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B Corp, el sello internacional que reconoce a las empresas más sostenibles del planeta

Por qué cada vez más empresas buscan este distintivo y qué oportunidades les abre

05/04/2024  Pilar AlcázarGestión
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Vaya por delante que aunque hemos titulado que B Corp es un sello, en realidad es mucho más que eso. Es una organización sin ánimo de lucro que surge en el año 2006 en Estados Unidos con un objetivo muy claro, “transformar la economía implicando a las empresas, que son las principales generadoras de PIB en el mundo, para que pasen de tener solo unos objetivos financieros y económicos para los accionistas y tengan en cuenta también objetivos de impacto ambiental y social positivo, bajo una correcta gobernanza.

Se trata de que los stakeholders, que son los grupos de interés de una empresa, vayan más allá de los accionistas y estén también centrados en los trabajadores y empleados, en las comunidades y en las sociedades donde operan y en los entornos donde operan. Y lo que es más, no buscar solo un impacto neutro, sino ir más allá y buscar un impacto positivo y regenerativo, tanto socialmente como medio ambientalmente”, explica Belén Viloria, directora ejecutiva del movimiento B Corp en España.

Un objetivo muy ambicioso que para muchos parecerá “cosas de ONGs” (de hecho nació de la mano de la ONG B Lab), pero que hoy han asumido más de 8.000 empresas de 93 países de todo el mundo, empresas que representan 161 industrias diferentes.

En España son más de 230 empresas las que cuentan con el distintivo B Corp, la mayoría de ellas pymes, y hay otras 100 iniciando el proceso. Empresas de todos los tamaños y sectores como Danone, Heura, Ecoalf, Agrosingularity, Ben&Jerry’s, Brava Fabrics, CAPSA FOOD, Camper, Parafina, Hannun… incluso farmacéuticas como ISDIN o Ferrer.

Si el movimiento ha llegado hasta aquí es justamente porque es un distintivo serio y muy alejado del greenwashing que intentan vender muchas empresas. “Para ser B Corp hay que pasar por un proceso en el que se tienen en cuenta más de 300 criterios que valoran tres áreas de las empresas: la parte económica, la parte social y medio ambiental y la gobernanza. A día de hoy, son los más altos estándares que hay a nivel mundial y las empresas lo que hacen es comprometerse a cumplirlos”, explica Viloria.

De hecho, “estos estándares están reconocidos incluso a nivel bursátil. En Estados Unidos, por ejemplo, tenemos un acuerdo con Nasdaq porque ellos han considerado que las empresas que cumplen con estos requisitos son especialmente valorables en el mercado bursátil”.

Un proceso de mejora continua

“B Corp es como un compromiso y un proceso de mejora continua. Nosotros decimos que no es un sello porque es el inicio de un camino que se inicia al conseguir esa primera certificación B Corp, que empieza con un cambio de estatutos en los que deben incluir esas tres áreas de las que he hablado antes y una correcta gobernanza. El inicio es una certificación, pero luego además cada tres años se tienen que recertificar porque es un proceso de mejora continua. Se trata de utilizar a este tipo de empresas para hacer una transformación de la economía que beneficie a todos, a las personas y al planeta”, comenta Viloria, que advierte: “No es un camino fácil. Es un proceso muy exigente. Estamos hablando de que está presente en casi todos los sectores y para algunos supone un cambio muy grande. Si hablamos del sector industrial o de sectores con un peso en la industria muy potente son cambios estructurales que no son fáciles”.

El proceso se inicia desde B Corp con una puntuación en la que “se valoran más de 300 indicadores en tres áreas: el área social, medio ambiental y la gobernanza. En el área social se tienen en cuenta las comunidades donde operan, el entorno más cercano donde tienen influencia, el impacto social en los trabajadores y el impacto social en los clientes. Toda la cadena de valor, digamos. Para ser B Corp tienen que conseguir como mínimo una puntuación de más de 80, que después hay que ir mejorando poco a poco. Además, tienen que cumplir el requisito legal de reflejar en sus estatutos que se comprometen en todas estas áreas y que no es algo que viene de fuera. Tienen que cumplir el requisito de transparencia máxima. Todo esto es público, las empresas B Corp publican esas puntuaciones, dónde van mejorando y las áreas de mejora que les quedan pendientes. Y luego tienes que cumplir el requisito del propósito que está en el fondo de ese compromiso que hemos dicho. Cada tres años tienes que recertificar, tienen que cumplir y mejorar. Es un compromiso muy auténtico y tienen que creérselo”, advierte Viloria. 

¿Por qué les interesa a las empresas?

“Las empresas que quieren ser B Corp lo hacen por compromiso personal de los accionistas. Ser B Corp es decirle a la sociedad que estás comprometido en un nuevo modelo económico más justo, más equitativo y positivo para el planeta. Sin renunciar a la rentabilidad. De hecho, está demostrado que las empresas B Corp mejoran su rentabilidad en un 40%. Luego, hay otras muchas derivadas de ser B Corp. Igual que hay empresas buenas con B, de B Corp, los inversores también van en paralelo y hay cada vez más inversores que les interesa invertir en empresas de este tipo. Y lo mismo sucede con los trabajadores. Cada vez son más, y especialmente los más jóvenes, los que prefieren trabajar en empresas que cuidan a sus trabajadores, que tienen igualdad de oportunidades para todo el mundo, un desarrollo profesional para cada uno de ellos y que tienen en cuenta otras cosas, además de su rendimiento económico”, continúa Viloria.

Y también por la percepción de los consumidores: “Son muchos los consumidores que, a igualdad de precio, no dudarían en consumir una empresa B Corp o una empresa que lo haga bien en todas estas áreas. Un 75% de los consumidores están dispuestos a pagar un 15% más a día de hoy gracias a ese trabajo de concienciación que hacemos nosotros y que hacen otros agentes”, añade Viloria.

Verificarse como B Corp tiene un coste, que depende de cada sector y del tamaño de la empresa. Pero es algo que al final revierte en la cuenta de resultados. “A veces se piensa que ser sostenible para una empresa es caro pero no es así. Las empresas buscan la sostenibilidad adoptan procesos de innovación –cambian maquinarias o cambian procesos o contratan una consultora para mejorar una serie de procesos– y lógicamente eso son inversiones, pero una vez que van mejorando su sostenibilidad, las empresas que están dentro del movimiento y que han sido certificadas como B Corp mejoran su rentabilidad en un 40%. Son datos que hemos sacado de un análisis con más de 700 empresas B Corp de Europa”, asegura Viloria.

Formar parte de la comunidad B Corp

Otra de las ventajas de ser B Corp es el hecho de estar dentro de una comunidad en la que se generan muchas y buenas sinergias. “Desde la fundación B Lab además de impulsar ese movimiento de mejora continua generamos sinergias y encuentros… hacemos muchas actividades a lo largo del año y un gran encuentro anual en el que compartimos con la ciudadanía y el resto de sectores empresariales, de la economía y de la sociedad charlas, mesas redondas, encuentros sectoriales… Hacemos también acciones colectivas con ellas y con empresas que no son B Corp”, concluye Viloria.

B Corp, el sello internacional que reconoce a las empresas más sostenibles del planeta
Joan Álvarez, CEO de Hannun.

Hannun

Una marca de mobiliario y decoración sostenible

“Nosotros ponemos el foco en los materiales que utilizamos intentando generar el mínimo impacto en el medio ambiente y también en cómo se construyen y cómo se hacen esos muebles. Trabajo artesanal e intentando potenciar proyectos sociales. Por ejemplo, en Polonia estamos con los presos de una cárcel haciendo muebles y aquí en España también. Pagamos más a la gente que incorpora personas en riesgo de exclusión en el proceso de fabricación”, explica Joan Álvarez, cofundador y CEO de Hannun.

¿Por qué el sello B Corp?

“Decidimos certificarnos con el sello B Corp porque veíamos desde fuera que era una manera de demostrar que verdaderamente estamos comprometidos con esto; hoy hay muchas marcas que dicen que son verdes y no lo son. Nosotros invertimos mucho en hacerlo y no queríamos vernos perjudicados por la falta de regulación en cuanto a qué define lo que es ser sostenible. Vimos en B Corp un agente serio, que intenta de alguna manera hacer ese trabajo que no están haciendo las instituciones, por el momento. De hecho, obtener la certificación B Corp es un proceso bastante duro. En nuestro caso estuvimos prácticamente un año pasando todo tipo de documentación, requisitos y demás”.

Documentar y demostrar procesos

“Puedes empezar con el formulario de autoevaluación que tienen ellos. Debes rellenar más de 200 preguntas que va por diferentes bloques: a nivel de gobernanza, si compartes beneficios con empleados, diferencia salarial entre el que cobra más y el que cobra menos, la parte de los métodos productivos, emisiones y compensaciones de CO2, y la parte de si participan en otras acciones sociales, qué tipo de acciones, cómo las integras, si tu modelo de negocio en sí es algo dañino o perjudicial para el planeta o es beneficioso en tu actividad, más allá de que luego compenses o dejes de compensar, si tienes políticas de igualdad… En fin, toda una serie de requisitos y de cuestiones que te van haciendo preguntarte muchas cosas sobre si lo estás haciendo bien. Es un proceso en el que aprendes muchas cosas. Durante la certificación descubrimos varios puntos de mejora que nos permitió decir, oye esto lo podemos implementar. Un ejemplo, en nuestros contratos con nuestros proveedores modificamos los contratos para poner una cláusula de comercio justo, cosas que en la práctica hacíamos, pero no lo teníamos documentado. Hay por un lado esa parte de que vas aprendiendo cosas en el proceso de evaluación y otra que es, vale, esto lo hago bien, pero ¿cómo lo demuestro?”, explica Álvarez.

“Una vez que tú crees que tienes la puntuación suficiente y un poquito más, empieza un proceso de verificación por parte de unas personas que comprueban la documentación.  Es un proceso complejo porque hay muchas cosas que igual las haces bien pero si no son demostrables tienes que trabajar para certificarlo y demostrarlo”.

Madera certificada

Uno de nuestros grandes puntos es nuestro compromiso de que toda la madera proviene de bosques de explotación sostenibles o que es madera recuperada directamente, es decir, que no hemos talado ningún árbol porque estamos utilizando un residuo para convertirlo en un mueble, que es casi un 20% de lo que vendemos. Es una categoría que estamos haciendo crecer, incluso ahora con plástico recuperado del mar mediterráneo que se recoge del fondo del mar y con eso se crean unas planchas con las que podemos hacer muebles”.

«Ser B Corp añade prestigio a la marca, tanto con proveedores como con clientes, sobre todo en países del centro y norte de Europa. Nos ha abierto muchas puertas»

El prestigio de ser B Corp en mercados internacionales

“B Corp tiene una cosa muy buena y es que se valora más fuera de España que dentro. Vemos que el cliente internacional lo tiene más en cuenta que el nacional, que también. Es algo que te añade prestigio a nivel de marca, es algo que da garantía, nosotros lo hemos percibido así en muchas ocasiones, tanto con proveedores como con clientes, sobre todo en países del centro y norte de Europa. Nos ha abierto muchas puertas y ha hecho que nos crean cuando decimos que somos sostenibles en un momento en el que ves que hay empresas que llevan 200 años destruyendo el planeta y poniendo anuncios con bosques y todo verde, sirve mucho para diferenciarse y poner en valor de verdad eso que tanto nos esforzamos por hacer”.

B Corp, el sello internacional que reconoce a las empresas más sostenibles del planeta
Samuel Soria, fundador de Parafina.

Parafina

Gafas de plástico reciclado procedente de botellas y goma de neumáticos

“Fundamos en 2014 y somos una empresa especializada en productos de óptica con dos características: una, con materiales reciclados o sostenibles – plástico reciclado de botellas, gomas recicladas de neumáticos y bambú orgánico– y la segunda característica es nuestra parte social, donamos el 5% de las ventas a un proyecto de educación en Paraguay”, explica Samuel Soria, director ambiental de Parafina.

Una certificación todo en uno

Buscamos era una certificación que englobara un poco toda la empresa. Hay certificaciones que sirven para la cadena de producción, o la logística o la huella de carbono, y muchas de esas ya las teníamos. Buscábamos una que englobara todos los pilares de la empresa. Nos gustó mucho también que su filosofía de crear un movimiento que llegue a todo tipo de empresas y que analicen bien todo: RRHH, producción, clientes, proveedores y gobierno corporativo”, explica Soria.

Fabricar de forma sostenible

“La verdad es que nos lo habían pintado muy mal y fue más fácil de lo previsto porque muchos de los estándares de B Corp ya los teníamos incorporados. Nosotros nacimos como una empresa con mucha vocación social y eco, eso ya lo llevábamos en el ADN y no fue muy complicado. Empezamos a principios de 2019 con la certificación y nos la dieron en noviembre de ese mismo año. Ahora nos acabamos de recertificar y hemos obtenido 14 puntos más”, añade Soria.

“Cuando obtuvimos el reconocimiento B Corp teníamos 89 puntos, ahora 112 sobre 200. Nos queda por mejorar temas de logística porque nosotros producimos todo en oriente y es algo susceptible de mejora. También temas de gobierno corporativo, tener un consejo asesor y cosas así externas puntúan bastante. Todo es bastante susceptible de mejora”, continúa Soria.

Y añade: “Las empresas que fabricamos algo siempre lo tenemos más complicado que las que ofrecen servicios porque no contaminan tanto, no tienen transporte y otro tipo de actividades que penalizan mucho. Al ser una certificación tan amplia, hay cosas que son difíciles de conseguir”. 

“Para nosotros lo más complicado, que tenemos una empresa pequeñita, fue adaptar los protocolos que nos pedían: el protocolo de baja por maternidad y de otras muchas cosas que no teníamos escritos. También nos vino bien para ordenar todas esas cosas que vas haciendo, pero que como startup no tienes todo estandarizado”.

«Si vas a una feria o estás buscando un cliente nuevo y le dices que eres B Copr ya no le tienes que mandar diez certificados. Facilita mucho que un tercero entienda lo que es»

B Corp: una ayuda para captar clientes

“Nosotros vendemos más a tiendas que online y en ese sentido nos ha ayudado mucho disponer de una certificación tan conocida. Si estamos en el proceso de entrar en una tienda que también es B Corp, por ejemplo Faguo, que es en Francia como aquí Ecoalf, ellos entienden que ya cumplimos estándares muy parecidos a ellos y es más fácil llegar a ser partners. También si vas a una feria o estás buscando un cliente nuevo y si le dices que eres B Corp, ya no le tienes que mandar diez certificados. Al ser un certificado que engloba todo, facilita mucho que un tercero entienda lo que es”, explica Soria.

“Es como una gran red de contactos, de empresas muy similares. Nosotros cuando buscamos una imprenta o una agencia de viajes o un proveedor de algo, siempre intentamos que sea una empresa B Corp, porque ya para nosotros cumple estándares similares a los nuestros y empezamos por ellas. Si nos hacen una buena oferta económica, preferimos trabajar con una B Corp que con una empresa que no lo sea”.

Un sello con impacto en los resultados

“Otra empresa a la que le fabricamos gafas es Mustela, les hacemos todas sus gafas de niños y son también B Corp. Creo que ser B Corp sí ha tenido un impacto muy positivo en nuestra cuenta de resultados. Bcorp tiene una cosa bastante potente que hacen reuniones anuales y yo creo que también eso ayuda a las empresas a tener contacto entre nosotros y también te actualizan un poco en tendencias de sostenibilidad, gobierno corporativo, varios temas que a nosotros también nos han ayudado positivamente”.

Pilar AlcázarPeriodista especializada en oportunidades de negocio, marketing y tendencias.
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