención al transporte público a la conclusión de 2023.
De este modo, preveía un aumento de los precios en el tramo final del año 2023 —que no se produjo— y el sostenimiento de esa tendencia al alza hasta mediados de 2024.
Sin embargo, el reciente anuncio por parte del Gobierno de la prórroga de la reducción del IVA de los alimentos de primera necesidad, de la gratuidad de los Cercanías y de la rebaja del 50% en el transporte autonómico probablemente echarán por tierra sus pronósticos en cuanto al encarecimiento de los alimentos y los transportes.
No obstante, es muy probable que veamos incrementos en los precios de otros productos y servicios. Por ejemplo, Chollometro espera un repunte en telefonía móvil y la electricidad a comienzos de este ejercicio.
En el caso de la telefonía móvil, puede responder a un efecto calendario por la revisión de tarifas que se realiza a principio del nuevo ejercicio. Y en la electricidad, aunque el Gobierno no ha eliminado por completo la reducción del IVA, el impuesto aplicado ha pasado del 5% al 10%, al igual que en el caso del gas.
Además, Chollometro espera un aumento de los precios de la vivienda, puesto que considera que el mercado inmobiliario continuará creciendo, aunque de una manera mucho más comedida. En este caso, habrá que estar atentos a la evolución del euríbor, que puede suponer un lastre para la compraventa de vivienda.
¿Cómo afronta el consumidor el nuevo año?
Ante este panorama, Mastercard indica que el gasto de los consumidores se basará en necesidades y deseos concretos, no en impulsos. En cualquier caso, aunque la inflación arañará parte de la renta disponible por el incremento del gasto en artículos de primera necesidad, los viajes y los eventos seguirán siendo muy importantes para los consumidores.
De este modo, a pesar de tener que encontrar el equilibrio entre las necesidades y los deseos, el gasto real de los consumidores en España aumentará un 2% en 2024.
La compañía también señala en su estudio que el empleo impulsará el consumo responsable. Además, apunta que la solidez del mercado laboral respalda el poder adquisitivo de los consumidores. En este sentido, remarca que la subida de los salarios en la zona euro ha superado a la inflación en el último año.
Asimismo, adelanta que la previsible relajación de la política monetaria por parte del Banco Central Europeo contribuirá a sostener el gasto de los consumidores en los sectores sensibles a los tipos de interés.
¿Y los autónomos?
La Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA) advierte que los autónomos españoles están sufriendo los efectos de esta ralentización tanto de la economía como del empleo, así como del incremento de los costes, tal y como informábamos en este artículo.
En particular, destaca el aumento de los costes de sus negocios, tanto financieros como de producción o energéticos, que afecta ya al 80% de los autónomos, según sus datos.
Además, Lorenzo Amor, presidente de ATA, señala que “hay que añadir que cada vez es más difícil acceder a los créditos y que la morosidad, lejos de reducirse, va en aumento”.
Ante tal situación, muchos profesionales tienen dificultades para hacer frente a sus facturas y compromisos de crédito, como contábamos en EMPRENDEDORES. Y muchos de estos problemas surgen al fijar unas tarifas que no permiten obtener la rentabilidad necesaria.
Se trata de un ejercicio de equilibrio siempre complicado: si nuestros precios son demasiado elevados, los posibles clientes huirán. Y si son muy bajos, podemos tener muy poca rentabilidad. Así pues, te ofrecemos una serie de consejos que podrían ayudarte a establecer los precios de tus productos y servicios.