Hace apenas unos días conocíamos los últimos pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI), reflejados en informe ‘Perspectivas de la Economía Mundial’. Según los mismos, España será la segunda gran economía industrializada que más crecerá en 2024 y 2025 (+1,9% y +2,1%, respectivamente), sólo por detrás de Estados Unidos (+2,7% y + 1,9%).
Ante la atonía de la Eurozona y de otras grandes economías, éste puede ser uno de los factores que está atrayendo la inversión extranjera en España, que en el último año se ha disparado.
Por ejemplo, hace poco hablábamos del creciente interés de los inversores extranjeros por las empresas del sector fintech españolas, debido a factores como su capacidad de innovación, un marco regulatorio propicio, la fortaleza de nuestro sistema financiero, el talento existente en España o la posición estratégica de nuestro país como puente entre Europa, Iberoamérica y África.
El informe ‘Inversión extranjera directa’, publicado por OBS Business School y dirigido por el profesor Rodrigo Yagüe, confirma esta tendencia. Según el mismo, la inversión extranjera directa se elevó hasta 21.232 millones de euros en el acumulado de los tres primeros trimestres de 2023, lo que supone un incremento del 54% respecto al mismo periodo del año anterior. La inversión productiva ascendió un 167%, pasando de 2.267 millones en los primeros nueve meses de 2022 hasta 6.070 millones en 2023.
Analizando los datos por sectores vemos que más de la mitad (51%) del total de la inversión extranjera se dirigió al sector servicios, especialmente el de actividades sanitarias y el de telecomunicaciones, que captaron 1.814 y 1.762 millones, respectivamente. Además, un 45,5% fue a parar al sector industrial, mientras que el 3% se destinó a la construcción.
¿De dónde viene y a dónde va la inversión?
El estudio indica que el stock de inversión extranjera en España, que constituye el mejor indicador de análisis respecto al interés que el país ha generado en el largo plazo, alcanzó los 787.277 millones de dólares en 2022, con un crecimiento durante la década superior al registrado por Alemania o Italia en el mismo periodo.
Los inversores más activos en España en los últimos años son Estados Unidos (107.965 millones de euros), Reino Unido (63.063 millones), Francia (60.600 millones) y Alemania (51.986).
En cuanto a su destino, 9 de cada 10 euros (91%) de inversión extranjera han ido a parar a cinco regiones: Comunidad de Madrid (68,5% del stock de inversión directa en España, con un incremento del 92% desde 2013), Cataluña, País Vasco, Asturias y Andalucía. Todas las regiones, excepto Cantabria y Galicia, han aumentado su stock de inversión desde 2013.
Además, cabe señalar que el empleo ligado a la inversión extranjera supone más de un 10% de la población ocupada en cuatro comunidades: Madrid, Navarra, Aragón y Cataluña.
En el caso de empresas extranjeras que destinan fondos a compañías españolas, la Comunidad de Madrid también ocupa la primera posición, con 7.579 millones de euros (63,2% del total), por delante de la Comunidad Valenciana (2.268 millones; 18,9% del total), Cataluña (825 millones) y la Región de Murcia (372 millones).
¿Qué atrae a los inversores?
El estudio de OBS Business School puntualiza que España es un país muy atractivo para la inversión extranjera por el tamaño de nuestro mercado doméstico, elemento que constituye uno de sus principales activos.
Además, destaca que nuestro país cuenta con un sector exterior altamente competitivo, situado a la vanguardia de los mercados internacionales. Al hilo de ello, hace hincapié en el papel que ha desempeñado el sector exterior español en los últimos años, en un marco de crecimiento moderado de la actividad y del comercio internacional, ya que ha actuado como motor de la recuperación económica, llegando a aportar el pasado año 2,4 puntos porcentuales al crecimiento total.
Asimismo, indica que la contención de los costes laborales ha contribuido al crecimiento económico en los últimos años y a afianzar a España como una de las ubicaciones más coste-eficientes para la producción. En este sentido, remarca que la media salarial española está un 20% por debajo de la registrada en el conjunto de la OCDE.
Por otro lado, reseña que España es un país privilegiado desde el punto de vista geoestratégico. Además, apunta que España pone menos barreras a la inversión que otros países, sobre todo desde la entrada en vigor del nuevo marco regulatorio fijado por el Real Decreto 571/2023, sobre inversiones exteriores, que agiliza la resolución de solicitudes de autorización, establece un nuevo sistema de exenciones, recoge algunos criterios interpretativos que ya venían aplicando las autoridades y establece un nuevo marco de control para inversiones en defensa nacional.