Las pymes españolas gozan de buena salud. Según publica la Dirección General de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa en su informe Cifras PYME, en marzo había 1.332.650 pymes que dieron empleo a 9.617.631 asalariados. La cifra representa un aumento del 1,92% en el primer trimestre del año; en números exactos significa que nuestras pymes generaron 181.189 nuevos puestos de trabajo.
Una gran noticia teniendo en cuenta que el 99,8% del tejido empresarial español está constituido por pymes.
No obstante, desde Club de la Pyme, primera empresa de servicios globales 360º para empresas y profesionales, advierten que pese a la tendencia positiva hay que mantenerse vigilante y dotar a nuestras pymes de las herramientas, servicios y soluciones necesarios para afrontar contextos de inestabilidad económica y política, hacer frente a la competencia de las grandes empresas y ayudarles en la batalla por el talento en un mercado cada vez más globalizado y desarrollado tecnológicamente, así como ante la creciente complejidad de las regulaciones y la falta de financiación.
Y es que son justamente todos estos factores las principales amenazas para nuestro tejido empresarial. Según el informe Perspectivas España 2024, realizado por KPMG en colaboración con la CEOE, mientras que las perspectivas de crecimiento se mantienen favorables, las amenazas provocadas por la inseguridad jurídica (48%), la incertidumbre política (44%) y los cambios regulatorios (30%) siguen muy presentes en los planes de los empresarios españoles.
Los efectos de todas estas incertidumbres tienen resultados muy distintos si desglosamos la evolución del empleo entre micropymes, pequeñas y medianas empresas. Así, vemos que en las micropymes se produce una tendencia contraria a las de mayor tamaño: son las únicas en las que cae el empleo. Las microempresas perdieron en ese mismo trimestre 36.130 empleos (-1,03% del total), frente a la tendencia positiva de las pequeñas (+ 2,33%) y de las medianas (+ 5,29%).
Outsourcing para el impulso de las pymes
Como respuesta ante la incertidumbre, uno de los recursos que continúa creciendo en mayor medida entre las pymes españolas es el outsourcing. En 2021, el informe Global Business Pulse, de Grant Thornton, reveló que el 40% de las compañías medianas españolas aseguraba haber externalizado alguno de sus servicios al inicio de la pandemia. Una tendencia que se ha mantenido al alza hasta la actualidad, ya que la demanda de servicios de outsourcing en España aumentó más de un 30% en 2023, según un informe de Shortlist.
Y de todos los servicios, el 40% de los empresarios considera que los departamentos relacionados con recursos humanos y contabilidad son los más potencialmente externalizables.
Teniendo en cuenta que las principales motivaciones de la externalización son la reducción de costes y la simplificación de procesos (41%) y el desarrollo tecnológico y digital (36%), desde Club de la Pyme apuestan por el outsourcing laboral como una vía para facilitar la selección y formación de personal y el desarrollo de políticas de RRHH vanguardistas, la creación de un ambiente laboral que potencie el talento y la motivación, garantizando el cumplimiento legal, claves para potenciar la empleabilidad de la pequeña y mediana empresa.
“Uno de los principales objetivos del outsourcing laboral es el de reducir costes en las empresas empresa, además de permitir poner el foco en el eje principal de los negocios. Además, aumenta la eficiencia de las empresas ya que el outsourcing laboral permite ahorrar tiempo en formación y capacitación personal. Al externalizar la gestión laboral, las pymes pueden liberar recursos internos y enfocarse en aspectos clave de su negocio, mejorando así la eficiencia y productividad general”, afirma Casimiro García, CEO de Club de la Pyme.